El joven de 20 años habría vuelto de una juntada con amigos en horas de la madrugada. Ocurrió en barrio Guiñazú de la capital cordobesa.
Un hombre de Córdoba mató de forma accidental a su hijo de 20 años al pensar que habían entrado a robar a su casa. Sucedió cerca de la medianoche en el barrio Guiñazú, ubicado en la zona norte de la capital cordobesa.
El hombre, un conocido comerciante del sector, quedó detenido y la acusación inicial es homicidio agravado por el vínculo. De todos modos, fuentes oficiales señalaron que se trata de una imputación inicial y que todo podría cambiar conforme avancen los peritajes y se recepten todos los testimonios.
Mientas tanto, amplia conmoción es la que se vive por estas horas en la zona. La familia está destruida. En el vecindario no pueden creer la terrible derivación de lo sucedido.
A todo esto, investigadores policiales toman testimonios, buscan testigos y trabajan para terminar de echar luz a lo sucedido. De todos modos, fuentes con acceso a la causa insisten que la principal hipótesis es que fue un desgraciado hecho “accidental”.
Cronología del asesinato accidental del joven de Córdoba
Según informó La Voz, todo sucedió el sábado al filo de la medianoche cuando un vecino escuchó ruidos en el patio de su vivienda ubicada en calle Del Moxeno 44, a metros de la avenida Juan B. Justo, de Guiñazú.
Al asomarse, observó sombras y movimientos de personas en el patio de la vivienda, según diría luego, ya en medio de una crisis nerviosa.
Así fue que tomó una escopeta calibre 16 de doble caño, se asomó y, siempre según las informaciones, efectuó un primer disparo contra una silueta.
Fue entonces que, según diría luego, se produjo un desbande de esas sombras por lo que efectuó un segundo disparo con la misma arma. Luego, empezaron a escucharse gritos y pedidos de auxilio.
Tremenda fue la derivación de todo cuando el vecino comprobó que el joven herido era su propio hijo de 20 años.
Desesperado, llamó a su esposa y, juntos, lo cargaron en el Fiat Duna Weekend de la familia y lo trasladaron al Hospital Elpidio Torres, donde el cuerpo médico no pudo hacer prácticamente nada.
El muchacho falleció producto de los perdigones de plomo que le dieron en un omóplato. Rodrigo Pérez Marcani tenía 20 años.
Su padre, Víctor Hugo Pérez Padilla (49), se marchó del hospital, fue hasta la casa, buscó la escopeta y, en una crisis nerviosa, se entregó a la Policía. Trascendió que el hombre arreglaría vehículos.
Cómo fue la imputación para el padre
Padilla quedó detenido de manera provisoria. Por orden de la fiscalía, se comisionó a personal policial a realizar distintas distintas averiguaciones. Colaboró personal de Policía Judicial.
Pasado el mediodía del domingo, se concretó un allanamiento judicial en el domicilio.
“Las pruebas que tenemos es que el hijo había vuelto de una juntada con amigos. Estaba con amigos. Y el hombre pensó que eran ladrones”, indicó un informante de la causa.
La causa recayó finalmente en la Fiscalía N° 5 de Violencia Familiar de Córdoba por protocolo. De todos modos, se reiteró que la principal hipótesis que se baraja es que, si bien el disparo fue intencional, todo se trató de una terrible confusión por parte de un hombre que se creía víctima de un asalto domiciliario.
En paralelo, se dispuso que personal de Bienestar Policial acompañe a la familia en este tremendo y difícil momento.
A todo esto, en la barriada surgen comentarios respecto a que el hombre estaba armado porque se encontraba muy preocupado por los robos que se vienen registrando en la zona.
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