Se trata del caso de Rodrigo Colihuinca, de 17 años. En 2012, su cuerpo apareció decapitado en un descampado de la ciudad de Chubut.
“Queda mucho por hacer”. Así sintetizó el fiscal Fabián Moyano la actualidad de la investigación del crimen de Rodrigo Colihuinca (17) en Trelew, que más de 12 años después sigue impune. El trabajo de la Justicia en torno a un caso que conmovió a Chubut, fue duramente cuestionado en múltiples oportunidades por reiterados pasos en falso, el último de ellos muy reciente.
Por eso, Moyano se ocupó de aclarar también que, pese a las sospechas y denuncias de los allegados de la víctima, la investigación no está frenada luego de que casi volviera a fojas cero este año, ante la poco creíble confesión de un supuesto autor material del asesinato.
Según aseguró, todavía quedan tareas por delante, que surgieron justamente en los últimos tiempos a partir de un renovado trabajo en la causa.
En ese sentido, explicó en declaraciones radiales que, luego de que en 2023 la Procuraduría de la Provincia constituyó un renovado equipo de expertos en Criminalística para tratar de darle un giro a la investigación, actualmente se analizan nuevos elementos de prueba, algo inesperado y sorprendente habiendo transcurrido tanto tiempo sin ningún resultado concreto.
La principal novedad es que lograron detectar cabellos en la ropa de la víctima que antes no habían sido advertidos, y que podrían pertenecer a alguno o algunos de los involucrados en el brutal asesinato de marzo de 2012.
“Tenemos unos seis pelos más que están siendo analizados. Son distintos a los otros que habíamos encontrado”, detalló el fiscal en diálogo con Cadena Tiempo.
Moyano agregó que también hay manchas de la ropa interior de Rodrigo y de una remera hallada en el lugar que se están analizando con el objetivo de establecer si es algún tipo de fluido corporal del que podrían obtenerse datos.
Según explicó, estos nuevos peritajes se pueden hacer gracias a que todas las muestras fueron correctamente preservadas durante más de 12 años.
Una confesión con poco sustento en Trelew
El fiscal dio a conocer estos detalles semanas después de que dieran negativo los exámenes para comparar el ADN del imputado Brian Muñoz con el de los 17 pelos secuestrados en la escena del crimen. Ninguno era suyo.
Se trata del joven de 29 años que el 28 de mayo de este 2024, sorpresivamente, se presentó en la comisaría Segunda de Trelew y confesó sin muchos rodeos ser el autor del asesinato, aunque después se desdijo ante la justicia y durante al menos tres meses no se pudo hallar un solo indicio de que su declaración inicial fuera cierta. Por eso, el juez de la causa dispuso su liberación.
Su abogado defensor, Oscar Romero, aseguró en tatno que “el resultado (del ADN) arrojó que tampoco hay nada que pueda ser útil para esclarecer el crimen" y que en virtud de eso, pediría el sobreseimiento de su cliente, que quedó libre en septiembre pero sigue imputado en la causa.
Ahora las revelaciones del fiscal podrían poner en duda esa afirmación. Moyano explicó por qué no se había avanzado antes con los estudios de estos cabellos.
“En 2012 hubo un equipo que fue al lugar, levantó algunos rastros y me sugirió en su momento analizar determinados cabellos encontrados y compararlos con tales otros y con el ADN de tal sospechoso, pero dio todo negativo”.
Luego de eso, “el procurador general en 2023 crea un nuevo equipo con otros expertos en Criminalística” que usó los avances tecnológicos de esos diez años para abocarse con más intensidad al análisis de la evidencia del caso.
Fue allí cuando detectaron otros cabellos en las prendas de vestir y ropa interior de Rodrigo que no habían sido hallados antes, y que espera que ahora puedan arrojar algo de luz.
Nuevas pericias a los celulares
El fiscal adelantó también que en unos diez días se iniciará en el equipo técnico de Rawson una nueva pericia informática en los 13 teléfonos que incautaron de la casa del único imputado que hoy tiene la causa.
En su momento, tras realizarle el allanamiento donde se llevaron los celulares, “la Policía trató de encenderlos primero, para ver si había mensajes o algo más, pero estaban todos degradados”.
Moyano explicó que ahora dispuso que los analice un perito informático con tecnología más avanzada, para poder acceder a la memoria de los dispositivos y recuperar el contenido.
Dos de esos teléfonos -reveló- fueron activados por familiares de Brian Muñoz en 2014, dos años después del crimen, utilizando un chip a nombre de esas personas.
Lo único que se sabe es que fue un crimen brutal
A decir verdad, las expectativas -tras el nuevo traspié que siguió a la confesión de Brian Muñoz- son escasas, especialmente en la familia Colihuinca, que prácticamente ya no tiene esperanza de saber quien mató a Rodrigo.
Se sabe que al adolescente le quitaron la vida "estrangulándolo con un lazo de tela, golpeándolo a su vez con un trozo de roca que se encontraba en el lugar, y posteriormente, con la utilización de un cuchillo, lo decapitaron arrojando la cabeza por detrás de un paredón”, según se pudo establecer en su momento sobre la brutalidad del crimen, que conmovió a todo Chubut.
Su cuerpo fue encontrado sin la cabeza y con otros miembros esparcidos en un descampado de la ciudad. Fue unas 24 horas despés de que su familia denunciara la desaparición del adolescente, qeu fue visto por última vez por su padre Juan, cuando salió de su casa para ir a hacer un trabajo práctico de la escuela.
Te puede interesar...
Lo más leído
Leé más
Condenan a un escribano que le vendió a un chino lotes que eran del estado
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario