La durísima postura de Osvaldo Llancafilo: apuntó contra Santiago Caputo y habló de "maniobras oscuras"

El diputado nacional del MPN, Osvaldo Llancafilo, descalificó en duros términos la actuación del oficialismo en el tratamiento en particular del articulado del proyecto de Ley Ómnibus del presidente Javier Milei. Acusó al gobierno nacional de operar "maniobras oscuras" para cambiar el texto del proyecto de ley que estaba acordado con la oposición dialoguista sobre la marcha de la sesión y a espaldas de los diputados.

Señaló al asesor estrella del presidente Milei, Santiago Caputo, experto en comunicación política, como responsable principal de una maniobra en las sombras que perjudicaba a los habitantes de Neuquén porque entre los cambios que se hicieron a escondidas estaba la modificación de un artículo de la ley para eliminar la tarifa reducida del gas natural para las usuarios conectados a la red en las provincias con inviernos más fríos.

La continuidad de la reducción del costo del gas domiciliario fue motivo de tironeos entre el gobierno nacional y los gobiernos de las provincias que cuentan con ese beneficio. La intención de la administración nacional era eliminar el beneficio de cuajo para igualar el precio del gas en todo el país, pero en la avanzada hacia ese esquema se chocó con la protesta firme de los gobiernos de las provincias que perdían el beneficio.

La restitución del costo reducido para las provincias del sur fue una de las concesiones que hizo el gobierno en la discusión del ambicioso proyecto que presentó Milei en el Congreso a poco de asumir. Desde su presentación, la iniciativa generó polémicas no sólo en la arena política, también en sectores empresarios, sindicales y entre las asociaciones civiles dedicadas a temáticas de lo más variadas.

El diputado Llancafilo atribuyó el fracaso del gobierno libertario en su primer desafío en el Congreso a "la impericia, la falta de diálogo y la soberbia que demostró el oficialismo desde que se empezó a debatir el proyecto".

Asimismo, rechazó de plano la acusación a la oposición por lo sucedido con la Ley Ómnibus que hicieron el Presidente y sus funcionarios no bien sus diputados asumieron que el debate estaba agotado antes de aprobar los artículos más pretendidos por el Ejecutivo.

Llancafilo consideró que los funcionarios del gobierno "son unos irresponsables, que están a cargo del poder central y no están construyendo un país con libertad, están construyendo un país con amenazas". Sostuvo, además, que "el oficialismo está construyendo un nuevo relato basado en la pos verdad".

Milei mandó a Diputados una ley con más de 600 artículos que modificaba drásticamente el ordenamiento jurídico que rige casi todas las actividades de la vida en sociedad. El proyecto trastocaba desde las reglas de la economía hasta la vestimenta de los jueces, para graficar sus alcances. Se levantaron en contra de artículos específicos gobernadores de todas las regiones, porque veían perjuicios para las actividades que sostienen la economía de sus provincias.

Rolando Figueroa tuvo que intervenir para evitar un tramo del texto que le daba al gobierno nacional potestades sobre los hidrocarburos que son reconocidas inherentes a las provincias en la Constitución Nacional, además de pedir por la tarifa del gas. En las negociaciones, que encabezó el ministro del Interior, Guillermo Francos, en nombre del presidente, se acordaron cuestiones que Milei se resistía a cumplir. Eso motivó una serie de desprolijidades en el tratamiento del proyecto en Diputados que terminó con la vuelta a foja cero del debate.

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No obstante, mientras se manifestaban las múltiples voces en contra de aspectos diversos contemplados en la ley, un grupo de diputados de la oposición suficientemente grande para aprobar el proyecto le ofrecía alternativas al gobierno para avanzar hacia la media sanción. El accionar de ese grupo, bautizado dialoguista, permitió que la ley avanzara hasta el debate en particular de cada artículo con la aprobación en general conseguida con un holgado margen de votos.

El último episodio de la saga que transcurrió durante el tránsito del proyecto por las instancias de la Cámara de Diputados tuvo como eje una maniobra del oficialismo para hacer votar un texto distinto al acordado. Llancafilo no disimuló la bronca que le causó el accionar "tramposo", calificó, de los operadores del gobierno de Milei sobre el filo de la votación del articulado del proyecto. La causa de la bronca del neuquino fue la misma que selló la suerte de la ley al menos en esta instancia. En medio de múltiples acusaciones de los diputados contra el accionar del oficialismo, los referentes del Presidente en la Cámara Baja asumieron con resignación el fracaso en la misión de entregarle al mandatario la media sanción del proyecto.

Por último, el diputado nacional dejó en claro su postura y adelantó su votación en un posible futuro debate: "¿Este es el juego al que quieren arribar? Que pongan en discusión el DNU que sancionaron unilateralmente en el Congreso, que este diputado se los va a votar en contra. Se terminó el diálogo donde solamente hay una parte que propone y la otra que autoritariamente decide qué si y qué no".