COVID: El terror de los últimos dos años

Por Monica Araya.

Pido disculpas si no me expreso en mi totalidad siendo ésta mi primera carta al lector que escribo ya que es de vital importancia poder trasladar mis inquietudes y vivencias, que comenzaron los últimos días de diciembre de 2021.

Las experiencias vividas fueron muchas y variadas y quisiera contarlas, para que no queden en el tintero como otras tantas historias.

En éste relato seré lo más veraz que pueda o que la memoria me permita recordar. Entre el terrible dolor que ocasiona el Covid, los medicamentos, médicos/as, enfermeros/as y el personal de limpieza que trabajan día y noche casi sin descanso… estaba yo. Una paciente que “se portaba mal”, aunque diré en mi favor que estaba bajo los efectos de calmantes y en ningún momento fui consciente de que arrancarme las sondas en ese estado, me podía lastimar. Mucho menos mi intención era entorpecer el trabajo de los y las profesionales de la salud.

En la internación estamos enfermos, no sabemos qué nos pasa, en estado de vulnerabilidad y separados de nuestros seres más queridos. En ocasiones, pidiendo por favor una gota de agua que nos daban si terminaban a tiempo su turno o si se acordaban ya que el trabajo dentro de un nosocomio no deja mucho tiempo para pensar ¿Será que hace falta más personal? No les alcanza el tiempo y sin embargo les sobra voluntad y predisposición… pero a veces no alcanza.

Hubo varias enfermeras, que conmigo y con otros pacientes, se tomaban el trabajo de cambiarse cada vez que ingresaban a una sala distinta y que me dedicaron gratos momentos de baño para relajarme y así poder dormir un poco. Me peinaban, me acariciaban y me transmitían paz en un contexto de enfermedad y dolor. Son personas anónimas que cada día de sus vidas trabajan extra y nadie los ve, mucho menos se lo pagan.

Quisiera con esta carta, encontrar la forma mágica de hacer llegar mi agradecimiento a todo el personal de la clínica ADOS por su labor cotidiana e incansable. A cada uno/a particularmente. Gracias, gracias, gracias.