El canciller sostuvo relaciones complejas con sus pares de Estados Unidos y Rusia.
El ministro de Relaciones Exteriores Santiago Cafiero tomó la posta en el marco de la reunión de cancilleres que se celebró en Indonesia, con motivo del G20, y exigió el cese de hostilidades en la guerra entre Rusia y Ucrania, pero puso el foco en el rol de la Organización del Tratado del Atlántico Norte ( OTAN) en el empeoramiento del conflicto bélico.
El exjefe de Gabinete, que sostuvo una bilateral con el secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken, transmitió la importancia de construir vínculos multilaterales.
"Se tiene que imponer allí donde el mercado concentra riqueza y distribuye pobreza, en un proceso solidario que abrace al desarrollo. Ustedes también tienen que comprometerse con las negociaciones de paz", le espetó el funcionario de la administración de Alberto Fernández al demócrata, que fue clave para destrabar el acuerdo argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Más tenso incluso fue el encuentro cara a cara con Serguéi Lavrov, su par ruso. Cafiero expresó los puntos en común en cuanto a la relación estratégica entre ambas naciones, pero no pudo evitar condenar la invasión en territorio ucraniano. Lavrov, que forma parte del círculo cercano de Vladimir Putin, no le respondió en el momento, pero defendió a capa y espada el inicio de la operación militar especial. Un día complejo para la diplomacia argentina.
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