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Estafadores virtuales atrapados en Chubut: les devuelven la plata a sus víctimas para evitar ir a juicio

El último es un joven que engañó a una vecina de Rawson desde una cárcel cordobesa. Varios casos terminaron con acuerdos similares ante la Justicia en la provincia.

La justicia de Chubut acordó con un joven que está preso en Córdoba que le pague un resarcimiento a una mujer de Rawson a la que engañó a través de las redes sociales con una metodología que se repite en la provincia.

El muchacho, identificado como Lucas Cuello, tiene 26 años y está cumpliendo condena por otro delito.

Para evitar más problemas con la Justicia, aceptó lo que se llama un “acuerdo de reparación”, previsto en la Solución Alternativa del Conflicto del Código Procesal del Chubut, que ofrece un atajo hacia la resolución del caso a partir de un resarcimiento a la víctima afectada por la estafa virtual, y evitando que se prolongue el proceso judicial.

En los hechos, el incentivo para que los acusados acepten la propuesta es que, si cumplen con el pago de lo acordado, se ahorran ir a juicio y exponerse a una muy probable condena penal por el delito de estafa.

Lo cierto es que asesorado por su abogado defensor, Miguel Moyano, el joven cordobés aceptó la figura de la "reparación".

De este modo, admitió haber engañado a la mujer a través de cuentas falsas de Facebook para obtener sus datos personales y claves de acceso bancarias.

Luego los usaba para sacar préstamos que se ofrecen por Internet. Así, se quedaba con el dinero y dejaba a la damnificada con la responsabilidad de pagar las cuotas y los intereses.

“Le doy mi palabra”

Ante la jueza chubutense Karina Breckle, el acusado se comprometió a devolverle el dinero pautado en cuatro cuotas consecutivas a partir de los últimos días de agosto.

Durante la audiencia, que se llevó a cabo por videoconferencia desde la cárcel de Córdoba en la que está preso, Cuello le hizo una promesa a la magistrada: “Le doy mi palabra que voy a cumplir”.

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Karina Breckle, jueza penal de Rawson.

Karina Breckle, jueza penal de Rawson.

El joven explicó que su familia, que es la única que puede ayudarlo a reunir el dinero, comenzará a cobrar recién a fines de agosto, y por eso se fijó para ese momento el plazo para el pago inicial.

Ahora, el joven deberá cumplir con la palabra empeñada. Si no lo hace, automáticamente se le iniciará un proceso penal bajo la figura de estafa.

Una modalidad que se repite en Chubut

Según explicaron en la audiencia en la que se oficializó el acuerdo con el imputado, Cuello no operaba solo, sino que formaba parte de una banda que incluso ya había cometido varias estafas similares en Chubut, con resultados similares al de ahora.

La procuradora fiscal Eugenia Domínguez, de la Unidad Fiscal Especializada en Cibercrimen, fue quien describió los hechos durante la audiencia y detalló la participación de Cuello en una organización criminal dedicada a realizar estafas cibernéticas.

Incluso, contó que algunos de sus miembros ya han sido procesados penalmente en Chubut.

Además, hubo otros casos. En mayo, por ejemplo, la misma jueza de Rawson acordó con una mujer de la localidad cordobesa de La Calera que le pagara cuatro cuotas de 50 mil pesos a otra vecina de Rawson que había sufrido otro engaño virtual.

El acuerdo, también homologado en la Oficina Judicial de Rawson, permitió que luego de cumplir con los pagos la imputada quedara sobreseída, evitando así la continuación del proceso y la llegada a la instancia de juicio oral y público en su contra.

La acusación estableció que la maniobra de estafa virtual fue organizada y llevada adelante por varias personas desde Córdoba.

Según la investigación, el grupo usaba cuentas bancarias o billeteras virtuales de terceros a los que engañaba por las redes para obtener préstamos y realizar otras maniobras delictivas.

Generalmente, se hacían pasar por representantes legales y/o funcionarios de entidades financieras, como "Crédito Posta", con el objetivo de obtener información personal y datos bancarios de sus víctimas desprevenidas, según se informó desde la Procuraduría chubutense.

Cada miembro de la banda abrió cuentas bancarias o billeteras virtuales para luego hacer circular el dinero obtenido ilícitamente, llegando a acuerdos para la distribución y uso del mismo, no sin cierta torpeza, que permitió establecer su responsabilidad en las estafas.

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