Una pareja los ayudó al verlos encallados en una playa desolada, a 65 kilómetros de Las Grutas. Suponen que quedaron atrapados cuando huían de las orcas.
El último fin de semana, una pareja que paseaba por una despoblada playa en la zona de San Antonio Este, en Río Negro, se topó con una imprevista emergencia: encallados en la arena, dos delfines luchaban desesperadamente por volver al agua, sin éxito.
Walter Andreoli, encargado de un parador en las playas de San Antonio Este que conoce muy bien la zona, y su esposa Gabriela Padovano vieron a los dos mamíferos marinos extenuados y destinados al peor final. Ante esa situación, decidieron intervenir.
Ambos entendieron que no había tiempo para esperar a que llegara ayuda, así que con una soga arrastraron a los animales de regreso al mar.
El registro del rescate en un lugar desolado de Río Negro
El improvisado rescate quedó registrado en un video que tomó Gabriela con su celular y más tarde un usuario compartió en las redes con la idea de reconocer la proeza del matrimonio.
“Walter Andreoli y Gabriela Padovano, del complejo Saco Viejo, los héroes de ayer en el Puerto S. A. E”, escribió Walter Castro Véliz en su cuenta de Instagram (@wcastroveliz) para acompañar las imágenes.
Y agregó: “Dos ejemplares de Delfín Común se desorientaron y quedaron encallados en un área con una gran amplitud de marea; gracias a su asistencia pudieron volver al agua y salvar su vida”.
Más tarde, el propio Andreoli contó su experiencia en esas playas muy poco turísticas, ubicadas a unos 65 kilómetros de Las Grutas, donde había ido con su mujer.
"Vi algo negro y, al acercarme, me di cuenta de que eran delfines. En un segundo intuí lo que pasó, porque el día anterior se habían visto orcas" en esas costas, aseguró. Y explicó: "Como ellas se los comen, imaginé que estos delfincitos huyeron y, desorientados, se quedaron varados en ese canal, que estaba sin agua".
Toda la zona de Las Grutas es conocida por su amplitud de mareas, que suele formar grandes piletones para disfrute de los turistas en el verano. Para los cetáceos, esa cualidad del lugar fue por un lado un resguardo que evitó que se convirtieran en alimento de las orcas, pero -de no ser por el rescate que improvisó la pareja- también en una trampa mortal.
"Tranquilo, que ya viene el agua"
En el video que pronto se viralizó en las redes se ve a Walter acercarse a uno de los dos delfines atorados en el fango y entre pastizales
“Este, el más grande, está más vivo, pobrecito”, se escucha que dice Mónica mientras su marido ata la soga en la cola del delfín, para luego comenzar a tirar y arrastrarlo por un terreno complicado para moverse.
En determinado momento, el ejemplar hace algunos movimientos como para liberarse. El improvisado rescatista no se imputa y sigue tirando. Se escucha su respiración agitada por el importante esfuerzo para recorrer los casi 30 metros que separan al delfín del mar.
Un terreno blando hace la tarea muy pesada y el delfín va dejando una larga huella a medida que Walter avanza.
Lo que sigue en las imágenes es el mejor desenlace para la proeza, con los dos delfines en el agua, en un sector donde todavía el nivel es algo bajo y les cuesta moverse, pero ya están a salvo.
“Tranquilo, tranquilo que ya viene el agua”, se escucha al salvador decirle a uno de los animales, quien luego evalúa la situación. “Un éxito total. Se van despacio, porque les falta un poquito de agua, pero bueno, gracias a Dios van a vivir”.
“Hacía frío pero ni lo sentí, les saqué el barro y los masajeé un poco. Fueron reaccionando y daban como grititos. Fue re conmovedor", contó más tarde el hombre, que se quedó con su mujer en el lugar hasta que el agua subió y estuvo seguro de que los delfines iban a sobrevivir. "Vi que empezaron a nadar", dijo.
Los guardafaunas, en verdad, recomiendan no acercarse si una situación de este tipo se presenta en la playa, y en cambio alertar a un guardavidas, policía o cualquier otro servidor público que pueda enviarles un alerta para intervenir. Algunos, incluso, lo advirtieron en los comentarios que hicieron al posteo del video en Instagram.
Más allá de eso, en ese lugar desolado y sin nadie a quien dar aviso con rapidez, Walter y Mónica tomaron desinteresadamente una decisión valiente, que tuvo un final feliz.
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