La ganancia de competitividad que se había conseguido con la fuerte devaluación del peso el pasado 13 de diciembre se agotó el 1 de abril.
Los extranjeros que vinieron a la Argentina en el verano del 2023 y luego regresaron este año notaron que las cosas no estaban tan baratas como antes. Al hacer el cambio de moneda, el valor de los servicios y cosas estaba más caro al dólar, notoriamente mas alto. Es decir, que hubo inflación en la moneda norteamericana.
Era inevitable que con precios subiendo a dos dígitos promedio mensual contra una tasa de devaluación del peso de 2% rápidamente la ganancia de competitividad lograda con la el salto de diciembre del año pasado, se iba a agotar. Y así fue.
Según datos del Banco Central, el 9 de abril último, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) se ubicÓ en 97,9 puntos, contra los 161,3 puntos del 13 de diciembre, cuando el equipo económico que dirige Luis Caputo decidió meter una devaluación del 50% al peso.
En ese momento, los 161,3 puntos de TCRM equivalían a $800. Ahora, luego del 25,5% de inflación de diciembre; 20,6% de enero; 13,2% de febrero, y del orden del 12% en marzo, contra una tasa de crawling peg mensual del 2%, el tipo de cambio real bajó a $485,55.
En rigor, el tipo de cambio comenzó a entrar técnicamente en retraso el pasado 1ro de abril, cuando el índice se ubicó en 99,8 puntos. Es de recordar que el indicador no tiene relación con las cotizaciones en los mercados financieros. donde el valor se ubica en los $1000. Pero sí tiene que ver con la actividad económica.
El TCRM determina si el país “está caro” para exportar o “barato” para importar. El punto ideal en la tabla son los 100 puntos. Por encima se estimulan a los exportadores y por debajo de ello a los importadores. Se elabora en base a los precios de los productos que comercia el país con sus 12 principales socios comerciales, entre ellos China, Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea.
Esto implica que desde que comenzó el mes la Argentina dejó de estar barata, algo que los turistas extranjeros ya empezaron a notar, y por el contrario, va a dar paso a un incremento del turismo al exterior de los argentinos.
Dólar: Caputo insiste en que no va a devaluar
En cuánto reportaje que estuvo dando en las últimas horas el ministro Luis Caputo aseguró que el país no necesita un tipo de cambio más alto, dado el nuevo contexto económico, con un gobierno que está mostrando orden fiscal.
Los brokers del mercado de capitales saben que el gobierno quiere manejarse solo generando expectativas para el futuro. La hipótesis que “vende” Caputo es que la Argentina ya entró en un cambio económico sustancial, que hace que no necesite un tipo de cambio más alto del que hay ahora.
Lo que dice Caputo tiene que ver con las cuentas del Estado. Cuando el país tiene déficit fiscal y el mercado detecta inconsistencias, el dólar tiende a subir. En tal caso, si el Estado trata de evitar que suba mediante venta de reservas o como ahora, con cepo, los exportadores demoran la liquidación de sus ventas a la espera que suba la cotización.
Eso genera problemas de todo tipo. Entre otros, se amplía la brecha, la gente empieza a cubrirse contra un salto futuro del dólar y aumenta la demanda de bienes para acumular, por lo que suben los precios.
En el caso del gobierno de Javier Milei si bien la situación fiscal mejoró en los primeros 100 días del gobierno, todavía dista de estar asegurada y eso el mercado lo detecta. Es decir, que los operadores financieros no creen lo que plantea Caputo de que las cosas ya cambiaron. Todavía falta.
“En tres meses la inflación se comió toda la devaluación. Creo que esperaban que la inflación bajara más rápido», señaló el analista de mercados Christian Buteler.
De acuerdo con estimaciones de la sociedad de bolsa Cohen Argentina, el tipo de cambio real de equilibrio histórico para la Argentina desde enero de 1997 es de $575. Es decir, que es un valor que se ubica levemente devaluado, teniendo en cuenta siempre que el país tiene una estructura económica que por tener una oferta exportable volcada a las materias primas, apenas tiene una reactivación, empiezan a subir las importaciones generando cuellos de botella en el sector externo.
El mercado empieza a mirar de reojo al dólar
Martín Polo, economista de Cohen Argentina, señaló días atrás en una charla con inversores que todos los gobiernos en los últimos años dicen lo mismo, “que no necesitan devaluar, que el tipo de cambio está bien hasta que devalúan”.
“Obviamente que Caputo no va a decir que el tipo de cambio está atrasado, pero si Argentina no empieza a acomodar esta variable va a tener problemas y esta va a ser una señal para los dientes apretados desde el punto de vista del exportador y de la tentación del importador por lanzarse a ese tipo de cambio”, explicó Polo.
El analista dijo que “el argumento del gobierno es que con la reforma que va a implementar Argentina no necesita un tipo de cambio de $575”.
“No es para salir corriendo, pero sí para verlo de reojo por la persistencia que tiene este proceso de apreciación y lo que cuesta salir de ellos”, advirtió. En ese sentido, el directivo de Cohen sostuvo: “nadie dice que hay atraso hasta que la realidad se impone”.
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