La pieza, una de las más antiguas y más grandes del mundo, la tenía una anciana en Rumania que la usaba para trabar la puerta.
Durante décadas, una anciana de una aldea ubicada en el sur de Rumania usó como tope para trabar la puerta de su casa una piedra de considerables dimensiones. Se trataba de una pieza histórica de ámbar que los especialistas valuaron en 1.000.000 de euros.
La piedra pesa 3,5 kilos y las autoridades rumanas la dejaron para su cuidado y estudio en el Museo de Historia de Cracovia, Polonia, que cuenta con una sección dedicada al estudio de piedras semipreciosas, y luego volvió al Museo Provincial de Buzau, en Rumania, donde se exhibe.
La piedra de ámbar tiene entre 38,5 y 70 millones de años
Los especialistas del museo ratificaron la autenticidad del ámbar y estimaron que la piedra tendría entre 38,5 y 70 millones de años de antigüedad.
“Su descubrimiento representa una gran trascendencia tanto a nivel científico como a nivel de museo”, explicó al diario El País el director del Museo Provincial de Buzau, Daniel Costache.
La piedra que pasó desapercibida
La mujer que tenía la piedra la había encontrado en el cauce de un arroyo de Colti, una población del sureste de Rumania, país de Europa del Este y exrepública soviética.
Si darle más valor que el uso práctico, la anciana la utilizaba para trabar la puerta cuando la tenía abierta. Nadie se dio cuenta de que se trataba de una piedra semipreciosa.
Ni siquiera un grupo de ladrones que en un momento entró a robar a su casa ante la presunción de que tenía joyas antiguas.
La mujer murió en 1991, dos años después de la caída del gobierno comunista de Rumania, y unos familiares se quedaron con la casa.
Recientemente, un familiar que heredó la propiedad examinó la piedra con más atención y descubrió que era algo especial.
Hizo averiguaciones entre expertos porque la zona es un gran yacimiento de ámbar, y no se equivocó. Terminó vendiendo la extraordinaria resina fósil al Estado rumano, que ahora la considera parte del tesoro nacional.
El gobierno rumano la dio al museo polaco porque allí tienen los medios y los expertos necesarios para estudiar la piedra.
Antigua y valiosa
Los expertos aseguran que se trata de una de las piezas más grandes ámbar del mundo y la mayor de su tipo descubiertas hasta ahora.
El ámbar es una resina fosilizada de origen vegetal, que proviene especialmente de restos de coníferas. Suele ser transparente o translúcido. Se la considera una piedra semipreciosa y es utilizada en joyería.
Rumania se encuentra entre los países del mundo que cuentan con importantes yacimientos de ámbar. Buzau, justamente, es una de las zonas donde se encontraron más piedras de este tipo.
Es una gran reserva natural con pepitas de ámbar de gran valor por su calidad y variedad. Según los especialistas, hay 160 matices de colores, entre los que predomina el oscuro, del rojo y al negro.
Muchas piedras tienen incluso un rico contenido de restos fósiles de arácnidos, coleópteros, dípteros, crustáceos y pequeños reptiles.
Además de los cauces naturales donde se pueden encontrar estas piedras, en la región está la mina de ámbar de Stramba, que fue una de las más productivas durante la primera mitad del siglo pasado.
En cuanto a la pieza que tenía la anciana, los expertos afirman que el precio de un millón de euros es simbólico, ya que su valor real es incalculable.
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