Los perros salieron de una vivienda, ubicada en el barrio 8 de Agosto de Centenario, y mordieron a la víctima en diferentes partes del cuerpo.
Una vecina de Centenario regresaba de trabajar y fue atacada por tres perros con dueños que salieron de un portón y de la nada comenzaron a morderla. Ocurrió en la calle Formosa, a pocos metros de Gobernador Manuel Olascoaga, en el barrio 8 de Agosto.
"Volvía de hacer la limpieza de una casa. Eran las 14, del jueves. Camino con normalidad, de repente salió un perro marrón y me sacó la campera. Yo me asusté y empecé a gritar. Vinieron dos perros más y comenzaron a morderme", contó la mujer, de 45 años, en diálogo con LMNeuquén.
No sabe si los perros son de raza. No eran tan grandes. Pero sí recordó que estaban enojados y agregó: "Vinieron directamente a atacarme". La damnificada quiso agarrar una piedra del suelo para recuperar su campera que había quedado tirada, y salir corriendo del lugar. Sin embargo, no pudo hacerlo. Uno de los perros la mordió en un glúteo, mientras los otros la lastimaron en otras partes de su cuerpo.
Sola e indefensa, no lograba incorporarse y salir corriendo del lugar. Se había caído al intentar defenderse con una piedra; y los perros no paraban de morderla. "Por poco no me agarran la cabeza", recordó. La salvó un automovilista que vio la escena y comenzó a acelerar para ahuyentar a los animales.
Un conductor la auxilió
"Yo solo quería que me suelten los perros, el hombre los corrió y luego me siguió con el auto y me alcanzó hasta mi casa, ubicada a pocas cuadras", relató la damnificada.
Pudieron obsevar cómo los animales se metieron al portón de una vivienda que está sobre Manuel Olascoaga y Formosa. Una vez a salvo en su casa, su hijo al verla lastimarla, quiso ubicar a los dueños de los perros, de modo que se acercaron hasta el domicilio en cuestión.
Para esto, Natalia no se había dado cuenta de la herida sangrante que tenía en el glúteo, hasta que vio su guardapolvo manchado con sangre. Entonces no lo dudó y pidió asistencia médica en el Hospital de Centenario. "Me pusieron la antitetánica, me dieron calmantes y antibióticos por guardia", precisó. Tiene lesiones en el glúteo, pantorilla y brazo derecho. También en el codo izquierdo.
En cuanto al domicilio donde vivirían los perros, recordó que al pasar por el lugar con su hijo los animales ya estaban encerrados. "Salió un nene de 16 años, nos dijo que estaba solo y no estaban sus padres", comentó la mujer.
Por la agresión, además de contar con un certificado médico expedido por personal de salud del Hospital Natalio Burd de Centenario, radicó una denuncia policial en la Comisaría 5°. "Gracias a Dios no fue tanto...pero me duele todo el cuerpo. Yo soy mamá de tres hijos. Siempre me queda el más chico de 6 años. Los otros dos más grandes estudian. Pero justo ese día no fue conmigo, sino hubiese sido peor. Gracias a Dios no fue así. Ahora, hay que seguir", cerró la vecina damnificada.
La trabajadora de Centenario advirtió acerca de la peligrosidad de los perros que viven en calles Formosa y Manuel Olascoaga. Aseguró que no les hizo nada para que reaccionaran de forma violenta.
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