El artefacto, lanzado desde Nueva Zelanda, finalizó anticipadamente su misión por una falla. El descenso controlado fue coordinado con autoridades argentinas.
El segundo vuelo de prueba de la Campaña de Globos de Superpresión 2025 de la NASA concluyó antes de tiempo por un desperfecto en territorio argentino, durante la madrugada de este martes. Concretamente, en una zona deshabitada de la provincia de Chubut.
El enorme globo aerostático de investigación completó su descenso controlado a la 1:30 de hoy (hora del este de Estados Unidos), luego de que la agencia espacial de ese país coordinó el lugar con autoridades nacionales, según informaron los responsables del proyecto,.
Aunque inicialmente se había estimado que el aterrizaje se produciría en un área al sur de Comodoro Rivadavia, finalmente el descenso ocurrió a aproximadamente 25 millas náuticas al noroeste de la Estancia Los Álamos, en un punto situado entre las localidades de Los Altares y Las Plumas.
El gigantesco artefacto, de un tamaño similar al de una cancha de fútbol, se desinfló rápidamente al tocar suelo argentino sin registrar inconvenientes durante el procedimiento de aterrizaje, según confirmaron fuentes oficiales.
La misión, identificada con el código 751 NT, permaneció en vuelo durante 9 días, 6 horas y 36 minutos. Y su finalización anticipada se debió a un problema técnico que venía siendo monitoreado por los especialistas desde días atrás.
"El equipo había estado siguiendo una falla de energía en uno de los sistemas de carga redundantes desde el 8 de mayo", explicaron desde la NASA.
Si bien el vuelo cumplió con los requisitos mínimos establecidos para la calificación del sistema del globo y su desempeño fue considerado satisfactorio, los responsables de la misión decidieron no correr riesgos ante los inconvenientes detectados en el sistema energético de la góndola.
"Tras identificar una zona segura y coordinarse con las autoridades argentinas, el vuelo se finalizó de forma segura", informó la agencia espacial en un comunicado oficial. Actualmente se encuentra en marcha el operativo para recuperar tanto el globo como su carga útil, que incluía diversos instrumentos científicos y demostraciones tecnológicas de menor tamaño.
Antecedente en Chubut
No es la primera vez que un artefacto de estas características termina en suelo chubutense. En 2023, otro globo aerostático de la NASA completó su descenso en territorio chubutense tras realizar una impresionante travesía de 39 días y 14 horas alrededor del mundo sobre el Océano Austral.
En aquella oportunidad, Debbie Fairbrother, jefa de la Oficina del Programa de Globos de la NASA, había destacado: "Este vuelo fue, sin excepción, nuestro mejor hasta la fecha con el globo volando nominalmente en la estratosfera y manteniendo una altitud de flotación estable".
El globo de la misión anterior, con una capacidad de 532.000 metros cúbicos, había aterrizado en un área despoblada situada a 122 kilómetros al noreste de Gobernador Gregores, también en territorio chubutense, tras completar un récord de cinco vueltas completas sobre las latitudes medias del hemisferio sur.
Globos de la NASA en la estratósfera
La tecnología de globos aerostáticos de superpresión representa un importante avance en las capacidades de investigación estratosférica.
Estos dispositivos están diseñados para mantener altitudes constantes durante periodos prolongados, lo que permite realizar observaciones científicas ininterrumpidas.
El actual globo, al igual que el de 2023, fue lanzado desde el aeropuerto de Wanaka, en Nueva Zelanda, sitio elegido por la NASA para sus misiones de globos de larga duración debido a sus condiciones atmosféricas favorables para este tipo de lanzamientos.
Durante su trayectoria, estos artefactos se desplazan impulsados por las corrientes de viento estratosféricas, alcanzando altitudes de aproximadamente 108.000 pies (unos 33 kilómetros).
A esa altura, la atmósfera extremadamente delgada y las condiciones de radiación permiten realizar mediciones y experimentos científicos imposibles de ejecutar en la superficie terrestre.
Por qué pueden caer en la Argentina
La presencia de estos globos en cielo argentino no es casual, sino que responde a patrones de circulación atmosférica global. Las corrientes estratosféricas tienden a desplazar estos dispositivos hacia el sur durante determinadas épocas del año, coincidiendo con zonas despobladas que facilitan un aterrizaje seguro.
Las autoridades locales fueron notificadas con antelación sobre la posibilidad de este descenso, permitiendo la coordinación necesaria para garantizar la seguridad tanto del dispositivo como de potenciales pobladores en las cercanías del área de aterrizaje.
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