Con la incorporación de cáñamo medicinal y alimenticio a la oferta de prestaciones, la región se convierte en pionera en este tipo de experiencias.
En Villa Pehuenia, Neuquén, el turismo de bienestar comenzó a explorar nuevos horizontes. Se trata de una tendencia mundial creciente que está llegando a la Argentina: la integración del cáñamo medicinal y alimenticio como eje de una experiencia de hospitalidad orientada a la renovación personal.
A orillas del Lago Aluminé, un emprendimiento de glamping decidió combinar la estadía en domos inmersos en la naturaleza con una propuesta integral de relajación y armonización interior con productos de biocosmética, extractos y otros preparados a base de Cannabis sativa. Es el primer antecedente de este tipo en la región.
Las prestaciones incluyen masajes y tratamientos faciales y corporales, experiencias inmersivas, cocina local y la posibilidad de realizar caminatas y actividades lacustres y de montaña. Además, el espacio permite concurrir con mascotas (es pet friendly).
La iniciativa es impulsada por Glamping ElcoDomo, fundado en 2022 por los rionegrinos Leandro Suárez y Martín Ancaten, junto a los propietarios del predio en Villa Pehuenia, Carmelo Giménez y Alejandra Puel.
Según Ancaten, “está diseñada para diversos niveles de acercamiento: por un lado, opciones de bienestar y gastronomía basadas en componentes no psicoactivos de la planta de cáñamo, de acceso general; por otro, derivados medicinales para aquellos huéspedes que cuentan con la debida autorización normativa”.
La línea de productos y el soporte científico se brindan en alianza estratégica con el Centro de Salud Integral de la Fundación GEN (de General Roca, Río Negro). “Esto garantiza la trazabilidad y el respaldo profesional en el marco de las Leyes 27.350 y 27.669, que regulan el uso medicinal y la industria del cáñamo en el país”, asegura.
Un viaje inmersivo de cuidado integral
Los domos se ubican a pocos metros del agua, entre una playa de origen volcánico y el bosque nativo. La infraestructura permite vivir noches bajo las estrellas con la mística de un camping, pero con servicios de calefacción, electricidad, wifi y ropa de cama. El lugar fue pensado con una filosofía de respeto ambiental que incluye compostaje y separación de residuos.
Mientras el entorno invita a la actividad física —con kayaks y tablas SUP incluidos, así como proximidad a cinco lagunas y el volcán Batea Mahuida—, el complejo ofrece un espacio denominado DomoZen. Allí se realizan rituales sensoriales, tratamientos faciales y corporales con biocosmética y se brindan opciones de uso de tinturas madre de hongos adaptógenos como melena de león y reishi, entre otros. La cocina (opcional) acompaña con platos preparados con insumos patagónicos y otros elaborados con harina y aceite de cáñamo agroecológico, de altísimo valor nutricional.
“El viajero actual busca enriquecimiento y conexión. Por ello, el futuro de la hospitalidad va a estar centrado en proporcionar espacios seguros para explorar el bienestar a través de las plantas", señalan los emprendedores. En este sentido, el equipo ya proyecta para la próxima temporada la organización de retiros terapéuticos con profesionales de la salud, alimentación antiinflamatoria, prácticas meditativas y ejercicios somáticos.
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