Nadia, la rosarina que el año pasado llegó hasta las semis de Roland Garros realizará este sábado una exhibición en Cipolletti como parte de la pretemporada antes del Abierto de Australia. Una charla a fondo.
Nadia Podoroska transmite convicción, actitud y un claro objetivo con el tenis. “Llegar a ser la número uno del mundo, ganar un torneo de Grand Slam o una medalla olímpica es mi gran sueño de chiquita y es mi motivación diaria para seguir entrenando y mejorando. Este año ya cumplí uno: jugar un Juego Olímpico”, advirtió.
“Es que a medida que uno va creciendo se va poniendo metas más grandes y en este 2022 espero llegar en las mejores condiciones físicas para poder tener una continuidad todo el año algo que en nuestro deporte es clave por el sistema de puntos que tenemos”, afirmó la rosarina que este sábado a las 19 en el complejo La Chacra de Cipolletti cerrará su paso por esta ciudad -donde estuvo haciendo parte de su pretemporada- con una exhibición ante la local Julieta Estable (antes a las 17 habrá un espacio para las juveniles Sofía Madrid Rocca y Sofia Luini).
El boom que desató Nadia (89° en el ranking Mundial) al llegar a las semifinales de Roland Garros 2020 reposicionó al tenis femenino qué, desde los tiempos de Gabriela Sabatini y Paola Suárez entre otras, no había encontrado una jugadora metida entre las cuatro mejores de un Grand Slam y luego de aquel gran impacto algunas molestias físicas no le permitieron “rendir como me hubiese gustado”, contó en una charla con LM Neuquén.
“En mi carrera tuve lesiones de todo tipo. Hay que aprender a sobrellevarlas. Por un momento coincidió en que estaba usando una raqueta más pesada pero estoy convencida que las lesiones se dan por varios factores y hay que aprovechar cada parate para entrenar nuevas cosas”, aconsejó.
Nadia reside hoy en Alicante, España para estar más cerca de los circuitos europeos y “básicamente porque mis entrenadores (Juan Pablo Guzmán y Emiliano Redondi) están viviendo allí y me adapté bien y, obviamente el idioma y la cultura ayudan. Uno se siente más cerca de Argentina con la lengua hispana”, afirmó.
Después de las fiestas de Navidad se estará embarcando rumbo a Australia para afrontar el primer Grand Slam del año sobre superficie rápida y aceptó con un optimista: ¡“Ojalá”!, que su paso por Cipolletti vuelva a ser el talismán de la suerte como le pasó cuando dio el batacazo en “Rolonga”(estuvo aquí en diciembre de 2019).
Aquella gran gesta del tenis femenino (nunca una jugadora proveniente de la qualy había logrado llegar hasta las semis) no se pudo coronar con el acceso a la final (cayó ante la polaca Iga Slwiatek 6-2 y 6-1) pero generó una gran repercusión y su vida cambió desde entonces.
“Sobre todo cuando vuelvo al país me doy cuenta porque al vivir en Alicante me separo un poco de eso. Pero es verdad que cuando estoy más tiempo en Argentina noto un poco más el reconocimiento de la gente y aprecio eso, en ese sentido no lo vivo como una presión ni de los medios ni de la gente”, señaló.
Sobre este punto dijo comprender a la japonesa Naomi Osaka quien aseguró en varias oportunidades sentirse presionada por los medios como también la gimnasta Simone Biles en la misma dirección. “Las entiendo porque a veces se nos ve a los deportistas y las deportistas como gente de mucho éxito y que está preparada para todo y hay situaciones que nos cuestan afrontar”, explicó.
En este sentido contó que haber conocido a Pedro Merani, un ex jugador argentino de bowling que vive en Qatar y es experto en meditación zen fue un aporte decisivo en su carrera.
“Me sirvió mucho en el autoconocimiento, ver cosas de mí actitudes y me ha dado herramientas para poder cambiar esos estados de ánimo que van surgiendo en la cancha y así poder manejar de la mejor manera esas situaciones. Es interesante abordar el ego por medio de meditaciones, relajaciones. El ego es el enemigo de todo el mundo y más cuando está el reconocimiento de la gente y expectante de lo que uno está haciendo así que hay que seguir trabajando de esa manera, disfrutar de lo que estoy haciendo porque lo disfruto y me genera placer y no tanto para él hacia afuera”, reflexionó.
Sobre si este trabajo había sido importante en su actuación en Roland Garros recordó: “Creo que en ese momento todo mi equipo de trabajo que tiene mucha experiencia me ayudó muchísimo tanto Pedro, mi entrenador mental como “Juampy“ que estuvo en París conmigo y Emiliano, que estaba desde Alicante, supieron abstraerme y aislarme de todo lo que fue el mundo de afuera que en Argentina tuvo mucha repercusión y pude estar concentrada en el siguiente partido saltando un poco todo el contexto que estaba viviendo”, recalcó.
“El tenis tiene algo muy positivo que te hace aprender y exigirte todo el tiempo. Creo que es algo de lo que uno aprende desde chiquita. Siempre es como una secuencia muy similar, tenés pocas semanas al año en que salís campeona o, disfrutas de una victoria. Vas aprendiendo de las cosas que vas haciendo bien en los partidos, o tratando de sacar cosas buenas de algunas derrotas”, reflexionó.
“Por suerte mis padres me han dado libertad para decidir qué hacer y cuando empecé a destacarme en el tenis nunca me presionaron de más ni se metieron mucho en mi carrera. Al no saber de tenis siempre confiaron mucho en mis decisiones con quien decidía entrenar que torneo jugar y sigo teniendo un apoyo, se han mantenido a un costado y acompañándome en lo que yo quería”.
Nadia tenía 14 años cuando se plantó y les dijo que quería hacer la escuela a distancia para dedicarse al tenis. Hoy en día, que soy más grande y lo miro en retrospectiva, veo como muy difícil ese planteo. Por eso admiro su decisión de apoyarme. Yo estaba re convencida, ellos me apoyaron y les estoy sumamente agradecida porque para mi familia el estudio es súper importante”.
Podoroska considera que para triunfar en el tenis hay que irse al exterior. “Creo que es fundamental dadas las circunstancias de que hay tan pocos torneos en Sudamérica para las mujeres pero, viajar al exterior, requiere también de una inversión económica muy grande”.
Sin bien valoró que “hoy a nivel económico de premios en los Grand Slam está todo equiparado en el resto del torneo hay una brecha económica muy grande en los de 250 es cinco veces más que los hombres y esos son la mayor cantidad de torneos. Pero hay que seguir luchando y trabajando porque la diferencia es mucha todavía”, señaló.
“A nivel ATP hombre tienen muchos torneos en la región, de hecho hubo seis challengers seguidos, en mujeres se está habiendo más y esa es la base para que puedan salir más jugadoras y jugadores. Ojalá se pueda seguir ampliando ese circuito en la región porque hay una camada de tenistas que se van potenciando mutuamente. La realización del WTA en el Lawn Tenis fue algo muy importante para el tenis femenino de nuestro país después de tantos años que no se hacía. En lo personal sigo triste por no haber podido participar de uno de mis torneos favoritos (estaba lesionada) pero para las chicas que vienen abajo es un torneo muy importante que ayuda para que puedan estar y que haya estos torneo facilita esta inserción”.
“Gaby –por Gabriela Sabatini- es mi ídola pero ella ha tenido su carrera haciendo cosas increíbles a nivel humano, ojalá que pueda yo seguir por mi camino”, se ilusionó.
Si bien algunas críticas en redes sociales la atacaron acusándola de militante kirchnerista por sectores macristas tras algunas derrotas no se quejó porque “es algo normal que la gente y los medios opinen pero creo se sacó un poco de contexto todo porque no estoy en política. Me gusta estar a la orden del día con las noticias pero no milito en ningún partido”, aclaró.
“Soy muy agradecida de mi país, me encanta, pero si es verdad que la situación económica es grande” y la inseguridad también ya que le tocó vivirlo en carne propia. “Durante la pandemia cuando corría en el patio de mi jardín ahí intentaron asaltar pero por suerte no pasó nada”, contó.
Sobre el balance de este año dijo que en los Juegos hizo una gran actuación pero lamentablemente ya estaba con bastante molestias físicas en el tercer partido sentí esa fatiga. En Roland Garros sí que fue un contexto difícil ya que el año anterior venía de hacer un gran resultado y me tocó una primera ronda muy dura que no me dejó entrar tanto en ritmo, pero sí que puede seguir avanzando en dobles (junto a la rumana Irina Begu) y tener un gran torneo así que ambos fueron muy positivos y de los mejore del año que tuve”.
Sobre preferencias de superficies apuntó: “me siento una jugadora con variantes. Roland Garros me gusta. Allí tuve mi mejor resultado pero también me gustan las canchas rápidas y, de hecho, había tenido grandes resultados. Este año jugué en césped y me sentí bastante cómoda. Siento que mi jugo se puede amoldar a diferentes superficies. Eso es importante para aspirar a grandes cosas”, se ilusionó.
En cuanto a las cosas para mejorar puntualizó el saque “porque al máximo nivel se hace bastante diferencia con ese golpe y me gustaría mejorarlo. A la red me gusta muchísimo. Este año, tuve buenos resultados en dobles y voy incorporando cosas a mi juego de singles, poner presión e ir para adelante”.
En cuanto al tenis actual le gustaría que hubiera algunos cambios para favorecer la atracción de público. A fin de año hay un torneo llamado Next Gen que es como de la siguiente generación son para Sub 21 y juegan a cuatro games y se hace mucho más dinámico. Pero es un sistema que hay que cambiar y están las grandes potencias que no quieren hacerlo”. afirmó.
Además del tenis otra de sus pasiones es la filosofía. “Un poco viene de mi familia. Mi mamá es farmacéutica pero en su juventud estudió filosofía y letras y mi hermana antropología. Es una familia de mucho debate social y, a través del zen que es una filosofía, me gusta pensar un poco la vida de esa manera”.
Aunque por estos días se confesó atrapada por un libro que no es de filosofía sino de temas de género. “Es un libro de una periodista feminista, Luciana Peker y el libro Putita golosa. A propósito de esta temática tan en boga dijo sentirse cerca de las luchas feministas. “Al feminismo trato de apoyarlo desde mi lugar en cuanto a las redes y los medios. Soy medida porque es algo que requiere responsabilidad y compromiso con lo cual, con el tiempo que le dedico a mi carrera, no me permite abordarlo de una manera tan presente". El uso del lenguaje inclusivo me parece un gran cambio, una buena manera de incluir a todos y a todas”.
Juan Pablo Guzmán, entrenador
Juan Pablo Guzmán es uno de los entrenadores de Nadia Podoroska desde 2018. Su vínculo con la ciudad se debe a la amistad con Sebastián Carro, el entrenador al frente del complejo La Chacra de Cipolletti. “Ella había venido en diciembre de 2019 a dar una clínica con los chicos de la escuela y de la zona. Luego. cuando se reanudó la actividad después de la pandemia, el año terminó siendo espectacular para ella llegando a las semifinales de Roland Garros. Ahora tiene la suerte de volver de vuelta empezar la pretemporada acá que esperemos sea muy buena”, dijo el coach.
También lo une a esta ciudad una relación eterna con el cipoleño Mariano Hood (ex subcapitán campeón de la Copa Davis 2016) con quien jugué, me entrenó e incluso tras mi retiro trabajé en su academia”, recordó.
Sobre el batacazo que dio en 2020 Nadia en Roland Garros señaló: “Creo que en realidad a todos nos sorprendió lo que hizo esas dos semanas ahí en Roland Garros porque si bien venia obteniendo tan buenos resultados, todas las semanas no eran a nivel WTA muy alto y, justo esa semana, pudo desplegar su mejor tenis y lograr semejante resultado”, detalló.
En relación a su evolución dijo: “Cuando empezamos a trabajar con ella su planteo de juego era diferente. Tenía un poco más de fe en el revés que en el drive y en su parte física, quizás, ella no confiaba tanto. A lo largo del tiempo fue trabajando mucho y mejorando un montón sobre todo la parte mental que también empezó a trabajar con un entrenador zen que le hizo cambiar un montón la manera de pensar. Pudo hacer que sus creencias fueran cada vez más fuertes y confiar para entrar a la cancha y jugar con cualquier jugadora de igual a igual”.
Sobre este entrenador mental conto que se trata de un entrenador de bowling, Pedro Merani que trabaja la parte mental desde la filosofía zen, apuntando a la visualización, la meditación. No es un psicólogo ni nada por el estilo. Sino que trabaja mucho con ejercicios de relajación que a ella le sirve para muchas veces bajar la ansiedad. Ahora está mucho más tranquila en situaciones importantes y, en esos momentos puede ver las cosas mucho más claras. Por eso fue tanto que cambió durante la pandemia ya que durante casi cuatro meses pudo entrenar con esa persona además de seguir trabajando también el tenis y el físico. Eso hizo que pudiera desplegar tanto nivel”, puntualizó.
Trazando un balance del 2021 señaló: “era el año más difícil porque tenía que afianzar lo que habría hecho el año anterior. Y lo pudo hacer a pesar de que durante tres o cuatro meses no pudo jugar por una lesión. Por eso queremos que el año próximo pueda volver a mantenerse jugando al nivel más alto de torneos que son los Grand Slam y todos los torneos grandes porque cuando Nadia está bien físicamente puede jugar de igual a igual con cualquiera y tener muy buenos resultados”, explicó.
Si bien la rosarina brilló en Roland Garros, la superficie que más le gusta es la carpeta. Jugar en polvo era una superficie que le costaba mucho más y que no le gustaba tanto. Pero durante la pandemia casi siempre tuvimos que entrenar en polvo de ladrillo y entonces perfeccionó muchísimo la forma de jugar en esta superficie. Eso la ayudó un montón y para nosotros terminó jugando mejor en esa superficie que en cemento”.
Coincide que esa actuación reactivó el tenis femenino. “Lo demuestra el hecho de que este año se volviera a hacer un torneo WTA en Argentina en noviembre en Buenos Aires y que le empiecen a dar otra vez importante a la Billie Jean King, que era la antigua Copa Federación. También empezaron a darle mucho apoyo al tenis femenino desde la Asociación y ayuda un montón que desde la AAT entraron Mercedes Paz, Florencia Labat, antiguas jugadoras que ahora lograron que se le de más empuje, más interés y más visibilidad a la actividad”, apuntó.
Destacó que su paciencia y determinación es fundamental. “Nadia desde muy chica decidió dedicarse al tenis y hacer el colegio a distancia. Trabaja muy duro, en su momento en Rosario, en Buenos Aires y da al mil por ciento siempre. Desde ese lugar es mucho más fácil trabajar con alguien así”, destacó.
Consultado sobre si un tenista tiene que irse afuera del país para triunfar como hizo Nadia dijo: “No se si hay que irse afuera pero sí creo que ayuda para triunfar, a la maduración y el crecimiento del jugador. Cuando los chicos son más jóvenes a veces irse -aunque sea a Buenos Aires- los obliga a cocinarse, moverse solos y tomar decisiones todo el tiempo que en definitiva es lo mismo que hacen dentro de una cancha donde en cada golpe que uno juega tienen que estar decidiendo donde juega y cómo juega donde cada cosa para por uno”, concluyó.
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