“No hay palabras suficientes para expresar el dolor”, dijo el empresario Antonio Espaillat acerca de un hecho que provocó más de un centenar de muertos.
Antonio Espaillat, el dueño del boliche de República Dominicana cuyo techo se desplomó provocando una tragedia con mas de un centenar de muertos, les habló a las familias afectadas por el incidente y reconoció que “no hay palabras suficientes para expresar el dolor que genera este acontecimiento”.
“Lo que pasó ha sido devastador para todos”, admitió el propietario de la discoteca ubicada en la avenida Independencia de la capital dominicana, donde se desarrollaba un show del popular merenguero Rubby Pérez cuando se produjo el derrumbe en la madrugada del martes.
A través de un video, Espaillat afirmó: “Queremos que sepan que estamos con ustedes, que compartimos su angustia desde el primer momento hemos estado colaborando de forma total y transparente con las autoridades”.
“Seguimos en comunicación constante con el Centro de Operaciones de Emergencia mientras continúan las labores de búsqueda y rescate con equipos de emergencia voluntarios”, indicó acerca de los trabajos para encontrar a más sobrevivientes del colapso.
Hasta el mediodía de este miércoles las autoridades registraban al menos 124 muertos, 250 personas heridas de las cuales unas 150 fueron rescatadas, y decenas de desaparecidos.
“Como familia Jet Set, los acompañamos. A ustedes, madres, padres, hermanos, hijos y seres queridos de los afectados cuentan con nosoros. Todo lo que hacemos ahora, cada decisión, cada paso, tiene un solo propósito: estar a la altura de su dolor y acompañarlos”, expresó.
Luego agradeció al presidente de República Dominicana, Luis Abinader, por acercarse hasta el sitio de la tragedia. “Su presencia en el lugar de los hechos fue un gesto claro de solidaridad”, destacó sobre la presencia del mandatario.
Por último, valoró “el trabajo incansable de los equipos de emergencia y el respeto con que los medios y la ciudadanía han estado manejando esta situación tan, tan delicada”.
Y completó: “Hoy más que nunca, somos una familia. Gracias”. Al menos en ese video, nada dijo acerca de las posibles causas del colapso ni se refirió a su eventual responsabilidad en el incidente.
Una gobernadora y dos exbeisbolistas, entre los muertos
La gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, estaba en el boliche cuando el techo colapsó y murió más tarde en un hospital. Poco después del derrumbe, logró llamar al presidente Abinader para contarle lo que había sucedido y le dijo que estaba atrapada.
Es, al menos, lo que reveló la primera dama, Raquel Arbaje, en diálogo con la prensa. “Es una tragedia demasiado grande”, dijo Abraje.
Los exjugadores de la MLB Octavio Dotel y Tony Enrique Blanco Cabrera también estaban entre los fallecidos.
En tanto, el paradero del merenguero Rubby Pérez, de 69 años y quien protagonizaba el show, fue un misterio durante toda la jornada de este martes.
Si bien su representante en Estados Unidos, Listín Diario Enriquito Paulino, confirmó su deceso, y pese a que medios locales aseguraron que su hija, Zulinka Pérez, quien también estaba en Jet Set al momento del derrumbe aunque logró salir, debió recibir atención médica cuando le anunciaron esa noticia, lo concreto es que las autoridades no pudieron confirmar oficialmente ninguna novedad acerca de Roberto Antonio Pérez Herrera, conocido como “La voz más alta del merengue” hasta el mediodía de este miércoles.
Fue recién allí que el director del COE, el general Juan Manuel Méndez, confirmó que su cadáver había sido recuperado.
Las tareas de rescate no se detenían
Pese a que venían de afrontar una jornada agotadora, los rescatistas no detuvieron sus labores durante la última madrugada, en busca de más sobrevivientes entre los escombros del club nocturno.
Mientras personal de Bomberos removía cuidadosamente los escombros y en las pausas que ofrecían quienes manejaban los taladros con los que intentaban romper los bloques de concreto, los equipos pedían silencio, para tratar de oír hasta el más mínimo pedido de ayuda.
El martes por la noche, el director de operaciones de emergencia, Juan Manuel Méndez, aseguró que aún se escuchaban sonidos en los escombros y que los rescatistas trabajaban con mayor énfasis en tres áreas específicas. “No vamos a descansar hasta que no quede una sola persona debajo de esos escombros", advirtió.
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