La emoción de Benjamín Vicuña en la presentación del libro sobre Blanca
El actor chileno brindo una charla en la Feria del Libro y recibió el cariño del público que desbordó el evento para acompañarlo en ese momento tan sensible.
En la tarde de ayer, sábado 13 de mayo, Benjamín Vicuña recibió el cariño del público que se dio cita en la sala Julio Cortazar de la Feria del Libro, donde el actor presentó Blanca, la niña que quería volar.
Acompañado por su hijo Bautista Vicuña y por su ex cuñado Guillermo Ardohain, hermano de Pampita, el actor se prestó a una emotiva charla con Luis Novaresio en la cual contó cómo logró transformar en resiliencia el dolor por la muerte de su hija Blanca a los seis años, víctima de una bacteria fatal que contrajo durante unas vacaciones en México.
La escritura acompañó ese proceso y hoy, casi 11 años después del terrible momento esas palabras tomaron la forma de un libro que escribió con el apoyo de Pampita, aunque la modelo no estuvo presente en el evento.
“Tus hijos en un principio son la razón por la que hay que abrir las cortinas en la mañana. Les voy a dar un ejemplo que es conceptual, teórico y realista. Me fui del hospital con mi hija muerta jurando que no iba a pisar nunca más un hospital. Pero ese juramento me duró dos semanas. Tuve que volver cuando mi hijo tuvo un broncoespasmo”, fue una de las dolorosas frases de Vicuña para explicar su proceso de sanación.
La charla del actor con el periodista estuvo cargada de emociones encontradas. Hubo momentos en que el público lloraba y otros en los que reía con las anécdotas de Vicuña. En el íntimo diálogo, Benjamín relató las dificultades que tuvo para explicarle su duelo a sus hijos y cómo gracias a su familia, la amistad, la terapia y la literatura pudo atravesar el abismo: “de eso se trata este libro, de la transformación del dolor”, expresó.
En varios tramos de la presentación se emocionó hasta las lágrimas, entre otros al destacar la importancia de "transitar los ritos por más dolorosos que sean", como cuando le tocó vestir a su propia hija para su funeral "algo que no creía que sería capaz de soportar" pero que fue "fundamental para entender de qué se trata la vida".
Vicuña aprovechó ese momento de la charla para mostrar su “compasión por los familiares de desaparecidos que no han podido enterrar un cuerpo, lo mismo pasó con la pandemia, con quienes no pudieron despedir a sus seres queridos”. Y recordó lo importante que fue tener cerca al pequeño Bautista, hoy de 15 años, en el entierro de su hija cuando el no podía alejarse de la tumba de Blanca y el niño le dijo "papá, ella ya no está ahí, está en tu corazón".
El actor chileno sabe que el suyo es un libro para sanar el dolor y "que tiene que ver con ustedes, con el poder de la palabra, de refugiarse en la escritura para compartir un relato y sanar, ayudar a las personas a quienes les toca vivir un dolor infinito y que no saben cómo transitar, que creen ser los únicos a los que los atraviesa un dolor así. Intenté explicar lo inexplicable, ponerle nombre a algo que no tiene nombre”.
Y confesó sentirse extremadamente agradecido por “esos amigos que te abren la cortina y te hacen un asado... Poner música y bailar, aunque no se tenga ganas, pueden ser una gran herramienta, o a lectura, por eso este es un libro de servicio. Si podemos transmutar el dolor en amor, el trabajo está hecho”, puntualizó, visiblemente conmovido.
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