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La Mañana accidente

Petrolero borracho mató a un pibe y se dio a la fuga

El padre lo entregó y hoy lo acusan. La víctima de 17 años es de Bahía.

Un petrolero borracho a bordo de un Renault Sandero atropelló a gran velocidad en la Ruta 22 a un pibe de 17 años al que dejó agonizando y luego se dio a la fuga.

La víctima murió horas después en el hospital regional y, al cierre de esta edición, se logró encontrar a la madre. El conductor, de 24 años, fue entregado por su padre en la Comisaría Primera. Hoy la fiscalía lo acusará de homicidio culposo y podría quedar detenido con prisión preventiva.

El accidente ocurrió ayer a las 6:30 sobre la Ruta 22 en la intersección con calle La Pampa. El petrolero circulaba a gran velocidad en la Sandero hacia el oeste y, de acuerdo con el relato de un testigo que dialogó con la Policía, pasó en rojo y atropelló al adolescente.

Tras ser impactada por la parte frontal derecha del auto, la víctima golpeó de lleno con la cabeza y parte del tórax contra el parabrisas y salió despedida por el aire para quedar tirada en el asfalto y desangrarse mientras el conductor huía raudamente del lugar.

El joven fue trasladado en grave estado por el SIEN al hospital regional, donde los médicos intentaron estabilizarlo. La víctima presentó fractura de cráneo y politraumatismos en todo el cuerpo que fueron determinantes.

El consigna de la Policía en el hospital dio el aviso y de inmediato se comenzó con el rastreo del fugitivo conductor.

El chequeo de las cámaras permitió obtener la patente del vehículo y cuando estaban yendo a buscarlo, casi a las 9, se informó que el petrolero y su padre estaban en la Comisaría Primera.

La Dirección de Tránsito ordenó el secuestro el vehículo y le realizó el alcotest, que le dio 1,24 gramos de alcohol en sangre; suponen que al momento del choque superaba ampliamente los 2 gramos. La fiscalía ordenó su demora y posterior detención hasta la acusación.

En el lugar del hecho se observó que no había frenadas, por lo que la Sandero embistió a la víctima como venía, a gran velocidad.

Las lesiones le provocaron al menos unos cuatro paros cardíacos y finalmente a las 15 murió.

Como no apareció nadie que reclamara su cadáver, la fiscalía ordenó que se le tomaran las huellas dactilares y se aguardara poder ubicar a los familiares.

A las 19 llegó la mamá al hospital. El joven es Edgardo Aníbal Oñate, de 17 años. Ambos habían venido hace un par de semanas de Bahía Blanca a Neuquén en busca de trabajo y con una situación económica límite.

En la desesperación, la mujer no sabía cómo hacer para recibir el cuerpo del hijo porque no tiene recursos para llevarlo a Bahía Blanca para darle cristiana sepultura.

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