Lo hicieron especialistas del Laboratorio de Mamíferos Marinos del CONICET. Además, avistaron una especie de delfí muy difícil de detectar desde el aire.
El Laboratorio de Mamíferos Marinos del CONICET (LAMAMA), con sede en Puerto Madryn, Chubut, difundió los detalles del censo de ballenas realizado a fines de agosto en las costas de Chubut, a partir de un relevamiento aéreo.
El vuelo se llevó a cabo el jueves 29 de agosto y abarcó una amplia zona costera, partiendo desde la desembocadura del Río Chubut hasta llegar a Puerto Lobos, un recorrido que incluyó puntos clave como la Península de Valdés, y también el Golfo San José y el Golfo Nuevo.
En total, los integrantes del organismo que se subieron al avión en el aeroclub local contabilizaron 1.468 ballenas, entre adultos y crías, distribuidas en 26 grupos de cópula.
De ese total, contablizaron a 344 individuos solitarios, y a 549 madres con la misma cantidad de crías nadando a su lado.
Según los investigadores, la mayor concentración de ballenas fue previsiblemente detectada en las zonas tradicionales de avistaje, como El Doradillo y las aguas cercanas a Puerto Pirámides, dos de los puntos más reconocidos por su alta densidad de cetáceos y que en cada temporada turística de avistaje reciben miles de visitantes que se dan el gusto de ver de cerca a estos gigantes marinos desde las lanchas de los operadores turísticos de la zona.
Este tipo de relevamientos, según explican los especialistas del LAMAMA, son fundamentales para evaluar el estado de conservación de las especies y ajustar las políticas de protección en la provincia.
Además de las ballenas, en esta ocasión el equipo científico informó la presencia de delfines oscuros, una especie que, si bien habita en la región, no siempre es fácil de observar durante estos vuelos.
El avistaje de estos delfines que los turistas suelen ir a ver en lanchas que parten desde Rawson, fue destacado por los investigadores, quienes mencionaron que, aunque estos pequeños y muy ágiles mamíferos marinos son comunes en la zona, su comportamiento y características hacen que sean más difíciles de divisar desde el aire en comparación con las ballenas.
Los especialistas de Chubut
El equipo de trabajo que sobrevoló las costas para realizar el censo estuvo integrado por Ailen Chalcobsky, María Constanza Marchesi, Ayelén Tschopp y el piloto Emiliano Viñuelas.
Los investigadores agradecieron el apoyo logístico del Aeroclub de Puerto Madryn, así como el respaldo de la Cámara Patagónica de Empresas de Avistajes (CAPEA), que colaboró en la realización del operativo.
El LAMAMA, responsable de este censo, funciona en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos de Puerto Madryn, que a su vez forma parte del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Empezó a funcionar en 1989, con el objetivo principal de estudiar la biología y ecología de los mamíferos marinos en la Patagonia Argentina, con especial énfasis en las interacciones entre los cetáceos y la actividad humanas, como el turismo y la pesca, sectores que tienen un impacto directo en las especies marinas y en el ecosistema costero en general.
Las diversas tareas de investigación que realizan son financiadas tanto por organismos nacionales como internacionales, lo que permite que el laboratorio colabore con entidades públicas y privadas para mejorar las políticas de manejo y conservación de las especies marinas en la costa patagónica.
Además, el LAMAMA cumple un rol crucial en la formación de recursos humanos especializados en ecología marina, así como en el desarrollo de herramientas y metodologías para el manejo de los ecosistemas marinos costeros, la conservación de mamíferos marinos y su estudio, por ejemplo, a partir del seguimiento de las ballenas con dispositivos digitales de monitoreo satelital.
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