Los precios vienen con una inercia previa a la salida del cepo. Los supermercados del interior se sumaron al rechazo a incrementos desmedidos de proveedores.
La inflación de abril difícilmente puede ubicarse por debajo del 3,7%, según indica la evolución de los precios de los alimentos de las primeras tres semanas. Todo más allá de los esfuerzos de las cadenas de supermercados de la Capital Federal y del interior, por evitar "subas desmedidas" de parte de la industria proveedoras del retail.
De acuerdo con la consultora LCG, al 16 de este mes, es decir, el día en que se levantó el cepo parcialmente, la inflación del segmento alimentos y bebidas seguía creciendo a un ritmo mensual cercano al 4%, lo que anticipa un fuerte impacto en el IPC, más allá que por estacionalidad el cuarto mes del año suele tener menos inflación que marzo.
En la última medición en la tercera semana, LCG informó que los precios de alimentos y bebidas subieron 3,8% en el promedio de cuatro semanas. Si se comparan los precios de la tercera semana de marzo con abril, el segmento subió 3%, lo que implica una baja de poco más de un punto respecto de la semana pasada.
Los datos indican que a pesar de que las empresas del comercio minorista, incluido los distribuidores, que no están dispuestos a aceptar un salto más alto del que venía hasta ese momento, lo acumulado hasta el momento es muy importante para revertir el resultado final. Tendría que haber deflación en la última semana, algo inviable.
Luego de haber dado a conocer una nota en la que advertían que la salida del cepo y el cambio de régimen podría generar incrementos de precios, las cadenas de supermercados con mayor presencia en las provincias argentinas dijeron que van a rechazar listas de sus proveedores que impliquen suba de precios desmedidos.
La posición de los supermercados del interior
En principio, la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) advirtió: "Vivimos momentos de cambios muy profundos -en el país y en el mundo- todos debemos asumir la responsabilidad que nos cabe, por eso los integrantes de la Red Súper Argentinos, cadenas regionales y supermercados independientes, presentes en todo el territorio nacional, no convalidaremos los aumentos desmedidos que buscan imponer algunas de nuestras empresas proveedoras".
De ese modo, las empresas del interior se sumaron a sus pares de la Capital Federal. También decidieron no avalar incrementos de precios desmedidos, los distribuidores mayoristas, que tienen mayor vinculación con los supermercados chinos.
Por su lado, la Cámara Argentina de Distribuidores Mayoristas (CADAM) advirtió por su lado que "la liberación del cepo no representa una devaluación, sino la apertura positiva del mercado".
"Ya de por sí, las empresas operaban con el dólar MEP o Contado con Liqui, que incluso registraron una baja tras la apertura del dólar oficial, lo que refuerza la idea de que no hay fundamentos para remarcar precios.
CADAM afirma que "además, el nuevo tipo de cambio oficial liberado está orientado exclusivamente a personas físicas, por lo que no afecta directamente la operatoria de las empresas" y por eso plantea: "Por eso, hacemos un llamado a la responsabilidad de todos los proveedores del mercado para evitar distorsiones y especulaciones que solo generan incertidumbre y afectan el normal funcionamiento del comercio".
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