La Justicia de San Luis rechazó el pedido de Victoria y Antonela para hacer la cuarentena en la casa de su mamá, tras la muerte de su padre. Serán aisladas.
El caso Solange generó dolor e indignación en todo el país. Y lo que les pasa a dos jóvenes que no pudieron despedirse de su padre en San Luis, sigue generando una ola de enojo ante cada noticia en contra de las chicas. Ahora se supo de un nuevo revés judicial para las hermanas Victoria y Antonela Garay. El Juzgado Federal de Río Grande rechazó una medida cautelar presentada por las jóvenes para poder hacer los 7 días de cuarentena obligatoria para prevenir el contagio de Covid que les exige la provincia de San Luis en la casa de su mamá, en lugar de tener que aislarse en la Universidad de La Punta. Esto se suma a la angustia que tuvieron que vivir para que el Comité de Crisis de San Luis las autorizara a ingresar a la provincia para despedir a su padre, que murió el lunes de cáncer sin que ellas pudieran verlo, luego de una decena de rechazos para ingresar desde el sur del país.
La información fue brindada por la abogada de las jóvenes, Emma Matorras, quien se mostró indignada por la “falta de humanidad que tuvo el fallo”. “Cuando las llamé para darles la noticia se largaron a llorar. Imaginate que el lunes a la noche se enteraron en la ruta, mientras viajaban hacia San Luis, que el papá había muerto; y hoy que recién van a poder ver a su mamá una semana después de ingresar a la provincia. El fallo de la juez fue bastante contradictorio porque autorizó a las chicas a asistir al velatorio, cuando sabía que estaban a miles de kilómetros de distancia, pero no les permite reunirse en lo inmediato con su mamá, las chicas están sin descansar, agotadas mentalmente y destruidas anímicamente. Solo pedíamos una señal de humanidad”, explicó la abogada de las hermanas Garay.
Martín Garay, el padre de las jóvenes, un paciente de 61 años con cáncer de pulmón y metástasis ósea, estaba esperanzado en poder darle un último abrazo a sus hijas antes de morir. Los separaban más de 3000 kilómetros de distancia: es que él estaba en San Luis y sus hijas en Tierra del Fuego. Debido a los trámites burocráticos que les exigía el gobierno puntano, las hermanas no pudieron despedirlo ni asistir a su velatorio. Esto pasó después de 10 intentos fallidos, en los que el Comité de Crisis de San Luis les rechazó el permiso de acceso a la provincia. El sepelio de los restos de Garay, previo responso religioso, se realizó el martes a la mañana, cuando sus hijas aún estaban a mitad de camino.
El hombre falleció el lunes por la noche de un paro cardíaco en el pueblo de Quines, donde se encontraba con internación domiciliaria y cuidados paliativos. Lo habían diagnosticado el 14 abril y cuatro meses después del tratamiento los médicos le dijeron que su cuadro era irreversible. “Llevamos 13 días de reclamos. Y las chicas hoy se encuentran frente a un desenlace que no era el esperado. La intención siempre fue que llegaran a despedirse de su padre. En este contexto ellas necesitan estar con su madre. Necesitan hacer el duelo con ella”, insistió Matorras, quien rechazó las medidas impuestas para evitar los contagios de Covid.
Cuando se enteraron de la noticia del fallecimiento, las jóvenes estaban en Puerto San Julián y Victoria tuvo que ser atendida en un hospital santacruceño porque entró en shock. Después de la viralización del caso, el Comité de Crisis sacó un comunicado donde informó que finalmente las autorizaba a ingresar a San Luis pero con dos condiciones: PCR negativo al momento de su llegada y 7 días de cuarentena en las residencias de la Universidad de La Punta. En este caso particular, solo decidió reducir una semana el aislamiento obligatorio y se mantuvo inflexible ante la petición de las hermanas. “La política que cada provincia asume en resguardo de sus ciudadanos es comprensible. Pero cuando el ejercicio de ese poder ya deshumaniza el reclamo de dos hijas que tenían a un papá que vivía donde no hay casos de Covid y ellas tampoco tienen Covid, eso sí es una falta de sentido común”, explicó la abogada de las hermanas Garay.
En cuanto al por qué de la negativa de hacer la cuarentena contra el Covid en su casa, la abogada de la familia Garay explicó, “somos seres humanos que tenemos sentimientos y el derecho de poder acompañar a nuestras familias en momentos críticos. Hay cuestiones que se desbordan en este contexto de pandemia por el Covid y el Estado no puede desentenderse”.
La situación de Martín Garay se hizo pública luego de la muerte de Solange Musse, el papá de la joven, a quien le prohibieron el ingreso a Córdoba desde Neuquén para despedirse de su hija enferma de cáncer. También tuvo que presentar una medida cautelar. A diferencia de las hermanas, el hombre sí pudo estar presente en el velatorio, pero no logró despedirse o darle fuerza para que luchara un tiempo más contra la enfermedad.
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