La mejor hamburguesa de Neuquén es veggie: su creador la hizo para su hija que era alérgica a casi todo

Ahora que es el campeón todos se lo disputan: en Villa Farrel los vecinos dicen que Casa León es el bodegón de su barrio, que les pertenece. Las señoras más grandes juran que al dueño, “Ricardito” – así lo llaman- lo conocen desde que era un niño y agregan que vivió en el barrio toda la vida. Los vecinos de Santa Genoveva aseguran lo mismo: “es el restaurante de mi barrio”, comentan con orgullo en redes sociales. Más allá de los límites geográficos, este pequeño restó, que se convirtió en un tesoro gastronómico para toda la ciudad, ahora tiene un nuevo galardón para colgarse: acaba de ganar el primer premio a la mejor hamburguesa de Neuquén.

Sí, la mejor. Pero no una de esas monstruosas torres de carne y panceta que se multiplican en fotos de Instagram. No. La campeona es vegetariana, lleva un medallón de quinoa con vegetales salteados —cebolla, morrón, zanahoria— condimentado con un equilibrio que parece alquimia, coronado con lechuga fresca, rodajas de tomate, queso derretido, huevo y una lactonesa casera suave y redentora. Todo esto, abrazado por dos panes de papa esponjosos y ligeros como una nube.

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La mejor hamburguesa de Neuquén

Con esta receta acaban de ganar el primer premio en la categoría Veggie en la última edición de la Semana de la Hamburguesa, un certamen organizado por la Municipalidad de Neuquén para promover el turismo gastronómico de la ciudad. Y lo hicieron contra todo pronóstico. Porque su historia, como la de las cosas hechas con amor, no nació para competir. Nació para cuidar.

Esa hamburguesa que hoy es la ganadora, la Veggie, no estaba en sus planes. Apareció como una chispa de afecto. La idea nació en el seno de la casa de Ricardo, en 2020, en medio de la pandemia, cuando este padre buscaba desesperadamente algo rico y saludable para su hijita Isabella, que por ese entonces era alérgica a casi todo. “No sabíamos qué prepararle sin que se brotara, y así surgió la primera versión de esta burguer. La hicimos con lo que teníamos a mano y con mucho amor. Después la fuimos mejorando, hasta que decidimos sumarla a la carta del bodegón”, dice Ricardo con emoción y agrega “Esta receta nos conmueve porque nos define: somos fundamentalistas de lo casero, y en su preparación tiene todo el amor que se puedan imaginar. El amor de un papá”.

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Este papá, Ricardo Chiappero, dueño de Casa León, nunca pensó que iba a cocinar profesionalmente. Para llegar a este presente, primero tuvo que renunciar a la tranquilidad económica que le daba su trabajo como administrador de empresas en una petrolera, luego tuvo que vender vinos por internet, después sobrevivir en la pandemia en este mismo local que funcionaba como una vinoteca, y terminó abriendo un bodegón con alma de hogar. A casi cinco años de aquellos comienzos, acá, en calle Alderete 1607, hoy la gente no sólo viene a comer: viene a sentirse parte. La carta tiene platos tan caseros que a veces se sienten como en casa de la abuela: tortilla española, bife de chorizo con puré, cabutia rellena al horno y milanesas napolitanas del tamaño de una tabla de skate son alguna de sus especialidades. “Ponemos mucho el foco en los platos, pero más todavía en el vínculo con nuestros clientes. Sabemos cómo se llaman, conocemos sus historias. Cuando se sientan ya intuimos qué van a pedir, qué van a tomar, qué podemos sugerirle. La gran mayoría vuelve y eso nos da mucha alegría”, dice Ricardo.

Una hamburguesa saludable

Ese espíritu casero que hoy se respira en el bogedón es el mismo con el que fue creado aquella receta casera de unos mapadres desesperados, que el pasado lunes fue premiada como la mejor hamburguesa de Neuquén. Una invención hecha no para vender, sino para abrazar. “Lo que no esperábamos nunca es lo que pasó después. Al poco tiempo, esa hamburguesa empezó a salir: Una vez, dos veces, cinco por noche. Los clientes la probaban por curiosidad y volvían a pedirla. Incluso hasta los carnívoros empezaron a encargarla” dice Ricardo, todavía sorprendido con todo lo que se generó.

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Más que un simple sandwich de hamburguesa

Cuando se anunció que la Veggie había sido elegida como la mejor hamburguesa de Neuquén, Ricardo lo tomó con la mezcla justa de orgullo y humildad. "La verdad, es una alegría enorme. Pero esto no cambia quiénes somos. Acá se cocina con amor, para la gente del barrio, para los amigos, para el que entra sin conocer y se va saludando con un abrazo", dijo.

Y tiene razón. Casa León no es solo una cocina: es un refugio emocional. En sus paredes no hay diplomas ni fotos de famosos. Hay ruido de platos, olor a hogar, a comida rica, y la certeza de que alguien, en algún rincón, pensó en vos antes de que llegaras.

La Veggie es más que una hamburguesa. Es el testimonio de que, a veces, lo más épico nace de lo más pequeño: un diagnóstico médico, unos mapadres haciendo lo imposible para alimentar de manera saludable a su hija, y una decisión nacida del afecto. Así, con esa mezcla de humanidad y quinoa, Casa León escribió su nombre en el podio de la cocina neuquina.

En un mundo donde todo parece rápido, descartable y ruidoso, todavía hay lugares donde se cocina como se ama: con tiempo, con respeto y con ternura. Y quizás por eso ganó. Porque en Casa León no se sirven platos. Se sirven historias. Y lo mejor de todo: Isabella ya no es alérgica a ningún alimento.