A 48 años de la primera y única visita de la leyenda holandesa al país, el aguerrido ex defensor del Rojo se confiesa. El divertido reencuentro tras la final del mundo, sus goles clave y la cruda reflexión: "si solo me recuerdan por eso, algo hice mal".
Casi medio siglo transcurrió desde aquella memorable jornada. Para ser más exactos, se cumplen hoy 48 años. Sin embargo, el recuerdo de su patada a Johan Cruyff que lo sacó de la cancha en la final Intercontinental no solo que permanece inalterable si no que la leyenda cada vez se agiganta más.
"Dentro de poco me van a meter preso. Para mí fue una jugada normal. Siempre me lo recuerdan. Lo que le digo a la gente es que si solo me recuerdan por una patada y jugué 10 ó 12 años en la época más gloriosa de Independiente, algo habré hecho mal. Yo jugaba de esa manera, así sentía el fútbol”, reflexiona ante LM Neuquén Dante Mírcoli, aquel aguerrido defensor del Rojo al que incómoda que su rica trayectoria en el fútbol esté ligada ó se simplifique en esa acción violenta.
Todo tomó mayor repercusión porque fue la primera y única visita al país de la leyenda holandesa. Y el Tano, como apodan al otrora aguerrido zaguero, le hizo sentir su rigor. Tanto, que el crack que brilló en el Barcelona y la selección de su país debió salir del campo con un esguince de tobillo.
Poco antes, Cruyff había dejado en el camino a Miguel Angel López y batido a Pepé Santoro para el 1 a 0 parcial. Luego igualó Francisco Sá y fue 1 a 1 final. En la revancha en Amsterdam, no hubo equivalencias y los europeos triunfaron 3 a 0.
“De eso no te acordás nada cuando jugás. El tiempo te va dando otras cosas. Yo ni sabía de hecho que hoy era el aniversario hasta que la prensa empezó a llamar. ¿Si volvería a hacerlo? Seguro, no fue nada de otro mundo, para mí una jugada normal pero se hizo ruido porque era él. Más en ese tiempo que, irse de la cancha era algo que no era normal", amplía su relato quien hoy tiene 73 años y trabaja como cazador de talentos del Rojo.
Cre justamente que todo se sobredimensionó por la estrella que sufrió su vehemencia. Pero que si hubiese sido al revés, hoy nadie se acordaría... "Me dieron tantas patadas a mí y nunca protesté. No estoy peleado con nadie, ni enojado. El fútbol es para los hombres y el que no se la banca que no juegue", afirma Mírcoli, tan temperamental como cuando jugaba.
Fue goleador en la Copa
Consultado por alguna sutileza o lujo que le gustaría que le recuerden también, para que su imagen no quede reducida al "célebre" patadón, Mírcoli sorprende con el dato. "Fui goleador de la Copa Libertadores 72' que ganamos, con cuatro tantos, junto al Pato Pastoriza. ¿El gol que más recuerdo? El que le hice al San Pablo para el 2 a 0, centro de Balbuena entré con furia y convertí", evoca con nostalgia.
Las bromas en su reencuentro con Cruyff y la comparación con Messi
Claro que Dante no discute la clase de jugador que era su "víctima". “Cruyff fue el mejor jugador que enfrenté junto a Pelé. Y mirá que marqué a tremendos monstruos”, asegura sin dudar.
Seguidamente revela detalles de los divertidos encuentros posteriores con el inolvidable Johan. "Me habré encontrado dos ó tres veces, en entrenamientos del Barcelona que pasé a visitar y demás. Me cargaba, 'no me vas a pegar', esas cosas me decía", rememora con una sonrisa.
La muerte del astro al que de algún modo quedó vinculado eternamente le pegó duro, "me dolió mucho, uno de esos jugadores que no se tienen que morir nunca. No les tengo bronca a los contrarios, quería ganar. Pero a él lo respetaba mucho, te volvía loco dentro del campo", lo elogia.
Mucho se habló estos días si Messi es el máximo ídolo del Barcelona o Cruyff lo supera. "Yo creo que Messi es más, porque juega ahí hace casi 20 años. Si hubieran jugado los dos juntos, al mismo tiempo, me hubiera costado decidir. Son dos fenómenos", sostiene a la hora de escoger a uno.
Su trayectoria
Dante Mírcoli nació en Pergamino. Estuvo en Independiente del 65' al 73', luego actuó en Estudiantes de La Plata, Sampdoria y Catania de Italia, Estudiantes, Racing y el Bucaramanga de Colombia.
También se destacó como DT en el ascenso argentino y tuvo un recordado paso por la Patagonia. "Sali campeón con Dock Sud en la B, también gané títulos con Petrolero de Caleta Olivia, en Comodoro Rivadavia dirigí a Ameghino y Huracán y en Trelew a Racing y Argentino del Sur. Dirigí Nacional B, a Douglas Haig de mi ciudad y salí campeón de la liga pergaminense con Manuel Ocampo", resume con una memoria prodigiosa.
Y en su rol de detector de talentos, se jacta de un hallazgo que hoy disfruta todo Independiente. "Tenemos un chaqueño en la primera, el Chaco Martínez, lo trajimos con el japonés Pérez", saca chapa Dante Mírcoli. El ex defensor del Rey de Copas que no se pone "colorado" al recordar la famosa patada a una leyenda del fútbol mundial
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