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La Mañana justicia

Salió de la cárcel, volvió a robar y le dieron cuatro años

Hasta julio estuvo preso. Recuperó la libertad y concretó dos robos en un mes.

NEUQUÉN

Salió de la cárcel, hizo un boquete para robar una imprenta y asaltó un mercado con una pistola de juguete. Lo atraparon y lo condenaron a 4 años de prisión.

Se trata de Roberto Hernán Báez, un delincuente reincidente a quien por un acuerdo la Justicia volvió a meter en la cárcel.

Ayer, un Tribunal integrado por los jueces Leandro Nieves, Cristian Piana y Gustavo Ravizzoli homologó el acuerdo de partes tras ser Báez declarado responsable.

El primer hecho ocurrió el 13 de septiembre, alrededor de las 22:30, cuando Báez ingresó a una imprenta ubicada en calle Alcorta y Misiones. Allí, luego de escalar por una reja de tres metros y forzar varias chapas del techo del local, logró sortear el primer obstáculo.

Después, hizo un hueco en el cielorraso, fue a la oficina administrativa donde rompió la caja de la alarma, rompió la cerradura de la caja y sacó el dinero que había, alrededor de unos mil pesos.

En ese instante, los dueños del negocio, alertados por el sistema de alarma, fueron de inmediato a ver qué sucedía. Al entrar por la puerta principal, los dos hombres vieron el hueco en el techo y uno de ellos subió por una escalera.

Para su sorpresa, acostado y con las manos en el techo estaba Báez, que no había alcanzado a huir. Minutos después, el ceramista fue detenido por personal policial y las víctimas recuperaron el dinero.

En este caso, Báez fue acusado por robo calificado por escalamiento en grado de tentativa. Mientras que por el segundo episodio, se le formularon cargos por robo agravado por el uso de utilería.

El 30 de septiembre, alrededor de las 20, el ceramista volvió a las andanzas. Su objetivo esta vez fue un mercado del barrio Gran Neuquén, en calle Pérez Novella al 4000.

“Una vez adentro se dirigió al sector de cajas, sacó un arma de plástico, amenazó a una empleada, y le exigió el dinero”, señaló la fiscal Gloria Lucero sobre el hecho.

Luego Báez guardó la réplica de una pistola 9 milímetros en su cintura, tomó el dinero y huyó. Ese mismo día, en un rápido accionar de la Policía, lograron detenerlo.

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