El último intento de Brasil, Colombia y México para negociar con Maduro

Venezuela está nuevamente en un profundo laberinto político, con una sociedad dividida y enfrentada. El líder del régimen, Nicolás Maduro, está acorralado por masivas marchas de la oposición y el reclamo de la mayoría de la comunidad internacional ante las fallidas elecciones del mes pasado.

Las famosas actas de los comicios, que servirían para determinar con pruebas quien ganó, no aparecen y Maduro argumenta que no las tiene por un supuesto hackeo del sistema electoral, algo absurdo con un programa como el que tienen los venezolanos. Culpó de ello a Macedonia del Norte, en primer lugar, y luego al dueño de X (Twitter) Elon Musk.

Frente a los pedidos de los países de la región, de las potencias europeas y de Estados Unidos –quien fomentó las últimas negociaciones con la oposición para llegar a estos comicios-, el gobierno venezolano respondió sólo con negativas.

Nicolás Maduro se niega a mostrar las actas del escrutinio electoral

En Venezuela la crisis se fue profundizando y la indignación de la población crece día a día. Las marchas de este fin de semana, una de ellas encabezada por María Corina Machado, la líder opositora, tuvieron masiva concurrencia.

El mandatario respondió con más represión. A los 20 muertos de los últimos días a manos de las fuerzas de seguridad hay que agregarle los detenidos, que ya superan los 1.500.

Frente a este infortunado panorama político y el temor a una mayor violencia en las calles, los aliados de Maduro en la región, Brasil, Colombia y México, intentan una última jugada: buscan convencer al mandatario de que acepte negociar una salida con la oposición.

Lula da Silva, Gustavo Petro y Manuel López Obrador, presidentes de Brasil, Colombia y México, respectivamente.

Lula da Silva, Gustavo Petro y Manuel López Obrador, presidentes de Brasil, Colombia y México, respectivamente.

La salida negociada

La crisis en Venezuela no le conviene a nadie. Si Maduro se niega y continúa en esta postura represiva, sin que su gobierno sea reconocido formalmente a nivel internacional, afectaría tanto a la economía como a la administración gubernamental.

La ilegitimidad traería otros graves problemas al país. La economía venezolana mejoró en los últimos meses gracias a que Estados Unidos flexibilizó las sanciones a la producción petrolera. Pero todo puede revertirse en caso de que el gobierno de Maduro continúe endureciendo su postura.

Su única salida sería recurrir a Rusia y China para obtener los fondos que necesitan los engranajes financieros del gobierno, pero ambas potencias también están agotando su paciencia y el aporte no es tan fluido como antes.

El chavismo no quiere negociar con María Corina Machado

Con este escenario, los mandatarios cercanos en la región, Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y Manuel López Obrador (México) intentarán esta semana convencer a Maduro de que acepte una salida negociada con la oposición.

Se espera que los cancilleres de estos países viajen en estos días a Caracas para comenzar a diseñar el plan. El primer problema es con quién negociar.

La cúpula del régimen aceptaría dialogar con Edmundo González Urrutia, el candidato que según Maduro quedó segundo en estos comicios. Pero no quiere saber nada con Corina Machado, que les resulta repelente.

Algunos sectores proponen convocar a nuevas elecciones

Según el diario El País de España, la idea es lograr que Maduro acepte presentar las actas en una mesa con González Urrutia. Allí se dirimiría el tema de quién ganó. Si es el chavismo, la oposición detendría las protestas. En cambio, si es al revés, el oficialismo debería iniciar la transición.

Los que cuestionan este plan argumentan que Maduro y sus socios nunca aceptarían dejar el poder. Es más, hay temor de que se falsifiquen las actas, algo que sería burdo y que dejaría expuesto al régimen.

Una segunda alternativa, dicen, es convocar a nuevas elecciones para el año próximo. En este caso incrementaría la indignación de la población, quien vería esto como una manera del chavismo de manipular nuevamente la situación y alejar el problema mientras sigue gobernando.

Sin duda, la crisis es sumamente grave y difícil de resolver. Esta será la misión que encararán los cancilleres de Brasil, Colombia y México.

El chavismo no esperaba esta crisis

Fuentes del gobierno venezolano, según diarios españoles que tienen acceso a la intimidad del chavismo, el gobierno no esperaba un escenario tan crítico.

Hasta último momento, explican, los círculos íntimos de Maduro tenían el convencimiento de que ganaban las elecciones frente a un hombre grande y desconocido como González Urrutia (74 años).

Es más, se burlaban de él y de sus posibilidades en los comicios. Pero no salió como esperaban. Hubo una mala evaluación de la bronca de los venezolanos con el chavismo, que lleva más de dos décadas gobernando (11 de ellos con Maduro).

De acuerdo a las actas oficiales, González Urrutia habría ganado con una amplia ventaja. La oposición subió estas actas a una cuenta en Internet, pero el chavismo la cerró rápidamente.

Comentan que Maduro está tan irritado y alterado con esta situación que duerme poco y se muestra malhumorado ante sus asesores.

El mandatario intenta mantener la situación bajo control con el respaldo de las Fuerzas Armadas, pero sabe que tendrá problemas en poco tiempo.

Estados Unidos, que ya reconoció a González Urrutia como ganador de los comicios, volvería a aplicar las duras sanciones económicas a la producción de petróleo y contra los principales dirigentes del país.

Esto agravaría seriamente la crisis económica y produciría nuevamente una debacle en el país, algo que ni siquiera el apoyo de Rusia y China podrían solucionar.