La esposa de un preso ocultó pendrives en un queso, pero la descubrieron
La maniobra se comprobó gracias a los potentes escáneres del Complejo V de Senillosa. La mujer le había enviado al interno una encomienda con varios productos.
Los integrantes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) siguen trabajando en forma intensa en los controles preventivos ante los intentos de ingreso de droga y celulares a las cárceles del país y en las últimas horas, se conoció el resultado de otro procedimiento positivo llevado a cabo en el Complejo Penitenciario Federal V de Senillosa, donde la pareja de un interno quiso entregarle pendrives y una tarjeta de memoria ocultos en un queso cremoso.
Lejos de sorprenderse, los agentes penitenciarios están preparados para inspecciones a fondo tanto de las entregas que se realizan durante los horarios de visita como también las encomiendas que envían las familias a los presos alojados en la cárcel federal neuquina.
Sobre el último procedimiento con resultado positivo, los detalles fueron brindados por el ministerio de Seguridad de Nación, que busca poner freno a situaciones que se viven en el interior de los presidios. “En el marco de los procedimientos dispuestos por el Ministerio de Seguridad para neutralizar las mafias intra-carcelarias, el Servicio Penitenciario Federal incautó pendrives y estupefacientes que estaban ocultos en el interior de un queso y en un par de ojotas. Fue luego de dos operativos efectuados en los penales de Marcos Paz y de Neuquén”, resaltaron en forma oficial sobre el trabajo preventivo realizado en Senillosa.
Agentes del Servicio Penitenciario con una tarea permanente
En concreto, los agentes penitenciarios federales se concentraron en revisar la mercadería perecedera que le envió la esposa a un preso alojado en Senillosa y, “tras inspeccionar minuciosamente el contenido, los efectivos notaron que dentro de un trozo de queso cremoso había dos pendrives y una tarjeta de memoria de 128 GB”.
Como en otros procedimientos de rigor, los efectivos secuestraron los elementos enviados al interno y se inició una investigación.
Entre los antecedentes recientes de secuestros en la cárcel federal, se destaca una incautación de pastillas de psicofármacos y marihuana, que habían sido entregados durante una visita a un preso. Apenas se produjo el hallazgo en la denominada unidad residencial 1, se abrió una pesquisa y se informó a las autoridades de la justicia federal.
Presos que ocultan drogas, celulares y facas
El problema que se da en la cárcel federal no resulta ajeno a los penales que dependen de la provincia y su personal también debe realizar requisas permanentes. En el caso de la Unidad de Detención 11 (U11), el mes pasado se encontraron muebles ahuecados con el fin de ocultar celulares.
Sobre el particular, la Policía precisó que el Grupo Especial de Antimotines y Requisas desarrolló una intensa tarea en los pabellones de la U11. “En esta oportunidad, penitenciarios en una tarea minuciosa, constataron modificaciones en los muebles que fueron adaptados con doble fondo para guardar elementos y mantenerlos ocultos”, resaltaron.
En tanto, el resultado de la requisa fue muy favorable y no solo se hallaron celulares ocultos sino también tarjetas SIM, tarjetas de memoria, baterías y una novedad: cargadores de fabricación casera.
Asimismo, los agentes dieron con dos especies de faca.
Otro procedimiento desarrollado la semana pasada permitió el secuestro de marihuana y cocaína ocultas en un preservativo. La tarea estuvo a cargo de agentes penitenciarios de la U11.
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