En la Escuela 122 de Puente Picún Leufú, docentes y estudiantes necesitan agua para sus cultivos agroecológicos. Viajan 67 kilómetros desde Zapala.
Lo que debía ser una solución a la falta de agua en la Escuela N° 122 de Villa Puente Picún Leufú terminó con un hallazgo inesperado: a 27 metros de profundidad, en lugar del recurso hídrico, comenzó a brotar petróleo.
La Escuela Nº 122 del paraje Bajada Los Molles, ubicada en una zona rural de difícil acceso, atraviesa una paradoja insólita. El colegio necesita agua para abastecer a sus 14 estudiantes y sostener su producción agroecológica, y en su intento por perforar un pozo, encontró petróleo.
El hallazgo ocurrió a 27 metros de profundidad, cuando se buscaba una fuente de agua más estable para la comunidad educativa. Es una zona seca, que necesita de ese recurso para poder progresar, ante una economía con pocas oportunidades para el poblado.
“El pozo se cerró y se notificó a la comuna y al gobierno provincial. Ahora estamos haciendo una nueva perforación dentro del predio escolar, porque necesitamos el agua para la escuela y para los proyectos agroecológicos”, explicó en declaraciones a radio CALF, Daniel Pancioni, director del establecimiento.
Escuela pobre con petróleo: solo tres docentes
La escuela cuenta con apenas tres docentes: un director, un maestro de grado y un profesor de prácticas agroecológicas, quienes cada día recorren 67 kilómetros desde Zapala hasta la escuela, 27 de ellos por caminos de ripio, para brindar educación en un contexto desafiante.
“No vivimos en la escuela, vamos y volvemos todos los días. Coordinamos el viaje para llegar a las 8 menos 10 de la mañana y salir a las 2.20 de la tarde”, relató Panconi.
Sobre el estado de los caminos, explicó que la falta de mantenimiento ha dificultado aún más el acceso. “Como casi todos los caminos rurales, tenemos poca intervención de Vialidad en estos últimos años, pero lo sorteamos y llegamos todos los días con esfuerzo.”
El agua, vital para la educación agroecológica
Además de la enseñanza tradicional, la escuela impulsa la producción agroecológica con cultivos a cielo abierto, en invernaderos y en microtúneles. Uno de sus proyectos más avanzados es el cultivo de gírgolas, hongos comestibles que este año comenzaron a florecer. Pero sin agua, sostener estas iniciativas es casi imposible.
Actualmente, la escuela se abastece del río Picún Leufú, a 30 metros del predio, pero su caudal ha disminuido en los últimos años. Por eso, se decidió perforar en busca de agua subterránea. En el primer intento, sin embargo, encontraron petróleo.
Si bien en la zona no hay antecedentes de explotación petrolera, geólogos que han visitado la escuela aseguran que el lugar forma parte del núcleo de Vaca Muerta.
“Nos han contado que el color de las piedras es absorción del petróleo a través de los miles de años. Eso explica por qué en una perforación tan pequeña empezó a fluir petróleo”, detalló Pancioni.
El establecimiento se encuentra en el departamento de Catan Lil, mientras que del otro lado del río está Zapala, donde una ordenanza prohíbe la instalación de pozos petroleros para proteger el acuífero.
Ahora, la incógnita es si este hallazgo impulsará la exploración en la zona o si primará la necesidad de preservar el acceso al agua.
Mientras se analizan estudios sobre el hallazgo de petróleo, la escuela sigue sin encontrar el recurso vital que necesita. “El agua es clave para nuestra enseñanza y producción agroecológica. Sin ella, no podemos seguir adelante”, concluyó Pancioni.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario