Debido al inminente inicio del Mundial de Clubes, Boca y River gozarán de una ventaja inesperada con respecto a los otros equipos argentinos.
El calendario del fútbol mundial se prepara para vivir un hito histórico en apenas semanas: el primer Mundial de Clubes con formato ampliado, que reunirá a 32 equipos en los Estados Unidos. Entre ellos, dos representantes argentinos: Boca Juniors y River Plate, que ya trabajan en silencio pero con intensidad para afrontar esta competencia de elite no solo con el peso de su historia, sino también con planteles a la altura del desafío.
La FIFA, consciente de lo exigente que será esta edición inaugural del nuevo formato —que arrancará el 14 de junio—, no solo ofrecerá premios económicos millonarios para los equipos participantes, sino que ha dispuesto una serie de ventajas que apuntan a garantizar un certamen con jugadores de primer nivel. Y en ese contexto, Boca y River podrán aprovechar beneficios claves relacionados con el mercado de pases.
El mercado de pases especial de Boca y River
Una de las novedades más importantes será la habilitación de un libro de pases anticipado, exclusivo para los clubes que participarán del Mundial de Clubes. Este “mercado exprés” tendrá una duración de diez días —del 1° al 10 de junio— y servirá para que los equipos refuercen sus planteles antes del inicio del certamen. Se trata de una ventana extraordinaria que se abre antes del tradicional período de traspasos que suele comenzar a mediados de junio, una vez finalizadas la mayoría de las ligas.
Pero eso no es todo. La FIFA también permitirá que los clubes firmen contratos de corto plazo con futbolistas cuyos vínculos vencen el 30 de junio, para que puedan disputar sin inconvenientes la totalidad del torneo. “Los jugadores que tengan los habituales contratos hasta el 30 de junio podrán extender esos vínculos por un par de semanas extra para poder participar sin problemas en el Mundial de Clubes”, explicaron desde el entorno de la organización.
Cómo son los plazos de renovación de Boca y River
Esto representa una gran oportunidad para instituciones como Boca y River, que podrían retener a figuras que de otra forma quedarían libres justo en medio del torneo. También abre la posibilidad de incorporar a jugadores cuyo futuro contractual ya esté encaminado con estos clubes. Tal es el caso de futbolistas como Trent Alexander-Arnold, quien finalizaría su contrato con Liverpool y ya estaría en conversaciones para sumarse al Real Madrid. O el ejemplo de Kevin De Bruyne, que comunicó su salida del Manchester City a mitad de año, pero podría quedarse solo para disputar el Mundial de Clubes.
Para Boca y River, que planean planteles competitivos en medio de sus respectivas reconstrucciones futbolísticas, estas flexibilidades representan un alivio estratégico. No solo podrán incorporar refuerzos con anticipación, sino también asegurarse la permanencia de jugadores clave para una competencia que podría proyectarlos a nivel global.
Además, tras el certamen, las instituciones argentinas tendrán la posibilidad de renegociar con los jugadores incorporados para extender su estadía más allá del torneo, aunque eso dependerá de múltiples factores contractuales y económicos.
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