¿Reconciliación? Antes de La Boca, Mauricio Macri se reunió con Javier Milei y recibió elogios de Santiago Caputo
El ex presidente encabezará un acto político este jueves. La búsqueda de recuperar protagonismo al frente del PRO. La reunión con el libertario en Olivos.
Con hermetismo y sigilo, casi que no lo vean venir. Así le gusta moverse a Mauricio Macri desde que desembarcó en la política. Quienes compartieron un partido de fútbol con él sostienen que juega igual. Del mismo modo, se movió en las horas previas al acto que protagonizará este jueves en el barrio porteño de La Boca, para oficializar su nuevo rol como presidente del PRO, el partido que fundó hace 20 años. En las últimas horas -algunos dicen que fue este miércoles por la noche-, bajo absoluta reserva, se reunió con la residencia de Olivos con el presidente Javier Milei y casi al mismo tiempo hubo un gesto de distensión. El estratega Santiago Caputo lo elogió públicamente, en la primera entrevista que concedió desde que es asesor del mandatario.
La reunión habría durado cuatro horas y transcurrió, al menos por ahora, bajo absoluto hermetismo. El expresidente no se ve con Milei desde el 9 de julio, cuando viajó a San Miguel de Tucumán para participar, desde afuera, de la firma del postergado "Pacto de Mayo", donde pusieron el gancho 19 gobernadores, el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, el titular de la Cámara Baja, Martín Menem y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Macri estuvo afuera y, junto al expresidente interino Adolfo Rodríguez Saá, fueron los únicos dos exmandatarios que aceptaron la invitación de la Casa Rosada.
Pero el fundador del PRO quedó lejos de la escena principal, bajo el frío de la medianoche tucumana. Se dispararon especulaciones sobre el destrato recibido, quizás promovidos por la hermana del presidente, que estuvo completamente a cargo de la organización del evento. El diputado Martín Yeza, que ahora preside la Asamblea del PRO y acompañó a Macri en ese viaje, fue el vocero elegido para transmitir la sorpresa del expresidente ante el gélido recibimiento político.
No fue el único invitado del PRO. La excandidata presidencial de JxC y ex titular de esa fuerza, Patricia Bullrich, que volvió a conducir el Ministerio de Seguridad desde diciembre, jugó de local en ese acto. Viene de perder la discusión interna del partido: propuso fusionarse con La Libertad Avanza y perdió ampliamente en una asamblea que había pactado conducir, pero fue desplazada y reemplazada por Yeza. Patricia sigue con el mando total de la cartera de Seguridad, tal como lo hizo durante la presidencia de Macri, pero quedó virtualmente afuera de todo, aunque ella sostiene que peleará desde adentro.
Pero a su modo, porque poco después sostuvo en una entrevista que esa fusión se estaba dando "de hecho", ya que ella estaba en el Gobierno. Sus palabras fueron tomadas como una falta de respeto para los dirigentes que votaron en la asamblea en contra de la propuesta de fusionarse con el oficialismo. Quizás Macri tome ese guante y le conteste, aunque en su entorno aseguran que no tiene ningún interés en "subirle el precio". Yeza ya habló en nombre de Macri. Dijo que ella busca romper el PRO y que es una desagradecida.
El acto de Macri en La Boca
De aquellas escenas solo han pasado tres semanas. En estos 20 días Macri fue preparando el acto que se realizará este jueves en La Boca, a orillas del Riachuelo, con la aspiración de reunir a unas 1.000 personas y hacer una demostración de fuerza en tres planos: mostrarse al frente de la nueva etapa del PRO, luego de la fuga de votos que los llevó a la derrota en las elecciones del año pasado; liderar una fuerza política que ahora tiene presencia federal, pero que transitará sin Patricia Bullrich ni Horacio Rodríguez Larreta y, a la vez, retomar el contacto con su territorio originario, que la marca amarilla gobierna desde 2007, ahora en manos de su primo Jorge.
Antes del discurso que ofrecerá el expresidente, habrá dos paneles. El más importante estará protagonizado por los tres gobernadores que tiene el PRO: el alcalde porteño Jorge Macri; el gobernador de Entre Ríos Rogelio Frigerio; y el de Chubut, Ignacio Torres, que hace tres meses protagonizó uno de los conflictos más tirantes con Milei por el envío de fondos coparticipables. Macri buscó mediar entre ambos sin éxito y Bullrich quedó en contestar, pero no lo ayudó. Poco después, "Nacho" dijo que si avanzaba la idea de unirse con LLA dejaba el partido.
Este jueves será parte del elenco "joven y federal" que Macri quiere exhibir para demostrar que el PRO ya no es un partido "porteñocéntrico". Fue uno de los reclamos que le hicieron a Macri los dirigentes de los distritos electorales más importantes del país, donde el PRO tiene tribus y exponentes que ahora, luego de la derrota, le exigieron mayor presencia en la mesa de decisiones para evitar su repetición.
En el horizonte lejano están los comicios de medio término del año que viene para una fuerza política que comparte el mismo electorado del Gobierno, atraído en una segunda vuelta a favor de Milei con el impulso de Macri y Bullrich, que ahora están peleados. Sobre ese dilema deberá transitar el flamante presidente del PRO: cómo diferenciarse del economista de ultraderecha que calza la banda presidencial, pero sin romper y así evitar que sus votantes lo castiguen por un eventual fracaso.
El problema es doble, porque si a Milei le va bien, todavía no queda claro cuál será el futuro del PRO, que posiblemente quede diluído ante la eventual cristalización final de la fuga de votos por ultraderecha que jaqueó a Juntos por el Cambio. A ese frente se suma otro, quizás más delicado. Macri podría ser candidato a senador el año que viene por la Ciudad de Buenos Aires, el distrito originario que ahora administra Jorge, con poco éxito en las encuestas.
Los Macri ya advirtieron que la aceptación de la gestión porteña, un activo histórico del PRO, está en sus peores niveles desde sus inicios. Este jueves ambos estarán en La Boca con un poroto en el bolsillo, porque la Casa Rosada finalmente cedió en devolverle el porcentaje de coparticipación que el gobierno de Alberto Fernández le había quitado. La negociación fue tirante y no habrá pagos sobre la deuda, sino pagos mensuales de ahora en adelante. Milei aflojó ante la advertencia que le habían hecho llegar a través de funcionarios porteños. Los emisarios que estuvieron con el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, anticiparon que si no había devoluciones para los próximos meses, la ecuación financiera porteña entraría en un escenario crítico, tan adverso para el PRO como para La Libertad Avanza.
El magnate se había autoimpuesto un plazo para hablar y hacer un primer balance sobre los primeros meses de la gestión de Milei. Estaba previsto que lo hiciera después de la sanción de la Ley Bases y del Paquete Fiscal. El trámite parlamentario se estiró y puso a prueba la menguante capacidad negociadora del oficialismo en las dos cámaras del Congreso. La debilidad y pereza de los escuderos de La Libertad Avanza fueron totalmente funcionales para el PRO, porque quedó al desnudo el nivel de dependencia técnica y numérica que tienen con el bloque que conduce Cristian Ritondo, desde hace un mes presidente del PRO en la provincia de Buenos Aires después de una movida, respaldada por Macri, para empujar la renuncia de la senadora provincial Daniela Reich, esposa del intendente del municipio de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.
El jefe comunal de ese distrito del conurbano oeste es cercano a Milei e impulsaba la fusión con LLA en la provincia. Al igual que Bullrich, quedaron afuera y a merced de que Milei comience a caminar el mayor territorio electoral del país, cosa que no ha hecho hasta ahora.
Qué podría decir Mauricio Macri en La Boca
Si decide hablar a sus anchas, y retoma el tono de campaña permanente que supo articular hasta que perdió las elecciones por su reelección en 2019, Mauricio Macri tiene varios temas para explayarse. Es posible que el tono y los contenidos los haya definido después de la reunión que tuvo con Milei este miércoles. Si es por los antecedentes del vínculo político que han construido, el encuentro parece una exploración de ambos para reordenarlo y evitar que la aparición pública del magnate tome por sorpresa al presidente.
El entorno del expresidente ya deslizó que Macri no está de acuerdo con la postulación de juez federal Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema. El tema podría retumbar en el acto de este jueves, pero resulta dificil pensar que no fue parte de la charla que tuvo este miércoles con el presidente.
El hermetismo del encuentro en Olivos sumó una señal de distensión por parte de Caputo. Este miércoles concedió, por primera vez, una breve entrevista con un mensaje para el magnate "Tengo una excelente opinión del presidente Macri. Conmigo en particular siempre ha sido extremadamente generoso. Creo que sentó las bases para que la Argentina finalmente pudiera cambiar. Admiro la construcción que hizo el PRO los últimos años y aparte yo vengo de esa escuela", le contestó al portal del canal de cable TN.
"Estamos enormemente agradecidos por su apoyo incondicional al cambio que está llevando adelante el presidente Milei. Hemos tenido muy buenas charlas privadas, siempre es interesante escuchar a una persona que logró tantas cosas", aseguró el consultor. Quienes han escuchado a Caputo en privado, cuentan que el asesor está convencido de que "Macri ya fue" y que no encuentra su lugar desde la derrota del año pasado. En público, al igual que Milei, se muestra agradecido y le ofrenda admiración. Sin embargo, nunca dicen que lo quieren en el gobierno o cerca del esquema de decisiones.
Macri está al tanto, desde hace meses, de las cosas que Caputo dice en privado sobre él. Quizás el gesto de la primera entrevista que concedió el estratega estrella sea el comienzo de otra etapa, para evitar que el expresidente se diferencie más de la cuenta. Al magnate le gusta que no lo vean venir. En la política, como en el fútbol, tarde o temprano se termina vengando cuando le pegan.
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