Cuando la esperanza es lo último que se pierde
Tres trabajadores de la maderera MAM recuperaron hoy sus fuentes laborales, después de cinco meses y medio de incertidumbres.
Germán Pardo ingresó por la puerta principal de la maderera MAM luego de cinco meses de incertidumbres y dudas sobre qué sería de su vida. Hoy, fue su primer día de trabajo luego de los despidos, el pedido de reapertura, mediaciones, cortes de ruta y causas judiciales.
En medio de aplausos, Pardo (51) volvió a trabajar junto a Antonio Dinamarca (63) y Cristina Tapia (56), quienes también recibieron el telegrama de reincorporación para retomar sus tareas en la maderera.
“Fue un día muy emotivo. Estuvimos con mis compañeros, quienes esperan una solución a estos cinco meses y medio de lucha”, manifestó emocionado al salir de su jornada laboral que comenzó a las 7 en el predio del Parque Industrial.
Pardo arrancó a trabajar entre las maderas cuando tenía apenas 16 años. Ya conocía el oficio, porque su abuelo y su padre también se dedicaron al rubro, al igual que uno de sus hijos que hizo una breve temporada en la fábrica.
Nunca imaginó que un día iba a tener que salir a pedir trabajo, pero le tocó. Pero el apoyo de la comunidad fue importante en este tiempo.
“Tengo que agradecerle a toda la comunidad por el apoyo, que se acercaban, nos daban 10 o 20 pesos, y también pedirle disculpas si alguna vez molestamos en la ruta porque nos obligaron”, indicó.
Al salir, lo estaban esperando sus compañeros, quienes abrazaron a los recientes reincorporados. En ese contexto, Pardo aseguró que la fábrica necesitará “más gente para funcionar” y espera que pronto los demás obreros sean llamados.
LEÉ MÁS
Reincorporaron tres trabajadores de MAM pero aún faltan otros 30
El dueño de MAM dice que es posible sacar adelante la fábrica
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario