Cuántas recompensas están vigentes en Neuquén y por qué casos

Pese a que en la desaparición de Luciana Muñoz el Gobierno ofreció 10 millones de pesos de recompensa, todavía no hay un solo dato que ayude a dar con la joven. Pero no es la única recompensa que corrió la misma suerte.

Las recompensas se lanzan para conseguir información y esa oferta económica alimenta traiciones, motiva arrepentidos y generan entregadores.

En la provincia se utilizaron con distinta suerte, unas sirvieron de inmediato y otras siguen vigentes después de muchos años.

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El crimen del taxista Rogelio San Miguel generó una fuerte conmoción y el Gobierno ofreció una recompensa.

El crimen taxista San Miguel

El taxista Rogelio San Miguel, tenía 58 años, fue asesinado el 16 de julio de 2011 en Don Bosco al 1100 de Neuquén. Llevaba dos pasajeros jóvenes que durante el asalto lo dieron cinco puñaladas y le provocaron un corte en el cuello. luego de conducir unas pocas cuadras con dos pasajeros a bordo. Recibió cinco puñaladas y un corte en el cuello.

El gobierno ofreció una recompensa de 50 mil dólares que sirvió para que los investigadores obtuvieran datos claves para concretar la detención del asesino.

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La recompensa que ofreció el Gobierno para dar con Luis Aboy.

Luis Aboy y una fuga de película de la U11

El 18 de septiembre de 2012, Luis Aboy, condenado a perpetua por el crimen de las hermanas Buamscha en 2005 en Junín de los Andes, protagonizó la fuga más icónica de la historia criminal neuquina.

Aboy en el taller de carpintería construyó un exhibidor de tortas y ese miércoles 18 de septiembre mientras la U11, la cárcel más segura de Neuquén, tenía horario de visita concretó su fuga.

Un flete acudió al penal a retirar el exhibidor. Dos penitenciarios lo trasladaron a lo largo de unos 100 metros y lo subieron a la camioneta sin percibir que el mueble pesaba. Aboy estaba en su interior.

La fuga puso en ridículo a toda la Policía y el gobierno ofreció una recompensa de 50 mil dólares por la captura del prófugo.

El 28 de septiembre, diez días después, con un dato certero la policía atrapó a Luis Aboy mientras tomaba unos mates con un amigo. Lo que se supo, es que una mujer aportó el dato clave y recibió la recompensa.

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Recompensa por Luciana Muñoz

Así como vimos dos ejemplos de cómo las recompensas alimentaron entregas, ahora veremos como en algunos casos no han sido de mayor utilidad.

Hay tres recompensas vigentes. Primero la de Luciana Muñoz que está desaparecida desde el 13 de julio pasado y el Gobierno ha ofrecido 10 millones de pesos para quien aporte datos claves sobre su paradero.

Hasta la fecha, no surgió nada a partir de ese ofrecimiento monetario. Esto llama la atención de los investigadores que por ahora no arriesgan ningún análisis, pero que sin duda el factor miedo está latente.

Por ahora, continúa con los rastrillajes por la meseta neuquina todos en Choconcito y alrededores. Trabaja personal a pie, motoristas, montada y hasta drones, pero todavía nada.

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La recompensa que ofrece Nación por Sergio Ávalos.

La recompensa más antigua

Sin dudas que la recompensa vigente más antigua es por información sobre la desaparición del estudiante Sergio Ávalos ocurrida la madrugada del 14 de junio de 2003 en el boliche Las Palmas.

A poco más de cuatro años de la desaparición, en agosto de 2007, el gobierno provincial ofreció por primera vez una recompensa de 50 mil pesos.

En junio de 2013, a 10 años, actualizaron el monto a 100 mil pesos y en julio de 2019, por decreto 1324/19 escalaron la cifra a 850 mil pesos.

El monto actual, tras el paso de la pandemia y una escalada inflacionaria temeraria quedo reducido a una cifra absurda por la cual nadie se jugaría el pellejo en aportar un dato.

Nación ofrece 3 millones pesos y provincia en 850 mil pesos. Montos que deberían ser actualizados más si se tiene en cuenta que la Justicia Federal tiene 20 imputados por la desaparición forzada, entre ellos el dueño y encargado del boliche, Pedro Nardanone y Patricio Sesnich, junto a todo el personal de seguridad.

Según la imputación, todos conformaron un pacto de silencio, de ahí que hasta la fecha nada se sepa del destino del cuerpo de Ávalos.

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Salazar Oporto, uno de los terroristas buscados por el crimen del sargento Aigo.

Una recompensa millonaria por dos terroristas

Esta es sin dudas una de las recompensas vigentes más presentes que tiene la Justicia y Policía neuquina porque se trata de crimen de efectivo policial asesinado por dos terroristas chilenos.

El hecho ocurrió la madrugada del 7 de marzo de 2012 cuando el sargento José “Cochele” Aigo, integrante de la patrulla rural de Junín de los Andes realizó con su compañero un control de rutina una camioneta que transitaba por el paraje de Pilo Lil.

En ese vehículo que manejaba el hijo del intendente de ese entonces de San Martín de los Andes, iban Salazar Oporto y Cortes Torres, ambos integrantes del MIR, pero de distintas facciones.

A Cochele lo asesinaron y se dieron a la fuga a pie por la cordillera logrando evadir un gran operativo de cerrojo que montó la policía.

Los guerrilleros contaron con apoyo local para lograr cruzar a Chile donde están prófugos desde hace 12 años.

En la actualidad se mantiene vigente una recompensa de 100 mil dólares por el paradero de cada uno de los terroristas que son buscados hasta por Interpol.

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Cortes Torres, el otro terrorista que participó en el crimen del sargento Aigo.

Apostar a la gente

Vale rescatar a Rudolph Giuliani que fue alcalde de Nueva York entre 1994 y 2001. Sus dura políticas contra el crimen, llevó a una baja del 77 por ciento y convirtieron la Gran Manzana en una de las ciudades más seguras del mundo.

Las políticas que implementó también estuvieron vinculadas a la monetización de la ayuda ciudadana.

En los móviles de la policía Nueva York había una leyenda que rezaba que si un ciudadano sabía de un delito podía dar aviso y cobraría 10 mil dólares. Esto alimentó entregas y traiciones en el mundillo criminal y marginal que fueron muy importantes para la reducción del delito que logró Giuliani.

Fue uno de los primeros en apostar abiertamente a dar dinero a cambio de información, dinámica que muy pocas veces se ha utilizado en Neuquén según develó un informante.