Violencia en Tierra del Fuego: 14 años de cárcel por pegarle a un hombre, tirarlo por la ventana y apuñalarlo
La víctima, de 39 años, fue agredida en una casa tomada de Ushuaia por un grupo de ocupas, la mayoría menores. Perdió un ojo y quedó en terapia intensiva.
Hace un año, un hecho de violencia extrema en una casa tomada conmocionó a Tierra del Fuego. En una pelea entre ocupas, Daniel Quinteros, de 39 años, quedó al borde de la muerte, luego de ser golpeado, tirado por la ventana desde el primer piso de una casa tomada de Ushuaia, y luego apuñalado en el abdomen.
Los agresores, dos mayores de edad y cuatro menores, dos de ellos de apenas 15 y 14 años, lo dejaron tirado en la vereda, con las vísceras expuestas y agonizando en un charco de sangre.
Este lunes, luego del juicio a los principales responsables del brutal ataque en banda, un Tribunal de Juicio de la capital fueguina resolvió el caso con una condena de 14 años de prisión efectiva para uno de los acusados y otra pena de cumplimiento efectivo para otro.
Facundo Jeremías Ezequiel Gómez Ávila, de 18 años y quien recibió la pena más rigurosa, fue encontrado penalmente responsable del delito de tentativa de homicidio doblemente agravada y amenazas coactivas.
Al imputado de 29 años, Walter Alexander López, en tanto, le impusieron 4 años y 8 meses de prisión por amenazas coactivas agravadas, además de ser declarado reincidente.
Guillermo Andrés Fuentes fue condenado con la misma figura que Gomez Avila, pero al ser juzgado como menor de edad (dado que al momento del hecho tenía 17 años), su pena será definida más adelante por un tribunal de menores.
Por otro lado, la defensa de una menor de 17 años que estaba imputada por “amenazas coactivas” pidió la probation en el inicio de las audiencias del juicio, que fue concedida, por lo que evitó el proceso.
En el ataque se comprobó la participación, también, de otros dos menores de edad, que fueron declarados inimputables al inicio del proceso por tener 15 y 14 años.
La brutal agresión en Tierra del Fuego
El ataque conmocionó a la ciudad por la extrema violencia contra un hombre que, en inferioridad numérica, no pudo defenderse.
Quinteros, un vendedor ambulante de Río Grande, pasaba la noche en el lugar junto a su pareja y otra allegada cuando fue blanco del ataque de un grupo de personas que se juntaban en el lugar a tomar y drogarse. Querían que él y sus acompañantes se fueran.
La discusión escaló y los agresores se abalanzaron sobre él. La agresión no quedó en los golpes. Luego de tirarlo desde el piso superior de la vivienda precaria y sin terminar, fue apuñalado y una profunda herida en el abdomen comprometió sus vísceras.
Como consecuencia de la brutal agresión, la víctima sufrió un corte en el estómago con evisceración, politraumatismos severos en rostro, cabeza y cuerpo, y la pérdida de un ojo, además de otras lesiones derivadas de la caída desde el primer piso.
El hombre fue encontrado a las tres y media de la mañana del 7 de diciembre de 2023 por policías de la Comisaría Primera, tirado sobre la vereda del inmueble, una obra en construcción abandonada en Acigami al 1800, agonizando en medio de un charco de sangre e inconsciente. Vecinos habían dado aviso.
Fue trasladado a un hospital local en ambulancia y ni bien ingresó, los médicos decidieron operarlo al constatar la gravedad de las heridas. Lograron salvarle la vida, pero tuvo que pasar 13 días en terapia intensiva, con asistencia mecánica ventilatoria y pronóstico reservado, hasta que pudieron despertarlo.
Si bien en aquel momento, obviamente, el hombre no pudo contar lo sucedido, el hecho fue esclarecido rápidamente. La Policía pudo establecer que aquella noche Quinteros y su pareja se encontraban durmiendo en el inmueble cuando fueron atacados por los seis jóvenes que los querían echar del lugar.
Según se informó en aquel momento, la pareja había llegado a Ushuaia hacía unos meses a probar suerte con la venta ambulante, pero esperaba cobrar una ayuda económica para poder volver a Río Grande al día siguiente de la agresión.
A partir de un relevamiento de cámaras de vigilancia y testimonios de vecinos, que tenían muy presente el lugar de la agresión por los habituales problemas entre los ocupas, derivados del consumo de alcohol y otras sustancias, condujo rápidamente a los investigadores a detener a los sospechosos en la esquina de San Martín y Belgrano.
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