Hacen el recorrido de la línea 3. Una semana antes, otras tres habían empezado en Trelew.
Hace dos semanas, tres mujeres de Trelew fueron noticia por convertirse en las primeras colectiveras de esa ciudad de Chubut. Comodoro Rivadavia siguió esos pasos, y en la línea 3, perteneciente a la empresa Patagonia, también debutaron al volant tres mujeres.
Soledad Huentequeo, Analía Vega y Carol Levien son las tres nuevas choferes de Comodoro Rivadavia. Dos de ellas comenzaron el domingo pasado y unos días después se incorporó la tercera.
Una viene de manejar transportes escolares, otra buscaba empleo como colectivera o conductora de ambulancias, y la restante trabajaba haciendo limpieza en la línea 3 y dice que desde hace un año pedía la oportunidad para manejar, que ahora le dieron.
Su primera vez
“No tenía experiencia en colectivos de este porte, yo hacía transporte escolar antes de entrar aca. Mi primera experiencia en colectivos grandes es esta”, reconoció Soledad.
“La idea es que tengamos una unidad y rotemos entre nosotras”, expresó la flamante chofer. E invitó “a todas las mujeres que se animen, porque cuantas más se sumen, mejor”.
Acerca del trato que están recibiendo de los pasajeros, dijo que se sorprenden mucho y que la mayoría las felicita. “Eso te reconforta y te da más energía y más seguridad. A mi compañera le tocó que una señora subió, la felicitó y pidió un aplauso de todos los pasajeros para ella”, comentó.
Entre colectivos y ambulancias de Chubut
Analía recordó la prueba de manejo que debió pasar para acceder al trabajo. “Es un requisito de la empresa, si no la pasas no tenés suerte”, señaló.
También dijo que, por suerte, empezaron “el domingo, un día tranquilo, no hay tráfico, no hay escuela”. Así, comentó, pudieron aprovechar para conocer el coche. Porque al día siguiente tuvieron que empezar “en el horario pico, a las 8 de la mañana”.
Para Analía, “los pasajeros son bastantes” pero el recorrido de la línea 3, por las calles que transita “es sencillo de aprender”.
Ella es de Comodoro Rivadavia y dijo que, en su búsqueda de empleo como chofer, se fijó en dónde no había mujeres. Uno de los lugares era la empresa Patagonia y otro, para las ambulancias del Hospital Regional Víctor Sanguinetti y el Hospital Presidente Alvear.
“Finalmente me llamaron de acá”, contó, y admitió que “no lo podía creer”. También ella, como Soledad, animó a otras mujeres a sumarse. “Acá vamos a estar esperando que vengan. Vamos a hacer historia”, expresó.
Entre parada y parada, zumba
La llegada de Carol al volante de un colectivo de la 3 fue muy distinta. Limpiaba los colectivos “y desde el año pasado estaba quemándoles los pelos” a todos en la empresa “para manejar”.
Contó que ya tenía el registro porque trabajó en muchas empresas del Barrio Industrial. “Me cerraron las puertas en todos lados”, se lamentó.
Empezó dos días después que sus compañeras, el martes, “feliz de lograr algo que hace mucho tenía en mente”. “Yo sabía que lo iba a lograr porque soy re porfiada”, celebró. Y terminó con una broma: “Soy profe de zumba, así que, próximamente, si quieren los pasajeros, les hago una córeo”.
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