Condenan por abuso sexual a exasesor de la esposa de Alperovich
Manuel García Fernández, exasesor de Beatriz Rojkés, fue condenado tras confesar haber abusado de su hija y la amiga de ella durante años.
Un tribunal de Tucumán sentenció a Manuel García Fernández, exasesor de Beatriz Rojkés, a 16 años de prisión. Los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, con acceso carnal y corrupción de menores, se cometieron bajo un esquema retorcido de manipulación psicológica y pretextos espirituales.
Las víctimas, su hija y la amiga de esta, soportaron una década de abusos, mientras el condenado simulaba estar poseído por espíritus que exigían relaciones sexuales para acabar con el hambre mundial y la guerra.
El juicio, abreviado y con confesión de García Fernández, evitó a las víctimas revivir el calvario frente a un tribunal. La sentencia, aunque podría haber sido más severa en un debate oral, resultó en un acuerdo al que las jóvenes accedieron con el fin de evitar más sufrimiento. Sin apelaciones, el fallo quedó firme, y el abusador permanecerá encarcelado hasta 2040.
Manipulación psicológica y engaños espirituales
García Fernández, de 50 años, se presentaba como un “guía espiritual” y alegaba estar poseído por espíritus que lo obligaban a cometer los abusos. Su hija, víctima desde los 11 años, vivió bajo el control mental del hombre, quien utilizaba argumentos místicos para justificar las agresiones. Le aseguraba que las prácticas sexuales servían para proteger a la familia y resolver problemas globales.
La fiscalía describió cómo la víctima pasó por etapas de profunda desesperación, dejando de comer y cayendo en estados de depresión que afectaron gravemente su salud. Manipulada desde la infancia, no logró denunciar hasta alcanzar la mayoría de edad, cuando por fin pudo salir del dominio psicológico ejercido por su propio padre.
Segunda víctima y estrategias de engaño
Los abusos no se limitaron a su hija. En 2019, García Fernández manipuló a la amiga de ella, de 17 años, a quien convenció de que sus capacidades como médium le permitirían cumplir deseos y sanar enfermedades. Bajo esa falsa premisa, la violó en más de una ocasión. Con el tiempo, el hombre incluso adoptó otras identidades espirituales para justificar sus acciones y generar un entorno de control total.
Los engaños incluían promesas de curar el cáncer del padre de la joven o mejorar la salud de su hermano con autismo. La manipulación espiritual se volvió un arma para prolongar los abusos, presentando al abuso sexual como un “sacrificio necesario” para obtener favores divinos y ayuda para sus seres queridos.
Detención y acuerdo judicial
Tras las denuncias en 2022, García Fernández intentó escapar y se mantuvo prófugo hasta que la Interpol lo capturó en 2023. El juicio abreviado se concretó con el acuerdo de las víctimas, aunque una expresó su descontento con la pena, considerando la duración insuficiente. El procedimiento permitió evitar la revictimización, reduciendo el impacto emocional de un hecho semejante.
En el fallo, los magistrados calificaron los hechos como de “extrema gravedad”, no solo por la violencia física y sexual, sino también por el impacto psicológico que causó en las jóvenes, que requerirán un tratamiento terapéutico a largo plazo.
La condena incluye agravantes tales como la convivencia previa y la manipulación psicológica, y se configura como “abuso sexual gravemente ultrajante” y “abuso sexual con acceso carnal agravado”, además de “corrupción de menores”.
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