El recuerdo de René Favaloro, a 100 años de su nacimiento
Se cumple el centenario del nacimiento de un auténtico prócer nacional. Creador del bypass, Favaloro dejó un legado fundamental para la medicina.
Un héroe. Un prócer. Una eminencia. No alcanzan las palabras para describir la figura de René Favaloro, el cirujano argentino que revolucionó la medicina mundial a través de la creación del bypass de corazón. Este 12 de julio de 2023 se cumplen 100 años desde su nacimiento, y aún perdura en el inconsciente colectivo de la nación como uno de los mayores ejemplos de honestidad y transparencia.
Apasionado por el fútbol, trabajador incansable y sobre todo gran persona. Así lo describen quienes pudieron compartir tiempo con él y quienes aún hoy transitan por los pasillos de la Fundación Favaloro, su creación, que late en Buenos Aires al compás de su legado.
Nacido en el barrio "El Mondongo" de La Plata un 12 de julio de 1923, Favaloro tuvo un padre carpintero y una madre modista. Quizás de allí surgió esa habilidad inconfundible con las manos, que lo llevó a ser uno de los cirujanos más prestigiosos de la historia de la medicina.
Apeas después de egresar de la Universidad Nacional de La Plata, Favaloro se mudó al pueblito pampeano de Jacinto Aráuz, donde en teoría iba a estar un par de meses y terminó quedándose 12 años. Allí fue creciendo en su carrera a la par de ganar el aprecio de sus colegas por sus formas y su apertura para ayudar a quien lo necesitara.
No es exagerado decir que Favaloro revolucionó la medicina para siempre. Porque fue él quien introdujo una nueva técnica, que cambiaría la forma de operar a futuro.
Es que René fue el primer médico que tuvo la capacidad de detener temporalmente el corazón de una persona y coser con mucha precisión a las arterias coronarias la vena safena, que injertaba de la pierna, con el objetivo de construir un "puente" (bypass) para que la sangre pueda saltear la parte obstruida de las arterias.
Su primer bypass aortocoronario tuvo lugar en 1967, época en la que se encontraba en Estados Unidos, profundizando sus conocimientos sobre cirugías cardiovasculares. Sin embargo, en 1971, retornó al país con una misión: crear su propio centro médico y que sea de vanguardia.
Un cálido colega
Gustavo Giunta, uno de los egresados de la primera promoción de la Universidad Favaloro, habló con Télam y recordó que una de las cosas más sorprendentes de René era que saludaba a todas las personas que se cruzaba, pero "nunca desde un lugar de superioridad, sino que se ponía a la par". También recordó que el médico salía de operar después de horas, se ponía su guardapolvo y visitaba a los pacientes internados.
Al mismo tiempo, recordó cómo era compartir quirófano con semejante eminencia. "Era deslumbrante la seguridad que tenía al trabajar sobre el corazón de una persona. Y más cuando sabés que no tenés todo el día, sino unos minutos. Y él lo hacía con toda la tranquilidad del mundo, inclusive explicaba en voz alta cada paso que daba", graficó.
Oscar Mendiz, director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Fundación Favaloro, rememoró que "era majestuoso verlo caminar por el hospital y que la gente le quisiera besar las manos"; y remarcó que "era Dios vestido de médico, pero que le besaran las manos no le gustaba porque era un tipo bastante sencillo".
Favaloro tampoco se atribuía como propios los logros. "Enfatizaba que no había que hablar del 'yo', sino del 'nosotros' y que la prioridad número uno era el paciente", explicó Mendiz, a quien le tocó recibir al primer paciente del Instituto de Cardiología, el 20 de junio de 1992, un paciente que no tenía recursos económicos pero asistió porque había visto a René en el programa de Mirtha Legrand... y terminó atendiéndolo para salvarlo.
Su lucha y el final
Favaloro se caracterizó por sobre todas las cosas por su compromiso ético, en todos los ámbitos de la vida pero sobre todo en el médico. Fue eso mismo lo que lo llevó a luchar contra la "corrupción imperante en la medicina", pelea que terminaría perdiendo.
Es que en medio de la crisis económica que atravesaba el país, el emblemático cardiocirujano se suicidó el 29 de julio del 2000 con un disparo al corazón, agobiado por los problemas financieros de su Fundación y decepcionado por la falta de respuestas de las autoridades y empresarios. En aquel momento, una de sus deudas más grandes era con el PAMI, que estaba bajo el mando de Horacio Rodríguez Larreta.
Ni siquiera ese día el hospital dejó de atender. Desde entonces, sus sobrinos, los también médicos Liliana y Roberto Favaloro, se pusieron al frente para mantener el latido de la Fundación.
El legado global
"René Favaloro es un verdadero héroe y una figura legendaria", resaltaron especialistas de la Clínica Cleveland desde Estados Unidos, donde el célebre médico argentino realizó la primera cirugía de bypass aortocoronario, y también de la cátedra de Cirugía Cardiovascular de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, que lleva el nombre del cardiocirujano argentino.
Lars Svensson, presidente del Instituto Cardíaco, Vascular y Torácico de la Clínica Cleveland; y Ran Kornowski, profesor titular de la Cátedra René G. Favaloro de Cirugía Cardiovascular, Torácica y Cardiología Intervencionista en la Universidad de Tel Aviv, coincidieron en que el emblemático médico argentino "cambió y expandió la cirugía cardíaca en todo el mundo".
Por su parte, el cardiólogo intervencionista Ran Kornowski, desde Israel, aseguró que "en el campo de la medicina cardiovascular, el profesor Favaloro es un verdadero héroe y una figura legendaria".
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