Fue a comprar droga y lo mataron de un tiro por venganza en Rincón de los Sauces

0Dos hombres de Rincón de los Sauces fueron acusados y quedaron detenidos, sindicados como dos de los asesinos de Hugo Lima, motivados por venganza por un crimen previo. Un tercer presunto asesino se encuentra prófugo. Sus defensores aseguraron que son simples testigos, pero la Justicia consideró válida la evidencia en su contra.

En una audiencia de formulación de cargos realizada este viernes al mediodía, el fiscal jefe Pablo Vignaroli y la fiscal Rocío Rivero relataron su teoría inicial de lo que fue el crimen de Hugo Lima la madrugada del miércoles. Cabe recordar que la localidad petrolera se vio conmocionada a raíz del hallazgo del cuerpo de la víctima en la vía pública, el cual permaneció varias horas a la vista de todos y que motivó un importante operativo policial en el sector mientras se aguardaba la llegada de personal de Homicidios.

De acuerdo a la reconstrucción que pudo hacer la fiscalía en las primeras horas tras el hecho, Lima habría concurrido junto a otras personas a bordo de su auto Fiat Uno a la vivienda de calles 18 y Papa Francisco, donde se encontraban Emilio Verdugo, Rodrigo Melivilo y un tercer hombre aún prófugo a "comprar droga".

"La víctima ingresa y, luego de un entredicho, las personas lo encierran en una de las habitaciones de la casa. Al ver que Lima tardaba más de lo acostumbrado para ese tipo de menesteres, uno de sus acompañantes desciende del vehículo, golpea la puerta y es ingresado a la vivienda por las personas y amenazado con armas de fuego que los tres portaban, incluso es golpeado y maniatado con precintos. Una vez que esto ocurre, los imputados se dirigen a la habitación donde lo tenían encerrado a Lima y esta oportunidad es aprovechada por la otra víctima para darse a la fuga. A pesar de ello, los imputados comienzan una serie de agresiones hacia Lima con al menos una picana y un cuchillo en el interior de la vivienda, reprochándosele siempre el haber sido el autor de un homicidio anterior que tuvo como víctima a Carlos Rodríguez, alias "El Chala", y reclamándole una deuda de dinero", relató Vignaroli.

Siguiendo el relato, Lima logró salir y comenzar su huida al exterior de la vivienda. Aún así, a los pocos metros, fue alcanzado por las personas en la vereda, golpeado nuevamente y finalmente, baleado. "Los imputados le efectúan al menos tres disparos a la víctima en tobillo, zona escapular derecha y, el que causa la muerte, en la frente. Este produce la muerte inmediata por tratarse de un disparo 'a boca de jarro', caracterizado por la poca distancia y la impronta que dejó en el orificio de entrada", detalló el acusador.

Por todo esto, acusó a Verdugo y Melivilo como coautores del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Dentro de la evidencia recabada, mencionó los testimonios de quienes acompañaron a Lima hasta la vivienda de los presuntos agresores, el relato de un allegado a estos últimos, los resultados de allanamientos y pericias en la escena, la autopsia de la víctima y los registros fílmicos de una cámara que grabó el momento en que Lima era atacado y ultimado en la vereda. Vignaroli también mencionó que el vecino a quien pertenecen las filmaciones recuperadas fue contactado en horas de la madrugada por uno de los acusados, por lo que estimó que se trató de un intento de los presuntos asesinos por deshacerse de evidencia.

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El abogado José Quintero, quien interviene como querellante en representación de la esposa de Lima, adhirió a todo lo expuesto por la acusación.

Por su lado, los defensores oficiales Mauricio Macagno y Matías Gómez Congost se opusieron a la formulación de cargos, y aseguraron que sus defendidos fueron meros "testigos" de lo ocurrido. "Tenemos a dos personas inocentes que son los testigos presenciales de lo que ocurrió", sostuvo Gómez Congost.

En este sentido, indicó que ambos acusados habían acudido esa noche a la vivienda, propiedad del prófugo, a festejar el cumpleaños de uno de ellos, y "llegaron portando una guitarra, a los fines de compartir una noche agradable". Sí reconstruyó que Lima llegó junto a otros acompañantes y fue amenazado por ese tercer hombre, presuntamente por haber matado a su hijo. Luego, dijo que Melivilo y Verdugo "se asustaron y salieron corriendo", para recorrer un par de cuadras y finalmente llamar a un amigo taxista de su entorno.

De esta manera, los defensores refutaron la evidencia presentada por la fiscalía y afirmaron que no es suficiente para sindicar a sus defendidos como autores del hecho, pero sí apuntaron contra el tercer sospechoso prófugo.

Tras escuchar a las partes, el juez Mauricio Zabala consideró que "hay elementos para sostener la teoría de la fiscalía", principalmente porque uno de los testimonios apuntaría a que en realidad los acusados se retiraron del lugar luego del crimen. Por ello, avaló los cargos endilgados por la acusación.

Seis meses tras las rejas

Finalmente, el fiscal Pablo Vignaroli también solicitó que a los acusados se les imponga una prisión preventiva por un plazo de seis meses, pedido que fundó en el peligro de entorpecimiento.

"A Lima no lo mataron, lo ejecutaron. El médico estima que se le apoyó el arma en la frente para matarlo, algo que no es común. Este grado de violencia, sumado al conocimiento que tienen los imputados del testigo que convivía con ellos, y de los otros testigos, y al ser Rincón un lugar chico, claramente van a tratar de influir en ellos al momento de declarar en juicio", sostuvo el fiscal. Respecto de otras medidas cautelares posibles, opinó que no serían suficientes para cautelar el riesgo, dado que "dependen de la voluntad de los acusados".

No argumentó el riesgo de fuga dado que Melivilo y Verdugo se presentaron ante la Policía por voluntad propia.

Por su parte, los defensores se opusieron, al no considerar la evidencia presentada lo suficientemente incriminatoria. Aún así, alternativamente, sugirieron una prisión domiciliaria para ambos hombres argumentando que tienen arraigo y deben trabajar para mantener a sus familias.

No obstante, una vez más, Zabala le dio la razón a la fiscalía y consideró la prisión preventiva como la medida más adecuada para el escenario, por lo que dictó dicha cautelar por un plazo de seis meses.