Analía Franchín contó cómo es su "relación" con las ratas: "En mi casa hice un..."
La panelista contó una particular historia que dejó a todos sus compañeros sin habla.
En los últimos días, un grupo de padres de Parque Chacabuco denunciaron que sus hijos no quieren ir a la escuela debido a una invasión de ratas. Esto provocó un debate sobre el tema en A la Barbarossa, que terminó en una fuerte revelación de Analía Franchín y el vínculo que ha tenido con los roedores durante toda su vida.
“Todas las manzanas tienen que trabajar en conjunto, porque vos podés poner un montón de cebos, ultra sonidos o barreras en una propiedad, pero toda la manzana tiene que estar igual. Todos sabemos que la rata se reproduce compulsivamente, permanentemente”, explicó Analía Franchín.
“Sepamos señores que estamos parados en un tembladeral de ratas”, agregó Georgina Barbarossa. “Claramente. Todo el tiempo. Pero por suerte hace muchísimos años que no se registra un caso de rabia en ratas. ¿No? No es agradable la rata para muchos. A mí me encanta”, admitió Analía Franchín.
“¿Cómo que te encantan?”, preguntó sorprendido Lío Pecoraro. “Sí, a ella le encantan”, confirmó Nancy Pazos. “A mí también…”, admitió Georgina Barbarossa. “A mí me gusta mucho la rata desde chiquita. He tenido ratas de mascotas”, explicó Analía Franchín.
“Vos no estás bien, Analía”, le respondió sorprendida Noelia Antonelli. “Ahora te entendemos. Contanos…”, bromeó Georgina Barbarossa. “Ahora entendemos algunas amistades que tiene…”, le siguió el juego Nancy Pazos.
“A mí me gustan las ratas, pero contanos cuál fue tu problema…”, pidió la conductora. “Cuando yo era chiquita, tenía 5 años, vi la película Ben, la rata asesina. La rata era la líder de las cañerías de New York. Los bomberos trataban de fumigarla y ella corría lastimada a la casa de un chiquito. Y se hicieron muy amigos”, contó Analía Franchín.
“A partir de ahí, nosotros cuando vivíamos en Floresta, que teníamos al lado una fábrica de macetas, estaba todo lleno de ratas. Mi mamá las mataba y las tiraba a la calle. Entonces, yo iba y las entraba”, reveló ella.
“¡No! Por favor no cuentes eso…”, le pidió Paulo Kablab. “Yo las entraba y hacía como un cementerio de ratas en mi casa”, agregó Analía Franchín. “No es la anécdota para este momento que están los padres haciendo un reclamo…”, opinó Nancy Pazos cerrando el tema.
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