Tras las acusaciones, un actor de Spiderman confesó que es adicto al sexo
Se trata de Jamen Franco, quien eligió romper el silencio luego de haberse mantenido callado durante varios años, a raíz de un escándalo por comportamiento sexual indebido.
Tras varios años de completo silencio, el actor de Hollywood James Franco, admitió haber utilizado su fama "como un señuelo", como así también el haberse acostado con estudiantes de su desaparecida escuela de interpretación Studio 4, junto con su adicción al sexo-la cual derivó de su adicción al alcohol.
Las declaraciones de Franco se produjeron en una entrega del programa The Jess Cagle Show de SiriusXM, la cual se dio a conocer el miércoles, en la que explicó su comportamiento como una extensión de la adicción -en ese momento al alcohol- con la que había luchado desde la adolescencia.
En este sentido, y según su relato, si bien consiguió controlar su adicción al alcohol a los 17 años, dijo que más tarde "llenaría ese agujero" que aún existía en su interior a través de otros medios, volcando también sus tendencias adictivas en su trabajo.
"A lo largo del camino de tratar de conseguir el éxito y escalar la cima de esa montaña, la atención de las mujeres, el éxito con las mujeres también se convirtió en una enorme fuente de validación para mí", explicó Franco al presentador Jess Cagle. "El problema con eso es... como cualquier tipo de droga o cualquier cosa, nunca hay suficiente. Era interminable".
La "parte insidiosa" de todo esto, desde su perspectiva, fue que incluso mientras caía en la adicción al sexo, se mantenía sobrio del alcohol, yendo constantemente a las reuniones de AA e incluso tratando de apadrinar a otras personas. "Así que en mi cabeza era como, 'Oh, estoy sobrio. Estoy viviendo una vida espiritual'", dijo, "mientras que por otro lado estoy actuando en todas estas otras formas, y no podía verlo"
Cuando Cagle presionó a Franco sobre la demanda que rodea su conducta en Studio 4, que alega que utilizó la escuela "para crear un conducto de mujeres jóvenes que serían sometidas a su explotación sexual personal y profesional", sostuvo que nunca tuvo un "plan maestro" para utilizar la escuela con ese fin. A su vez añadió que "no estaba lúcido" durante el tiempo en que se acostaba con las alumnas y se justificó a sí mismo como un comportamiento correcto, dado que era "consentido".
En ese pasaje de la entrevista, Franco admitió que "una de las cosas más estúpidas" que hizo mientras estaba en la escuela fue nombrar una de sus clases "Escenas de sexo". Fue allí que señaló que nunca buscó enseñar a los estudiantes "cómo hacer escenas de sexo" a través de esta clase, "ni nada por el estilo", sino que sólo la bautizó así para ser provocativo.
"Debería haberse llamado 'Romance Contemporáneo' o algo así", dijo Franco. "Era una clase en la que se hacían escenas sobre romances... lo que pasan como jóvenes -así, conocer gente en las aplicaciones de citas, o rupturas, o simplemente una mala cita, cosas así".
En cuando a por qué tardó tanto en hablar, el intérprete explicó que no le “parecía el momento adecuado para decir nada" cuando las acusaciones en su contra llegaron a un punto crítico en 2018. "Había gente que estaba molesta conmigo", dijo, "y necesitaba escuchar".
Añadió que aunque "el instinto humano natural" cuando "ocurre algo así" es "simplemente hacer que se detenga", eso no habría servido en última instancia a nadie. "Así que he estado haciendo mucho trabajo y estoy bastante seguro al decir que, (han pasado) cuatro años... realmente he utilizado mi experiencia de recuperación para empezar a examinar esto y cambiar lo que era".
Por último, Franco confesó en un momento dado que, aunque nunca quiso "hacer daño a la gente", su comportamiento acabó descontrolándose hasta el punto de "hacer daño a todo el mundo".
El caso contra James Franco
En julio de 2021, James Franco alcanzó un pacto para cerrar una demanda de comportamiento sexual indebido por la que debió pagar 2,3 millones de dólares a las víctimas, informó The Hollywood Reporter.
El acuerdo se presentó en un juzgado de Los Ángeles, donde recibió el visto bueno antes de liquidar un caso en el que un grupo de estudiantes denunció que Franco se aprovechaba sexualmente de las alumnas que asistían a sus clases de actuación en la escuela Studio 4.
La demanda fue presentada inicialmente en 2019 por Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal, quienes se apuntaron a sus clases en 2014 y aseguraron que Franco impartía lecciones sobre escenas sexuales que consistían en "simulaciones de actos sexuales que iban mucho más allá de los estándares de la industria".
Como ejemplo, las alumnas indicaron que Franco impulsó el presunto rodaje de una orgía en la que quitó las protecciones de plástico que cubrían las vaginas de las mujeres antes de simular sexo oral. Además, el actor se acercaba a las jóvenes prometiendo trabajos en proyectos de Hollywood que nunca se materializaban.
Tither-Kaplan y Gaal iban a recibir un tercio de los 2,3 millones de dólares, que se repartirían con sus abogados, mientras que el resto del dinero se destinaba al grupo de alumnos afectado por el comportamiento de Franco y sus socios. El acuerdo requerirá que Tither-Kaplan y Gaal retiren sus denuncias por comportamiento sexual indebido y también que el resto de estudiantes anulen sus demandas por fraude.
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