A pesar de la recomposición de salarios y que el precio de los bienes sube menos que la inflación general, un rubro explica por qué se pierde poder de compra.
En octubre la inflación siguió a la baja al punto de lograr el nivel mas bajo desde noviembre de 2021, cuando había sido del 2,5%. El último Indice de Precios al Consumidor de nivel nacional que informó el INDEC fue del 2,7%.
El indicador así rompió la barrera del 3% y eso hace pensar al gobierno que al estar mas cerca del 2% mensual se empareja con la tasa de devaluación mensual que aplica el Banco Central al peso. Como dice el presidente Javier Milei, es la tasa de inflación que genera el propio programa.
Desde ese punto de vista, lo que le resta al gobierno nacional es ir bajando la tasa de devaluación para ir bajando aún más la inflación, a riesgo de que por otro lado, la Argentina se ponga cara en dólares.
A eso habría que sumar que desde abril aproximadamente, como las negociaciones paritarias han ido ganando a la inflación mensual, se produjo una recomposición real de salarios, aunque el público pueda asegurar que igualmente no le alcanza para llegar a fin de mes.
Al revisar más detalladamente los números, no todos los bienes y servicios suben del mismo modo. Hay algunos que suben mucho mas que otros. Se está registrando una recomposición de lo que se denomina “precios relativos”. Este indice mide el valor de una cosa en relación a otra. Más precisamente, cuánto tiene que dejar de consumir una persona de un bien si sube de precio otro.
Los alimentos fueron motor de la inflación hasta junio
En la primera mitad del año el motor de la inflación fueron los alimentos y los bienes transables en general, que tienen los precios libres en el mercado, mientras que los servicios, como tienen las tarifas reguladas, subieron menos. Pero desde junio esa tendencia se revirtió y es por ello que gran parte de los consumidores ahora no puede consumir tantos bienes como antes, porque el costo de la luz y el gas, por ejemplo, tiene mayor incidencia sobre los salarios.
Según un reporte del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) “continuó la reversión de precios relativos en octubre” ya que los servicios públicos resultaron más caros y los alimentos más baratos en términos relativos.
El informe dice que “el rubro que más creció fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles con el 5,4% y el que menos creció fue alimentos y bebidas no alcohólicas y Transporte con el 1,2%”.
En relación al precio del resto de los bienes de la economía el precio de los servicios subió 51%. Pasó de 49 puntos a 74 puntos en octubre.
En cambio, alimentos y bebidas sin alcohol muestran la tendencia opuesta, pasando de 122 puntos en diciembre de 2023 a 112 en octubre de 2024. El precio relativo bajó un 8%.
A pesar de todo, el IPC sigue a la baja
Lo que explica que el IPC siga bajando, a pesar de que los servicios públicos van para arriba, es que este rubro pondera menos en la canasta de consumo que se usa para medir la inflación.
Cuando el precio de un determinado bien cambia se generan dos tipos de efectos: se altera la tasa a la que se puede cambiar un bien por otro y se afecta el poder adquisitivo total de los ingresos. Al primer efecto se lo llama "sustitución" y corresponde al cambio de la cantidad demandada de un bien o servicio cuando su precio sufre modificaciones, mientras que los precios de otros bienes y el poder adquisitivo se mantienen constantes.
Durante largos períodos los consumidores tuvieron la posibilidad de tener un poder de compra de bienes más alto porque desde el gobierno se mantenía pisadas las tarifas de los servicios, incrementando el gasto en subsidios a las empresas prestadoras. Pero esa política derivó en un incremento del déficit fiscal, emisión y suba de los precios.
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