La última sucursal de Blockbuster en el mundo

Hace casi veinte años, si una persona quería ver algún estreno en formato VHS o DVD podía acercarse a cualquier sucursal de Blockbuster y acceder a cientos de títulos.

Fundada en 1985 por David Cook, en los años 90 tenía una cuota de mercado del 25% mundial. En el año 2004 contaba con 9.000 videoclubes repartidos por todo el mundo

Con el avance de la tecnología, las redes P2P, torrent, los sitios de descarga de contenido en la nube y el auge de los servicios de streaming como Netflix acabaron con la franquicia.

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El último local de Blockbuster sobre la tierra se encuentra en Bend, Oregon y representa el final de la cadena de videoclubes. Blockbuster fue un éxito en los 90 y marcó tanto la época que en el avance de Capitana Marvel, una película ambientada en esa década, comienza con el personaje principal aterrizando y destrozando el techo de uno de los locales.

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El local de Bend cuenta con casi cuatro mil clientes con membresía y se convirtió en un atractivo turístico al que llegan cientos de turistas que viajan horas para visitar el local.

El interior está decorado con los típicos colores azul y amarillo de la franquicia junto al merchandising de la marca, gorras, tazas, remeras y hasta cerveza que elabora un productor local bajo el nombre “The Last Blockbuster” (El último Blockbuster).

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“Prácticamente nos ha revitalizado ser la ultima tienda”, “Nos tratan como celebridades afirmó Sandi Harding, gerenta general del Blockbuster de Bend.

El local de Bend se mantuvo en el tiempo por estar ubicado en una zona donde la población vive en pequeñas comunidades donde el acceso a Internet no es suficiente para soportar a las plataformas de streaming.

La gente que viene de las comunidades a abastecerse de productos a Bend pasa por el local a alquilar películas aprovechando la promoción de siete días que ofrece la tienda.

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Los turistas que se acercan al local se toman fotos afuera y dentro del local. “Es como los vinilos y como las personas que quieren volver a tener tocadiscos”, menciono Harding. “Llegamos a un momento en el que algo que estaba pasado de moda vuelve a ser tendencia, definitivamente hay un interés por mantener con vida esta manera casi extinta de ver películas”, agregó.

Fuente: The New York Times

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