El organismo que se encuentra bajo la cartera de Patricia Bullrich tuvo un ciberataque e indicaron que se encuentran trabajando para determinar los hechos del ilícito.
Una alerta se prendió en las Fuerzas Armadas (FFAA) del país por un posible hackeo en el que se filtró información sensible de 50.000 militares. La información incluye datos sobre agentes del Ejército, el Documento Nacional de Identidad (DNI), lugar de servicio, registro de viajes, domicilios de las familias y diplomas, entre otros.
Las FFAA realizaron una denuncia y la Justicia ya realizó una intervención en el caso. Este panorama configura un panorama altamente sensible desde el punto de vista de la seguridad nacional. "Se han llevado a cabo todos los protocolos establecidos para reforzar la seguridad de la información administrativa y ejecutar medidas especiales sobre los sistemas de acceso", señalaron fuentes oficiales.
El equipo que investiga el hackeo se encuentra integrado por la cartera que preside Patricia Bullrich y las áreas de ciber defensa y ciberseguridad informática de las Fuerzas Armadas. Asimismo, se reforzó bajo los protocolos vigentes la seguridad de información administrativa y sistemas de accesos.
Según indicaron fuentes citadas por TN, la Agencia Federal de Ciberseguridad también interviene en la investigación. La hipótesis que manejan es que los datos sustraídos no comprometerían las capacidades operativas de la Fuerza.
Esta información fue una sorpresa para el Gobierno, ya que incluso la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado) no tenía conocimiento sobre este ataque cibernético.
Antecedentes de hackeo a las Fuerzas Armadas
En febrero de este año, el grupo autodenominado "LulzSec Muslims" supuestamente había hackeado la estructura militar de las Fuerzas Armadas Argentinas. A través de un mensaje que difundieron a través de la Dark Web, el grupo afirmó haber accedido a una amplia gama de datos sensibles, que incluyen nombres, apellidos, números de teléfono, direcciones, identificaciones, cuentas bancarias y tarjetas militares.
Además de los datos personales, LulzSec Muslims aseguró haber obtenido acceso a documentos críticos del Comando Conjunto de Ciberdefensa y de empresas de telecomunicaciones. Entre estos documentos se encontrarían “intercambios y mensajes militares, reportes de los comandos y encuentros secretos con expertos estadounidenses“.
Aunque esta información nunca se confirmó, vuelve a plantear la necesidad de mejorar las medidas de seguridad cibernética dentro de las instituciones militares del país y fortalecer las capacidades del Comando Conjunto de Ciberdefensa, el cual se encuentra en la orbita del Estado Mayor Conjunto.
Otro hecho similar ocurrió en 2022, cuando el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (EMCO) recibió una alarma que surgió en la Dirección de Comunicaciones e Informática del EMCO. En ese momento, se actuó rápidamente y, como resultado de la evaluación de los sistemas, se detectó la presencia de "malware" en algunos equipos, procediéndose a aislar aquellos que se encontraban comprometidos y evitar propagación de la aplicación maliciosa.
A su vez, se supo que del análisis de la información recolectada de los sistemas, no se había detectado evidencia de filtración de información sensible o que el hecho responda a un ataque dirigido contra este Organismo.
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