Una fiesta: el Real Madrid pasó por encima al Barcelona y se consagró campeón de la Supercopa
El conjunto merengue vapuleó 4-1 a su máximo rival con un show de Vinicius, que convirtió un triplete.
El Barcelona vivió una pesadilla en Arabia Saudita frente a su clásico rival: en el marco de la final de la Supercopa de España, cayó goleado por 4-1 ante el Real Madrid con una extraordinaria performance de Vinicius Junior, que anotó un triplete. El conjunto culé, que no pudo mantener la regularidad en la Liga Española y que está lejos del líder Girona, volvió a dejar una pálida imagen y fue ampliamente superado por los Merengues, que se florearon desde el inicio.
Antes de los primeros diez minutos del pleito, los comandados por Carlo Ancelotti ya vencían 2-0: el primer tanto del cotejo llegó a manos de la estrella brasileña, que aprovechó una gran asistencia de Jude Bellingham para quedar de cara al arco y llevar a cabo una linda jugada personal. El ex Flamengo tomó el balón, dejó en el camino a Iñaki Peña y definió a puerta vacía. Vini, al rato, estamparía su segunda conquista con la meta desguarnecida tras un pase de su compatriota Rodrygo.
A esas alturas, los de Xavi lucían golpeados y cada contraataque rival era un puñal. Los blaugranas mostraron apenas una tibia reacción de la mano de Ferrán Torres, que estrelló su remate en el travesaño. El delantero español también contó con otra chance inmejorable para descontar, pero Andriy Lunin contuvo su tiro con una muy buena estirada. Sin embargo, a la media hora de juego, Robert Lewandowski sacó a relucir su potencia para poner en partido al Barsa.
El polaco, con un gesto técnico envidiable, clavó una linda volea para sellar el 2-1 que dejaba con aspiraciones al tercer clasificado del campeonato doméstico. Aún así, los blancos contestaron al instante: luego de un centro de Aurelien Tchuameni, Vinicius cayó al suelo producto de una falta de Ronald Aráujo y el árbitro Juan Martínez Munuera sancionó penal. La víctima de la infracción definió con prestencia y amplió diferencias.
Ya en el complemento, con el Madrid con todas las líneas atrás, el elenco catalán tomó la iniciativa aunque sin ideas y con poca capacidad de generar juego. De todas formas, la instancia decisiva ya estaba sentenciada y solo hubo tiempo para un gol más: a los 65', Rodrygo capitalizó un flojo rechace de Andreas Christensen para transformar el resultado en una fiesta para los vencedores, que se alzaron merecidamente con el título. El jogo bonito lo trajo el 7.
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