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Insólito: salió del curso de educación vial y le secuestraron la moto

El joven conductor tenía secuestrada la licencia por conducir alcoholizado, pero fue al curso a bordo del vehículo.

Un infractor que realizaba el curso de reeducación vial por conducir borracho volvió a reincidir en una falta de una forma insólita: fue a bordo de su moto a hacer el curso y, cuando salió de la clase, los inspectores lo abordaron y le secuestraron el rodado.

El curso de reeducación vial para aquellos conductores que circulaban con más de 1,5 gramos de alcohol en sangre es obligatorio en la ciudad de Neuquén.

Se trata de un curso obligatorio de tres meses, con una cursada semanal de dos horas, en el que participan todas las instituciones que se ven involucradas al momento de haber un hecho por muerte o lesionado grave. El objetivo es concientizar sobre la temática y que, previo a obtener su nueva licencia, los conductores estén sensibilizados.

El curso deben realizarlo de forma obligatoria mientras cumplen la sanción impuesta por el Tribunal de Faltas, que suele imponer desde seis y hasta doce meses de inhabilitación para conducir, para aquellos conductores que circulaban con más de 1,5 gramos de alcohol en sangre.

Así, además de pagar la multa correspondiente, se debe realizar el curso de reeducación vial, previo a realizar el examen para obtener la licencia de conducir nuevamente y una vez cumplido el período de inhabilitación. Sin embargo, desde la Municipalidad advierten que muchos de los que asisten al curso lo hacen a bordo de su vehículo, incluso adentro del predio municipal, cuando es evidente que no pueden conducir.

En diálogo con LM Neuquén, la coordinadora del Observatorio Vial de la Municipalidad, Sandra Torres, informó que hace unos días atrás, un joven de unos 22 años asistió al curso a bordo de su moto, que ingresó al predio donde se dicta el curso, ubicado en Lanín al 2500.

"Esta situación fue advertida. Cuando salió de hacer el curso, se acercaron los inspectores, le preguntaron si salía de hacer el curso y le dijeron que no podía conducir. Tenía la licencia secuestrada, así que se le secuestró el rodado. Después el chico pidió disculpas", contó Torres.

La funcionaria reconoció que aunque "la mayoría (de los asistentes) se hace llevar", preocupa que el de la moto no fue el único caso. "Supimos de otro que dejó el auto a unas cuadras y otro lo dejó en el estacionamiento del Jumbo y se fue caminando", relató.

Hasta el momento todos los inscriptos en el curso de reeducación vial son hombres y el 80% tiene entre 17 y 25 años. La mayoría trabaja como chofer de empresas privadas o de transporte público, e incluso entre los asistentes también hay policías.

"Preocupa el nivel de falta de inconciencia. En julio tuvimos seis muertes en la provincia y hay gente que no comprende", expresó Torres.

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