Evangelina Anderson les dio un extraño juguete a sus hijos
La modelo mostró nuevamente detalles de la mudanza de su familia que ya va llegando de a poco a su fin.
Cerca del final oficial de la mudanza desde Alemania hasta la Argentina, Evangelina Anderson recibió las últimas cajas, en donde estaban guardadas gran parte de las pertenencias familiares que antes se encontraban en Múnich. Como era de esperarse, la modelo registró el proceso en sus redes sociales para compartirlo con sus seguidores, pero hubo un detalle que se robó la atención de todos en Instagram: el particular juguete que mandó a traer especialmente para sus hijas.
Recordemos que a finales del 2022, la familia entera se enfrentó a un nuevo desafío: dejar su hogar en Alemania para regresar al país que vio crecer a ambas celebridades, en donde el exfutbolista se pondría al hombro la dirección técnica de River tras la salida de Marcelo Gallardo.
La mudanza no fue nada fácil. No solo desde lo emocional, sino también por los múltiples trámites que implicó el traslado intercontinental de una familia entera, incluyendo a tres menores de edad.
En noviembre del 2022, el clan Demichelis-Anderson desembarcó en Buenos Aires en donde pasaron las fiestas de Navidad y Fin de Año rodeados de sus seres queridos. Medianamente acomodados en el que sería su hogar provisorio, el exdefensor se quedó en la Argentina mientras la modelo volvía a Alemania a terminar el papeleo necesario para confirmar el gran cambio de vida.
Meses después del viaje inicial, Anderson -quien quedó designada como la encargada de organizar la mudanza- utilizó sus redes sociales para celebrar que, luego de mucha espera, finalmente le llegaron las últimas cajas que se hizo enviar desde Alemania.
Una vez recibidas, empezó a desarmar los paquetes y a dar inicio la nueva parte: la decoración. Sin embargo, antes de poder desarmar cada una de las cajas, sus dos hijas se adelantaron para buscar un par de exclusivos juguetes que su madre incluyó en el traslado y comenzaron a jugar.
En la filmación, podía verse a las dos niñas subidas a dos caballos de juguete que tenían ruedas en cada una de las cuatro patas y que, cuando ellas realizaban el movimiento típico de la cabalgata, se movían por cuenta propia.
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