“¡Vamos Chivo de mi vida!, ¡Chivo campeón, chivo campeón!”, grita a los cuatro vientos el pequeño mientras las banderas de "la 15" flamean alto. Su hermano, de 19 lo abraza y trata de calmarlo, pero se lo nota tan emocionado como él. Son los “locos lindos” de Zapala fanáticos de Chevrolet que acamparon desde el lunes en cercanías del autódromo de Centenario y vivieron un domingo soñado que jamás olvidarán.
Acampó toda la semana, no paraba de llorar por el "Chivo" y se las ingenio para conocer a su ídolo
“Me sentí re bien, Canapino para mí es como un hermano más que tengo, es una emoción muy grande”, se desahoga el pequeño y seca sus ojos con su remera tuerca, igual que la gorrita que luce. “Siempre quiero tener esta alegría cuando venga a Centenario. Es una pasión, lo llevo en todo mi corazón”, agrega feliz de la vida, con la hermosa inocencia de su edad, y lleva su mano al pecho para graficar sus sentimientos.
Lo acompaña su hermano Cristian, su cuñada Rocío y unos amigos, Gonzalo y Carlos. Tanto esfuerzo merecía la mejor recompensa. “Pasamos muchos momentos complicados y pocos agradables estos días, en la larga espera. Viento, tierra, pero acá estamos y empezando el regreso a casa. Vamos a ir al Río Limay a festejar y luego, de nuevo a Zapala, súper contentos. Esto no lo vamos a olvidar jamás”, comenta la muchacha del grupo.
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Claudio Espinoza
Hubo que resignar muchas cosas y hasta costó un par de aplazos en el colegio esta aventura. Pero quién le quita los bailado… “Yo estoy en el secundario y no me presenté a rendir unas materias, que me llevaré a marzo. Pero valió la pena. Ya me había llorado todo cuando entré a boxes, estar ahí con la cupé histórica de Ortelli fue lo máximo. Y ahora esta otra alegría que nos da Canapino”, acota Cristian y se lo agradece a quien les transmitió la pasión.
“Mi viejo nos enseñó todo lo que sabemos de fierro, desgraciadamente está en la general, no tenía acceso a boxes. Pero le vamos a contar todo esto que vivimos. Chevrolet es lo más importante que tengo”, confiesa.
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Claudio Espinoza
Son de los pagos del Huevo Acuña, pero no les hablen de fútbol a ellos. “De eso no sabemos nada. Lo nuestro son los fierros”, afirman en sintonía.
La frutilla del postre, cara a cara con el ídolo
La historia ya tenía un final feliz. Pero vía LM Neuquén, que consiguió que accedieran a un lugar vedado, hubo frutilla del postre. Sí, porque se dieron un gusto más, cumplieron otro sueño: el de conocer al ídolo, al súper héroe, al tetracampeón Agustín Canapino en la zona de conferencia de prensa.
Hubo una larga espera hasta que terminaran las notas, abrazos y más lágrimas. El TC es eso también. Te hace reír y llorar. Como a los hermanos Juan Carlos y Cristian y a toda la barrita zapalina.
Canapino habló del nene zapalino
¿Sos consciente de lo que generás en Chevrolet, que hay un nene llorando por vos y esperando una foto hace media hora?, le consultó LMN a Canapino.
“A veces no, porque yo soy uno más como ustedes, soy normal como cualquier persona, pero me da vergüenza a veces estas situaciones. Pero bueno, entiendo que uno está en una posición en la que se tiene que hacer responsables de las cosas. A veces la gente tiene que entender que uno por ahí está concentrado. Pero siempre que puedo me encanta compartir con el público, que sé que hace cosas y deja mucho para venir a vernos”, destacó el mejor piloto argentino a los hinchas fieles como el pequeño Juanca, otro campeón como él.
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