Daniela fue a ver jugar a su hijo en un partido de reserva y en el entretiempo se rompió un tablón, generándole un duro golpe. Fue trasladada en ambulancia.
Daniela es una de las tantas madres que acompaña a sus hijos en las canchas de la región. El último fin de semana estuvo presente en el partido de reserva donde Atlético Neuquén visitó a Maronese por el torneo de Lifune. El duelo se disputó en el mediodía del domingo, en la cancha de césped sintético que tiene el club capitalino, y fue válido por una nueva fecha del certamen local.
En el entretiempo del encuentro, uno de los tablones de la tribuna visitante se rompió y una mujer cayó de forma inmediata. "Fue en el entretiempo, entonces muchos habían bajado. Nadie saltó, no se estaba haciendo alboroto. Yo estaba tomando mate cuando pasó y no alcancé a escuchar el 'crack' de la madera. Solo me sentí cayendo, giré en el aire y caí sobre la cadera. Mis hijos se dieron cuenta después que los tablones están rajados, no tienen mantenimiento. Se quebró porque no está en condiciones, no porque se haya forzado la madera", contó Daniela, quien se puso en contacto con LMNeuquén para denunciar el hecho.
La ambulancia la trasladó rápidamente para ser atendida. Los primeros chequeos le dieron bien, pero según contó el dolor de la caída fue muy marcado.
"Me golpeé la cadera, estoy con una serie de estudios", agregó la damnificada, quien además contó que el hecho pudo haber sido todavía más grave: "Mi hija está operada de la columna, tiene 26 tornillos y dos tensores. Ella se había bajado cinco minutos antes para ir a buscar un protector solar. Si ella llegaba a estar en la tribuna, no se cómo hubiese sido la situación".
Acerca de la actitud del club, mencionó que el presidente Hugo Silva se contactó con su familia para interiorizarse de la situación. "Se comunicó Silva con mi marido, aún no he hablado con él. Lo que hacen es políticamente correcto, ellos saben que hay que mantener esas cosas. Me tiene indignada porque ahora me toca atravesar toda esta situación, perder el día de trabajo, cosas que tengo para fin de año y esas cosas tienen su costo", manifestó Daniela.
Más allá de esta situación puntual que vivió en Maronese, la mujer aclaró que es algo que se repite en otros reductos deportivos de la zona. "Hay falta de mantenimiento, es un desastre. Cuando sos visitante, en la gran mayoría de las canchas, los baños no están en condiciones, son un hormiguero. Los cables están expuestos", finalizó.
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