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La Mañana Rolando Figueroa

Rolando Figueroa, segundo semestre y las cuentas del debe y el haber

Guiño a ley Bases y buenos modales con Nación en la búsqueda de gobernabilidad. El complejo armado electoral que se viene, pensando en el 2025.

El gobernador Rolando Figueroa empezó a transitar su segundo semestre al frente de la provincia con varios asuntos en el haber y algunos frentes abiertos que se encamina a cerrar, tanto desde el punto de vista de la gestión como desde lo político electoral, pensando en los comicios nacionales del año que viene.

Inició su gobierno bajo el lema de la “austeridad” y advirtió sobre los problemas financieros heredados. Pero lo cierto es que hoy los números de la provincia en cuanto a ingresos se muestran en alza y ponen a Neuquén en una posición privilegiada respecto a la mayoría de las jurisdicciones del país.

Esto le permitirá afrontar con recursos propios muchos de los desafíos pendientes, por ejemplo, en materia de obra pública y cumplir, sin sobre saltos, con los compromisos salariales acordados para el año y los gastos de funcionamiento del Estado.

De lo pendiente está la deuda social porque, pese a que varios sectores de la economía de la provincia no muestran la retracción que se da a nivel nacional, la pobreza golpea casi de igual manera que en el resto de la Argentina.

Respecto a la obra pública, encaminó las negociaciones con el gobierno de Javier Milei, a través de los dos encuentros que mantuvo, en primer lugar, con el flamante jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, y, luego, con el ministro de Economía, Luis Caputo.

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Rolando Figueroa y Guillermo Francos.

Rolando Figueroa y Guillermo Francos.

Si bien restan pulir detalles de los acuerdos, el apoyo en términos generales a la Ley Bases le abrió la puerta a Figueroa para llegar a un entendimiento respecto a las obras de Nación que se deben ejecutar en la provincia: se terminarán las más avanzadas, un porcentaje serán transferidas con financiamiento y otras las ejecutará directamente Neuquén. Y también ese apoyo le posibilitó al gobernador la autorización para salir a los mercados internacionales con nueva deuda.

Por otra parte, hacia adentro y, sin contar con mayoría en la Legislatura, Figueroa logró sacar las leyes provinciales más importantes que envió para su tratamiento, la mayoría vinculadas con cuestiones fiscales en la búsqueda de mejorar los niveles de recaudación.

Delicado equilibrio

Todas estas cuestiones van de la mano de lo político partidario, escenario en donde Figueroa fue tejiendo alianzas con viejos conocidos. Al acuerdo implícito con el bloque del MPN en la Legislatura, le sumó los explícitos: el de la cumbre de Chos Malal con los ex y actuales intendentes emepenistas y el alcanzado con Mariano Gaido, por el cual, más allá de los slogans y enunciados edulcorados de la “defensa de Neuquén”, lo que se dejó cerrado ahí fue un pacto electoral entre Primero Neuquén, la coalición de fuerzas políticas que encabeza el intendente capitalino, y el frente de partidos del gobernador.

La movida del “todos juntos triunfaremos”, donde se busca sumar también al sector petrolero del MPN, tiene la ventaja de desarticular a la oposición pero, a la vez, la contrapartida de lo que pueda generar puertas adentro del propio frente de espacios políticos que lo llevó a Figueroa a la gobernación. Y, por sobre todas las cosas, el impacto en el votante que el 16 de abril del año pasado había optado, de manera mayoritaria, por un proyecto alternativo al MPN.

En el Gobierno saben que estos acuerdos electorales no son bien recibidos por un sector importante de la sociedad pero que resultaban necesarios, pensando en un escenario con un MPN que juegue por dentro y en el que deberán enfrentar, como principales contrincantes, al peronismo no figueroista y a los libertarios

Será la primera prueba de fuego para Figueroa, en una apuesta ambiciosa pero también arriesgada.

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