El animal era la mascota de la familia de la víctima y el brutal hecho sucedió en el patio de su casa. El nene tiene comprometido un ojo y la nariz.
Un nene de dos años fue brutalmente atacado por el perro de la familia y está internado en grave estado en el Hospital Teodoro Schestakow de Mendoza. El hecho ocurrió en una vivienda ubicada en calle Dr. Emilio Civit al 400, de la ciudad mendocina de San Rafael, donde reside la familia de la víctima.
La versión de los testigos indicó que el perro de raza mestiza pertenece a la familia del nene y aseguran que se encontraba atado al momento del ataque.
Según detallaron, el animal mordió al nene en la cara y se vieron seriamente comprometidos la nariz y el ojo derecho. Tras las graves heridas, la víctima fue derivada de urgencia al hospital local, dónde fue sometido a una operación y se encuentra internado en estado crítico.
De acuerdo a la versión del padre de la víctima este es el segundo ataque del perro contra el nene de dos años, lo que complica aún más la situación.
En este contexto, la Oficina Fiscal de San Rafael inició una investigación para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades pertinentes, por lo que se realizaran pericias veterinarias y se buscarán más testimonios.
Antecedentes de ataques de perro
El pasado mes de septiembre una mujer fue brutalmente atacada por una jauría de perros en la provincia de Neuquén, en la zona del Balneario Municipal. La víctima iba caminando por la calle y terminó luchando con los perros para que no la mordieran. El incidente ocurrió a plena luz del día y ante la vista de varios automovilistas que frenaron y la ayudaron. Con fuertes bocinazos alejaron a los perros, y la señora tuvo que acudir al hospital para certificar los golpes que sufrió tras caer en el asfalto.
Todo ocurrió alrededor de las 15:15 del viernes. Ella iba a su casa y vio que los perros cruzaban la calle Linares de una punta a la otra. "Primero me atacó un perro negro con chaleco verde flúor. Luego se sumó otro grandote. Yo empecé a retroceder. Se sumaron otros más. Eran como cinco. Seguí retrocediendo, mientras me defendía con una campera. Uno se paró en dos patas y tiró mordiscones. Me llegaba a la altura de mi cara. No había forma de pararlos. Al final me caí en el medio de la calle y casi me pisan. Algunos automovilistas pararon y tocaron bocinazos para espantarlos. Gracias a ellos, los perros se alejaron. Yo no podía ni respirar de la desesperación. Un matrimonio me trajo hasta Copahue y Linares, donde vivo", relató la mujer.
Tras el incidente que vivió, se dirigió hasta el Policlínico Neuquén por la ART. Actualmente siente molestias en la zona del coxis, a raíz de la caída que sufrió. Aseveró que llamó a la Comisaría Segunda y al 147. "La chica que me atendió, me tomó el reclamo y me dijo que varias personas habían llamado por este tema. O sea que no fui la única", advirtió.
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