El violador que secuestró a su defensor fue condenado por otro abuso más
Se trata del hombre de Zapala, que ya contaba con una condena previa y ahora fue sentenciado a 4 años y medio por abusar de otra de sus hijastras.
El hombre de Zapala condenado por violar a una de sus hijastras, que secuestró a su defensor insistiendo en su inocencia, fue ahora condenado por abusar de otra de sus hijastras. De esta manera, el violador estará tras las rejas hasta cerca del 2040.
Cabe recordar que el día 5 de marzo del 2021, el hombre y su hermana "arribaron a las oficinas de Zeballos 186 (sede judicial en Zapala) alrededor de las 8:50, mientras el defensor Pablo Méndez se encontraba trabajando y, de forma intimidante, con un palo de 30 centímetros, le exigieron que ingrese a su despacho". Acto seguido, la mujer le pidió las llaves del lugar al defensor y cerró entrada y ventanas del lugar, mientras su hermano inspeccionaba las instalaciones.
"Luego de ello, ambos, con suma violencia, ataron a Méndez a una silla ejerciendo fuerte presión sobre sus brazos y piernas con cintas y sogas que traía la mujer en su mochila", detalló la fiscal Laura Pizzipaulo, e indicó que en dicho bolso también se halló una cadena de 1,20 metros, una navaja y un machete.
Finalmente, el imputado "se sentó junto al defensor y, con claras intenciones de amedrentarlo, guardó el palo, sacó un cuchillo y le dijo textualmente: 'Usted es un efecto colateral. Si no hago esto, nadie me va a a escuchar'".
El defensor público Pablo Méndez estuvo 11 horas retenido en esa oficina y a merced del recientemente condenado por el abuso sexual contra una de sus hijastras. Es que el hombre insistía en su inocencia y por ello obligó al funcionario a redactar un mail exigiendo la realización de una nueva Cámara Gesell y un escrito de 10 puntos con determinadas exigencias para así cesar con la privación ilegítima de la libertad de Méndez.
Las horas siguientes fueron transmitidas ampliamente por los medios de comunicación, en las que el hombre aseguró tener "el conocimiento necesario para matar". Amenazó con quitarle la vida a su defensor y atentar contra sí mismo, si no se cumplía con sus exigencias.
Luego de varias horas y la firma de un acta acuerdo, Méndez fue liberado, bajo la promesa que le hicieron los mediadores de la Policía y el fiscal general José Gerez al hombre de que no quedaría detenido ni sería juzgado por el secuestro. Aunque como era de esperarse ante la gravedad del hecho, el secuestrador y su hermana cómplice quedaron detenidos varios meses hasta que los condenaron en diciembre de 2021 por el amedrentamiento -al hombre a 6 años y medio, y a su hermana, a un año menos de prisión-.
Mientras la causa por secuestro y amenazas avanzaba en su investigación, sin embargo, la condena por el abuso fue revisada por un Tribunal de Impugnación que anuló la sentencia que el hombre había recibido y ordenó un nuevo juicio, aunque luego de varias idas y vueltas judiciales, finalmente la sentencia quedó firme, condenándolo a 10 años de prisión por violaciones y tocamientos contra la niña. En simultáneo, otro Tribunal de la misma instancia anuló la absolución contra una segunda hijastra (hermana de la otra víctima) y ordenó también un nuevo juicio, el cual se realizó en marzo de este año.
Según pudo demostrar la fiscal del caso Marina Díaz, en fecha indeterminada pero dentro del lapso temporal comprendido entre abril de 2014 y febrero de 2018, el imputado abusó sexualmente de la niña, aprovechando la situación de convivencia preexistente. Uno de los hechos ocurrió en cercanía a la localidad de Aluminé y los otros en la ciudad de Zapala.
Por esto, se lo condenó como autor del delito de abuso sexual simple continuado, agravado por ser cometido contra una menor de dieciocho años, aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma y por ser encargado de la guarda.
Durante el juicio de cesura realizado la semana pasada, Díaz requirió la imposición de una pena por esos hechos de 5 años y seis meses de prisión efectiva, considerando que no existían circunstancias atenuantes y sosteniendo como agravantes la valoración con perspectiva de género e infancia. Destacó la asimetría cronológica entre el imputado y la víctima, que es un delito continuado, que se acreditó la ocurrencia de más de un hecho sostenido en el tiempo y que fue con persistencia durante cuatro años.
Por último, recalcó que el hombre ya fue condenado por los abusos contra otra hijastra y también por secuestrar a su defensor oficial.
Finalmente, luego de un cuarto intermedio, este lunes el tribunal colegiado interviniente comunicó su veredicto y resolvió por unanimidad imponer 4 años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo. En una próxima audiencia se van a unificar esta pena en una única condena con los otros casos.
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