Es el único centro de formación profesional de San Martín de los Andes y su comunidad educativa está cansada de esperar por aprender en un aula de verdad.
El Centro de Formación Profesional (CFP) N° 19 de San Martín de los Andes funciona en lo que fue la Hostería "Buen Gusto", una vieja construcción de madera donde hoy asisten unos 500 estudiantes repartidos en tres turnos, quienes no bajan los brazos a sus esperanzas de estudiar en un aula y no en una pieza con baño en suite.
La escuela dicta talleres de manicura, construcción, belleza, pastelería, panadería, gasista, electricista, organizador de eventos, auxiliar de cocina, carpintería, entre sus más de 30 propuestas. Como son el único CFP de la zona todos los años tienen que dejar a muchos postulantes afuera, únicamente porque el edificio no puede cobijar a la gran cantidad de personas interesadas en capacitarse.
Lisandro Santos es su director y contó a LMNeuquén que el CFP N° 19 está por cumplir 60 años de historia y que funciona en esta vieja hostería céntrica desde la década del ´80. Cuando este edificio dejó de funcionar como hostería, sus dueños lo donaron a la Municipalidad y en los primeros años compartieron espacio con familias quienes eran enviadas ahí por Desarrollo Social, situación que generó varios inconvenientes.
Si bien esos problemas quedaron atrás hace mucho, cuarenta años después San Martín de los Andes creció muchísimo y el lugar les quedó chico. Santos calcula que si tuvieran un edificio adecuado para funcionar la matrícula sería al menos de 2000 estudiantes.
Y es por eso que reclaman al Consejo Provincial de Educación (CPE) que se concrete la obra de su edificio propio para el que ya cuentan con terreno y hasta proyecto ejecutivo culminado.
Hostería
El CFP N° 19 funciona en la vieja hostería en la calle Mariano Moreno 1083, en pleno centro de San Martín de los Andes. Si bien en ese mismo lugar también funcionó una escuela, las instalaciones están casi en "estado original". "Vos entrás a las aulas y están con el baño incluido, como una habitación de hotel", advirtió el director.
Cuentan con 7 aulas, todas eran habitaciones del hotel, dos de ellas tienen el baño en suite, con lo cual muchos estudiantes que necesitan ir al baño tienen que entrar en esas aulas -aunque haya otra clase- para hacer sus necesidades. Hay un tercer baño, construido después pero que no tiene agua caliente.
"La verdad que todo es muy muy bizarro. Nosotros funcionamos en una adaptación de una hostería, no es un lugar para dar clases, son aulas muy pequeñas. El taller para ser gasista se dicta en un lugar muy chico que no es pedagógico", aseguró el director, quien contó que recién hace unos años sacaron las alfombras celestes, aunque los baños aún cuentan con una ducha y antiguos azulejos de vidrio.
El pedido de un edificio propio también tiene muchos años de espera. Santos contó que siempre están detrás en la fila de las escuelas primarias o secundarias, aunque advirtió que no pierden las esperanzas ya que saben que cada vez son más los interesados en capacitarse en diferentes oficios con salida laboral.
Crecimiento de San Martín de los Andes
Como son el único centro de formación profesional de la zona albergan a vecinos de Junín de los Andes, Meliquina, y de otras ciudades del sur de Neuquén.
El director puso como ejemplo que la ciudad de Zapala cuenta con 4 de estos establecimientos educativos, por lo que insistió al menos en el reclamo de contar con un edificio adecuado para la enseñanza y con la capacidad para todos los estudiantes.
"Los estudiantes que se capacitan acá son los gasistas que matricula Camuzzi, son los panaderos y cocineros que necesitan en los hoteles", describió Santos, quien recordó que sin embargo la construcción del edificio se pospone hace años.
Contó también que figuran en el Presupuesto de la Provincia desde el 2022 pero que siempre quedan detrás de la educación formal. "Tenemos el terreno, están hechos los planos y quedó todo para la licitación pero no avanza", indicó.
En los últimos meses el viejo edificio recibió tareas de mantenimiento como el cambio de las aberturas, sacaron las viejas de madera que tenían décadas de funcionamiento.
"También se hicieron otras tareas de mantenimiento en general, pero tenemos alumnos en espacios que no son áulicos, en lugares mucho más chicos de lo que se necesita", aclaró el directivo y contó que en el taller de computación tienen capacidad para 9 estudiantes, aunque cada año son al menos 15 ya que muchos traen sus propias computadoras.
El pedido del edificio propio para el CFP N° 19 no queda solo en sus estudiantes, sino que también varias organizaciones de San Martín de los Andes apoyan el reclamo y esperan la concreción de tan anhelado pedido.
"Funcionamos a sangre y tracción nuestra, desde el 1987 estamos esperando el edificio, nosotros tendríamos que estar preocupados por la parte pedagógica, pero se nos cae un techo o se nos inunda un baño. Este edificio ya no da más para ser escuela, trabajamos con los pisos rotos, el lugar no aguanta el alto tránsito", concluyó.
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