La aerolínea lowcost enfrenta su peor crisis entre operaciones caóticas y sanciones millonarias. Busca recuperar la confianza y mejorar la calidad de sus servicios.
La aerolínea low cost Flybondi atraviesa un momento decisivo. En las próximas semanas se oficializará la llegada de un nuevo accionista mayoritario que asumirá el control de la empresa, mientras se suspende por tiempo indefinido el proceso de cotización en el Nasdaq, un trámite que había comenzado en 2023.
La compañía busca así revertir una situación que se ha complicado en los últimos meses, marcada por problemas operativos y un contexto político tenso.
Desde fines de 2024 y durante el primer trimestre de 2025, Flybondi se ubicó en los primeros lugares en cuanto a cancelaciones y demoras, según un informe de la consultora Adventus. La línea aérea registró un índice de cancelaciones superior al doble del de su competidora más próxima, lo que afectó la percepción de sus servicios y generó numerosos reclamos.
Durante las fiestas de fin de año 2024, la aerolínea debió reprogramar 71 vuelos, afectando a más de 13.000 pasajeros. Estas interrupciones motivaron advertencias del gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires, que exigieron a Flybondi un plan de normalización bajo amenaza de sanciones o incluso la suspensión de operaciones.
El CEO de la compañía, Mauricio Sana, comunicó a sus 1.600 empleados que la empresa atravesó “meses complejos” y que por esa razón iniciaron la búsqueda de nuevos capitales para fortalecer la estructura financiera y operativa. En el marco de esta búsqueda, se decidió detener el proyecto de salida a bolsa en el mercado estadounidense. Según Sana, la incorporación del nuevo socio mayoritario, que sería extranjero, está “muy cerca de concretarse”.
Tensión con gobiernos y multas millonarias
Además de los inconvenientes operativos, Flybondi enfrenta un escenario político complicado. La provincia de Buenos Aires, liderada por Axel Kicillof, aplicó una multa cercana a los 300 millones de pesos debido a miles de denuncias de usuarios, que se quejaron de cancelaciones, falta de respuesta por parte de la aerolínea y dificultades para gestionar reembolsos o cambios.
Desde la empresa rechazaron la competencia de la provincia para imponer sanciones en el sector aéreo y respondieron con acciones legales contra la administración bonaerense, calificando la multa como “ilegítima”. Este enfrentamiento público suma presión sobre la aerolínea y refleja la complejidad del mercado aéreo nacional, donde las regulaciones y controles son cada vez más estrictos.
Estrategias para la recuperación y diversificación
Frente a estos desafíos, Flybondi apunta a recuperar la confianza del público y mejorar la calidad de sus servicios. La desregulación parcial de actividades como el servicio de rampa o “handling” le brinda una nueva fuente de ingresos, al poder ofrecer prestaciones a otras compañías aéreas.
El mercado espera que el rescate del nuevo accionista mayoritario impulse inversiones y una revisión profunda de los procesos internos, con el fin de estabilizar la operación y potenciar el crecimiento. Mientras tanto, la empresa mantiene la alianza con el fondo Cartesian Capital Group, actual principal accionista, que seguirá formando parte del proyecto.
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