Camila Nacif contó la historia de su mascota rumiante que alegra a sus seguidores y que hasta incentivó a que un niño con autismo rompiera el silencio.
En un país con una buena parte de la población carnívora y el asado como tradición -siendo el chivito uno de los platos más codiciados-, tener como mascota a un rumiante es una sorpresa insólita, más allá de la novedad de salirse de la opción típica de perros y gatos.
Si los visitantes de la Hostería Las Ovejas, en el norte neuquino, quedaban asombrados -años atrás- al ver a un simpático chivo llamado Lolo como anfitrión del lugar, el país entero cayó a los pies de la desopilante y tierna cabra Vilma cuando la descubrieron hace un tiempo en TikTok, junto a Camila Nacif, su gran compañera y relatora de aventuras.
Traviesa, tierna y "tóxica" -tal como bromea su cuidadora cada vez que destaca que le sigue el rastro intensamente-, la mimosa chivita negra, con toques de pelo blanco y marrón claro en su cabeza, se convirtió en una verdadera influencer en las redes, a punto tal que protagonizó notas a escala nacional en varios portales y un informe en la conocida señal de noticias TN.
Además de alegrar a sus fans con sus habituales aventuras y gracias, Vilma llegó a ser incluso venerada por un hombre luego de ver que su hijo con autismo comenzó a hablar a partir de divertirse a diario con sus videos.
"Una locura"
Dos años atrás, Camila ni se imaginaba como una usuaria activa en las redes sociales. Menos que se iba a convertir en toda una estrella en ese universo y que lo haría a través de una mascota. Tampoco estaba en su horizonte de posibilidad que en su casa adoptaran una cabra y que la misma se convertiría en su amiga inseparable.
"¿Una cabra van a traer a casa?¿Cómo hacemos con una cabra? Pero, ¿por qué no pide un perro?", exclamó indignada la joven estudiante de psicología cuando se enteró que su padre finalmente accedió a las reiteradas súplicas de su hermana Xiomara y decidió regalarle el animalito para su cumpleaños número 17.
En la previa a Navidad, una fecha típica en la que se carnean chivos para el festejo, los Nacif llegaron a un campo en Barda del Medio para que Xiomara eligiera su obsequio. Faltaban unos meses para que se cumpliera un año de aquel campamento vegano en Fernández Oro en el que la adolescente flasheó al descubrir que los chivitos podían ser mascotas.
"Me gustaba que saltaban, jugaban y la energía que tenía. No sé, hubo algo diferente que me re gustó. Es una conexión muy linda la que tienen con los humanos y perro ya tenía", comentó con voz tímida la joven, en diálogo con LMNeuquén.
"Cuando llegamos al lugar, estaban carneando. A Xiomara se le bajó la presión. Había niños que participaban", comentó Camila, retomando al punto de inflexión en sus vidas cuando dieron con Vilma.
"Habían cabras grandes con cuernos, blancas y a un costadito, había una, mas chiquita, flaquita, negra. 'Quiero esa', dije", acotó la menor de las Nacif, que cultiva un perfil más bajo.
"A todo esto no sabíamos que Vilma no iba a tener cuernos. Tocó que sea hembra de casualidad. Muchos preguntan si nosotros le sacamos los cuernos y vino así como dice su veterinaria", agregó Camila, antes de contar con gracia que el criancero quedó estupefacto cuando el padre de ellas se negó a que carnearan a la chivita de tres meses. "Quedaron re impactados, nunca les había pasado esto", añadió entre risas.
Pese a su reticencia inicial, enseguida Camila se enamoró la nueva amiga peluda de su hermana, a la que terminaron bautizaron Vilma "por error". "En verdad se tenía que llamar Selma como el personaje de Los Simpson, pero mi hermana se equivocó y le puso Vilma como el personaje de Los Picapiedras. Y luego no lo quisimos cambiar, consideramos que quedaba lindo así", explicó la histriónica joven que cotidianamente satisface la curiosidad de los fanáticos de la cabrita en las redes.
La adaptación de Vilma al hogar de los Nacif, en la zona rural de Valentina Norte, fue intensa, en principio para las hermanas. "Las primeras noches fueron sin dormir. Nuestro papás nos dijeron: 'Ustedes la quisieron, ustedes se hacen cargo'. Xiomara no tenía tanta paciencia, y yo, que apenas la vi me encariñe, era la que más trasnochaba", recordó Camila.
"La cabra no quería estar sola. En un momento pensamos en devolverla, pero la iban a matar. Luego llamamos al hombre de Barda del Medio y nos dijo: 'Si ustedes quieren que la cabra no llore, tienen que comprar otro chivo'. Ahí dijimos: 'No, pará, hagamos algo'. Así que nos turnábamos. Nos pasábamos la noche tomando mate -porque era verano- y ella feliz de la vida. Hasta que descubrimos que se empezó a adaptar con los perros. Si estaban ellos ahí, no lloraba", relató en alusión a Vaca, Quinoa, Rambito y Roco.
Consultada sobre cómo la recibieron sus otros colegas de cuatro patas en su casa, Camila precisó: "Todos se adaptaron menos Vaca, que al principio le costo. Es el perro justiciero, buchón, que tomó mucha relevancia también en las redes sociales. Es el que delata a Vilma cuando hace una macana. Me toca la puerta con sus patitas y empieza a ladrar", puntualizó. "Ahora igual se llevan muy bien". "Los gatos son indiferentes, se ve que saben que es un animal inofensivo", reflexionó en relación a Piltrafa, Ron y Alaska.
Entre las anécdotas de la primera etapa de Vilma con los Nacif, Camila destacó el día que se escapó y ella la encontró en la plaza, "pastando con todos los perros alrededor que la miraban como diciendo "¿Qué es esto?" . "Tiene mucha afinidad con los perros. Un día le trajimos a Rosalía, otra cabra, y la echaba. Ella quería estar con los perros", exclamó, para luego mencionar entre otro capítulo emblemático una escapada en su auto a El Chocón. "Le encanta viajar, mira para todos lados", aseguró.
"Ella es un niño, demanda presencia, caricias. En un video muestro como a la noche me va a despertar. Yo no duermo en la casa, duermo en una habitación al lado del taller de arte y cuando, por ejemplo, a las cinco de la mañana me levanto para ir al baño, ella va a la ventana y me hace 'meeee'", contó la influencer.
Con su presencia, Vilma conquistó uno por uno a los integrantes de la familia, incluida la madre de las chicas que le da todos los gustos, además de levantarse religiosamente todas las mañanas a limpiar "sus pelotitas y los palitos" del patio. "Las cabras si ven que el pasto está sucio no lo comen. La lechuga se la tengo que lavar. La veterinaria me decía que la había malcriado mucho", acotó Camila, siempre con chispa y risueña.
A Vilma se le construyó una casita blanca de madera especial. Las plantas de la vivienda pasaron a la parte delantera de la vivienda ya que la cabrita se las comía, mientras que la huerta tuvo que ser protegida con un cerco. Todo un despliegue que los Nacif hicieron con gusto, compensados por la alegría que llevó la chivita a su hogar.
En cuanto a las costumbres culinarias, solo Xiomara incorporó el veganismo. El resto de la familia continúa con su alimentación habitual, incluyendo productos cárnicos, aunque el chivo quedó definitivamente eliminado del menú.
Respecto a los cuidados que tiene que tener el animal, señaló: "Tuve la suerte de conseguir una veterinaria, excelente profesional y buena persona, especialista en rumiantes, que me asesoró en todo. Me enseñó a tomarle la temperatura o fijarme en la vulva para saber si está en celo o no".
"La cabra es un animal de costumbre, hay que ir adaptándolo de a poco. Por ejemplo: le encanta las hojas de sauce, pero al comer eso no comía el fardo o el pasto. Entonces se las tuve que sacar para acostumbrarla al pasto y a su alimento balanceado", añadió.
"Luego esa veterinaria se fue a otro país y tuve la suerte de encontrar a otro también muy bueno", manifestó en alusión a Claudia Ambrosi y Juan Pedro Maeso. "A mi me contacta gente que vive en el campo, que ha comprado una cabra para los niños, para saber cómo es el tema de la alimentación porque no encuentran veterinario especialista. Y si lo encuentran, no les dice todo lo que yo vengo publicando. Una chica me contó que le dijeron que las cabras no llevan vacuna y sí, llevan dos. Así que yo tuve suerte de haber encontrado a estos veterinarios", recalcó Camila.
Una estrella en las redes que inspira y lleva alegría
Vilma irrumpió en el universo de las redes sociales de casualidad, como consecuencia de un día de aburrimiento de Camila, que empezó a filmarla y a subir videos en TikTok como pasatiempo, en marzo de este año.
"En la quinta publicación se convirtió en un fenómeno viral. Al día siguiente nos empezaron a llamar de los medios. Ese video tiene más de 15 millones de visualizaciones y la cuenta ya está llegando al millón de seguidores", subrayó la joven.
"Lo que me impulsa a seguir publicado son los mensajes de la gente. Muchos me dicen que le alegra los días; que se levantan y lo primero que hacen es ir a ver los videos de ella. Hay gente que me escribió por privado contándome que sufrían de depresión o ansiedad y que Vilma los alegraba", expresó maravillada Camila.
"Cuando no subo videos me preguntan qué me pasó. Cuando estuve enferma me decían: 'Cami, por favor mejorate, te necesitamos'. Es impresionante el amor y el cariño, es poca la gente que nos nos quiere, muchos hablan por desconocimiento", sumó en relación a los odiadores virtuales, conocidos también con el término en inglés "haters".
"Algo que me impresionó mucho fue un hombre me escribió también comentándome que su niño con autismo no hablaba y que empezó a hablar con los videos de Vilma", destacó conmovida.
"Hace poco la llevé a la tienda de mascotas Paraíso Animal, la gente la reconocía y no lo podían creer. Muchos no sabían que era de Neuquén, creían que era de Buenos Aires. Muchos de los que saben que es de acá, me han hecho muchos regalos", postuló a la hora de hablar de la fama de su gran amiga y socia en las redes.
Mientras espera ansiosa recibirse de psicóloga en diciembre, Camila proyecta hacer una especialización en un centro de terapia asistida con animales. "Me encantaría poder poner un lugar así en Neuquén para niños. Ese es mi sueño, así que estoy estudiando a full", señaló la joven que en un tiempo -con la partida de su hermana a Estados Unidos para sumar une nueva experiencia a su vida- tendrá más responsabilidades con Vilma.
"Yo supongo que, después de recibirme, me voy a ir de casa. O buscaré un lugar para poder estar con Vilma o la dejaré con mis papás que sé que la van a cuidar muy bien. Yo me mudaré cerca para ir a verla todos los días. Además del cariño que le tengo, como veo cómo impactan sus videos en cuanto a que hace feliz a la gente, no quiero dejar todo eso de lado", planteó.
"Si fuera por mi, tendría más rumiantes. No puedo creer que gracias a mi hermana me haya hecho tan fanática. Yo soy fanática de los perros, pero con este animal tengo una conexión especial", concluyó.
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